Te explicamos qué es el afecto, cuáles son sus características y qué es una muestra de afecto. Además, en qué consiste la neurociencia afectiva.

¿Qué es el afecto?
El afecto es el conjunto de emociones y sentimientos que una persona experimenta hacia algo o alguien. Refleja su interés, agrado o rechazo ante una situación determinada, e influye en las decisiones, comportamientos y relaciones.
En el lenguaje cotidiano, el afecto suele asociarse con el cariño o la inclinación hacia individuos o cosas, creando un vínculo de estima y aprecio. Sin embargo, no siempre implica una respuesta positiva, ya que también puede relacionarse con experiencias desagradables.
A diferencia de las emociones, que solo se experimentan de manera interna, el afecto se da y se recibe, lo que lo convierte en un proceso de interacción social. Expresiones como “dar afecto” o “recibir afecto” reflejan su carácter relacional, mientras que las emociones no pueden transferirse de una persona a otra.
En el ámbito legal, el término “afecto” adquiere un significado distinto, relacionado con las obligaciones o beneficios vinculados a bienes o personas. Se emplea en expresiones como “bienes afectos a detracción” o “sujetos afectos al impuesto sobre la renta”, en referencia a un propósito específico dentro de un marco normativo.
Origen de la palabra “afecto”
El término “afecto” proviene del latín affectus, formado por el prefijo ad- (“hacia”, “en dirección a”) y el verbo facere (“hacer”), derivado de afficere (“afectar”). En la antigua Roma, affectus se utilizaba para referirse tanto al “estado del alma” (la combinación del estado físico y emocional) como al sentimiento o la voluntad que una persona podía expresar hacia otro individuo u objeto, reflejando el grado de afectación experimentado.
Puntos clave
- El afecto es un conjunto de emociones y sentimientos hacia algo o alguien, que puede ser positivo o negativo, e influye en las decisiones y la forma de interactuar.
- Se caracteriza por ser relacional (se da y se recibe), involucrar acciones como cuidar y apoyar, y ser una necesidad básica, especialmente en la infancia o en situaciones vulnerables.
- Las muestras de afecto varían culturalmente e incluyen gestos como dar besos, abrazar, apretar las manos, ofrecer obsequios y organizar fiestas.
- La neurociencia afectiva estudia los mecanismos cerebrales de los afectos utilizando técnicas médicas avanzadas y contribuye al tratamiento de trastornos afectivos.
Ver además: Amor
Características del afecto
Entre las principales características del afecto, se encuentran:
- Se manifiesta en el intercambio social y puede ofrecerse y recibirse.
- Requiere acciones como cuidar, comprender o apoyar, lo cual demanda energía y dedicación.
- Es una necesidad básica del ser humano, especialmente en etapas como la infancia o en situaciones de vulnerabilidad, como la enfermedad.
- Implica un componente emocional que puede influir en el bienestar emocional de quienes lo dan y lo reciben.
- Fomenta la confianza y la reciprocidad en las relaciones humanas.
Más en: Necesidades humanas
Muestras de afecto
Las muestras o expresiones de afecto varían según los códigos culturales y el contexto histórico. En Occidente, por ejemplo, se consideran muestras de afecto:
- Dar besos. Pueden ser en la mano, en la mejilla o en la boca, según el vínculo.
- Abrazar. Se usa como saludo, despedida o respuesta emocional.
- Apretar las manos. Se utiliza en contextos formales para expresar respeto, agradecimiento o acuerdo.
- Ofrecer obsequios. Permite demostrar aprecio en fechas especiales o de manera espontánea.
- Organizar fiestas. Ayuda a celebrar el afecto hacia una persona.
Neurociencia afectiva

La neurociencia afectiva es una disciplina científica que estudia los mecanismos cerebrales responsables de los afectos y las emociones, desde una perspectiva psicológica y neurológica. Examina procesos como la personalidad, el estado de ánimo y las emociones, estableciendo su relación con la actividad cerebral y las reacciones bioquímicas del organismo.
Para ello, emplea técnicas como la resonancia magnética y el electroencefalograma. También recurre a modelos computacionales, tests psicológicos y análisis de historias clínicas, especialmente de pacientes con alteraciones neurológicas que han mostrado cambios significativos en su comportamiento y forma de sentir.
Además, esta disciplina contribuye al desarrollo de tratamientos para trastornos afectivos, como la depresión, y ofrece modelos basados en estudios realizados con animales cuyas redes afectivas presentan similitudes con las humanas.
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Referencias
- Balladares, S. y Saiz, M. (2015). Sentimiento y afecto. Ciencias Psicológicas, 9(1), 63-71. https://revistas.ucu.edu.uy
- Educación 3.0. (s. f.) Richard J. Davidson: “La neurociencia afectiva cultiva el bienestar de docentes y estudiantes”. https://www.educaciontrespuntocero.com
- Real Academia Española. (s. f.) Afecto. Diccionario de la lengua española. https://dle.rae.es
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