Envidia

Te explicamos qué es la envidia según la visión del psicoanálisis, la moral y la religión. Además, cuáles son los otros pecados capitales.

envidia
Las personas envidiosas dedican gran cantidad de tiempo y energía a observar vidas ajenas.

¿Qué es la envidia?

Según el diccionario, la envidia es el malestar o dolor ante la alegría del otro, es decir, la sensación de pesar por no ser uno quien tenga o reciba algo que a otro corresponde, y por lo cual siente un deseo rencoroso. Es un sentimiento similar al de los celos.

La envidia es un sentimiento común en la vida del ser humano, tanto a la hora de envidiar como a la de ser envidiado. En general es considerado uno de los afectos más negativos e indignos posibles, puesto que destruye cualquier forma de afecto o de amor entre las gentes.

Las personas envidiosas dedican una importante cantidad de tiempo y energía a observar las vidas ajenas, así como al comentario malintencionado o a la difamación, porque en el fondo les produciría alegría contemplar el fracaso de aquél a quien envidian.

En el ámbito psicoanalítico, la envidia se considera un sentimiento capaz de dañar el gozo y la valoración de lo propio, dado que el envidioso se encuentra en constante contemplación de lo ajeno. Por esa razón, además, la envidia es insaciable, pues sin importar qué tanto logre o tenga para sí, el envidioso siempre hallará nuevos sujetos a los que envidiar en otros sentidos, pues su insatisfacción proviene, en el fondo, de sí mismo.

Por su parte, la tradición moral y religiosa occidental ha condenado a la envidia al rincón de las emociones más bajas del ser humano. El envidioso es incapaz de celebrar o compartir las alegrías ajenas, es decir, es incapaz de sentir el amor al prójimo predicado por Jesucristo, y por esa razón doctrinas como la católica cristiana la consideran entre los pecados capitales, es decir, los pecados más graves y fundamentales.

Según la tradición religiosa de la Edad Media, el pecado de la envidia se correspondía con el demonio marino llamado Leviatán. En la iconografía cristiana, se la representa a menudo como un viejo espectro femenino con serpientes en la cabeza, las manos y uno mordiéndole el seno. En ocasiones también aparece destruyendo o devorando un corazón, junto a uno o varios perros.

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Otros pecados capitales

De acuerdo a la tradición católica, son siete los pecados considerados capitales o mortales, ya que engendran a todos los demás pecados posibles. Aparte de la envidia, entre ellos figuran:

  • La soberbia, entendida como el exceso de amor propio que lleva a la persona a ponerse en el lugar de Dios, y por lo tanto a violentar sus normas y engendrar otros pecados. Por esa razón se considera el pecado supremo de todos.
  • La ira, entendida como la rabia desmedida o incontrolable, ya sea hacia los otros o hacia uno mismo, y que puede conducir a la violencia.
  • La gula, entendida como el amor irrefrenable por la comida y la bebida, que conduce al individuo a beber y/o comer en exceso, más allá de lo necesario para sostenerse a sí mismo. Es el pecado contrario a toda forma de mesura.
  • La lujuria, entendida como un deseo sexual irrefrenable, insaciable e incontrolable, que no respeta límites y que conduce al daño hacia el propio individuo o a los demás.
  • La avaricia, entendida como el amor desmedido por la acumulación, tanto de propiedades y cosas, como de dinero. El avaro es aquel que posee más de lo que necesita y aún así le niega a los demás el acceso a los recursos, incluso a sabiendas de que ellos los necesitan o los merecen más que él.
  • La pereza, entendida como la falta de voluntad y dedicación para garantizarse el propio sustento, es decir, para velar por la propia existencia y el propio bienestar. Quienes incurren en dicho pecado contradicen la orden divina de cuidarse a sí mismos, e irrespetan el don de la vida que Dios les dio.

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Referencias

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Raffino, Equipo editorial, Etecé (13 de junio de 2022). Envidia. Enciclopedia Concepto. Recuperado el 1 de septiembre de 2024 de https://concepto.de/envidia/.

Sobre el autor

Última edición: 13 de junio de 2022

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