Te explicamos qué es la observación, qué tipos existen y cuál es su función en la investigación. Además, su importancia y ejemplos provenientes de la ciencia.
¿Qué es la observación?
La observación es el proceso mediante el cual se obtiene información sobre un fenómeno de la realidad a través de los sentidos. Es una actividad común al ser humano y muchos otros animales dotados de distintos mecanismos de visión, que consisten en captar diversos tipos de radiación electromagnética (eso que llamamos luz).
Por otro lado, se trata de una de las primeras etapas de cualquier investigación, especialmente de las que se rigen por el método científico. En este sentido, consiste en la recopilación directa de datos a partir de la naturaleza mediante trabajos de campo o de laboratorio, en los que se utilizan diferentes instrumentos de medición.
La observación es una tarea descriptiva. Es decir, registra el modo en que ocurren los fenómenos en la naturaleza antes de la intervención del investigador, y sirve para comprender el estado de la cuestión que se va a estudiar. Al mismo tiempo, implica un proceso activo de selección y clasificación mental, o sea, una forma de ordenar lo percibido.
A lo largo de la historia del ser humano, la observación dejó de depender tanto de sus sentidos y pasó a manos de la tecnología. Así, adonde el ojo no llega, puede hacerlo el catalejo o el microscopio, expandiendo la idea de la observación más allá de la inmediatez empírica del cuerpo.
Otros nombres de la observación
La etapa de observación suele tener un nombre específico en cada disciplina. Por ejemplo, en la medicina clínica y la psicología, se denomina “triage”, y consiste en observar y registrar los síntomas del paciente para poder llegar al diagnóstico adecuado. Otros nombres posibles son: “medición”, “examen”, “registro”, “seguimiento”, entre otros.
- Ver además: Observación científica
Tipos de observación
Existen diferentes formas de clasificar la observación, dependiendo del criterio utilizado.
Observación directa e indirecta
En primer lugar, se puede distinguir entre las formas de observación según el grado de proximidad respecto al fenómeno estudiado.
- Observación directa. Es aquella que se produce cuando el investigador está en contacto con el fenómeno observado sin intermediarios, es decir, cuando sus sentidos o sus aparatos de medición pueden registrar el comportamiento del objeto de estudio. Por ejemplo: la observación de una bacteria bajo el microscopio.
- Observación indirecta. Es aquella en la que resulta imposible estar en contacto directo con el fenómeno estudiado, pero se puede registrar su comportamiento a través de la observación de otros elementos cercanos o a través de su contexto. Por ejemplo: la observación de un agujero negro en el espacio a través de la deformación que su gravedad ocasiona sobre la luz.
Observación activa y pasiva
En segundo lugar, es posible distinguir entre las formas de observación tomando en cuenta el grado de intromisión del investigador en aquello que observa.
- Observación pasiva o no participante. Es aquella que tiene lugar cuando el investigador no interviene en el fenómeno observado, es decir, cuando su presencia no necesita ser tomada en consideración en el análisis de la información obtenida. Por ejemplo: la observación mediante binoculares de un ave a la distancia.
- Observación activa o participante. Es aquella en la que el investigador interviene en el fenómeno estudiado y por lo tanto forma parte de lo observado, ya que su presencia altera en alguna medida la información recogida y por lo tanto debe ser tomada en cuenta en el análisis. Por ejemplo: la observación de una tradición popular a través de la participación en ella del propio investigador.
Observación sistémica, semisistémica y asistémica
En tercer lugar, es posible clasificar la observación de acuerdo a los protocolos que sigue el investigador y al nivel de sistematicidad que presentan.
- Observación sistémica. Es aquella en la que el investigador se rige por métodos y protocolos específicos, que forman parte de un sistema organizado. Es decir, en la que se intenta agrupar la información obtenida mediante criterios fijados a priori, con un horizonte de resultados esperados. Por ejemplo: la observación de eficacia de un medicamento a través de un grupo de control con placebos y de otro con la sustancia real.
- Observación semisistémica. Es aquella en la que ciertos elementos de la investigación se fijan a priori, pero los datos obtenidos al respecto no están categorizados ni organizados mediante un sistema o un método, sino que se registran de manera libre. Por ejemplo: la observación de la opinión pública sobre un tema a través de la aplicación de una encuesta de respuesta libre.
- Observación asistémica. Es aquella que no sigue ningún protocolo ni método para registrar la información, sino que se basa en la apreciación libre del fenómeno por parte del investigador. Por ejemplo: la observación de los animales nocturnos de un hábitat salvaje.
Observación de campo y de laboratorio
En último lugar, se puede distinguir entre los tipos de observación a partir del lugar donde se produce.
- Observación de campo o naturalista. Es aquella que se lleva a cabo directamente en la naturaleza, o sea, en el contexto propio del fenómeno que se estudia. Por ejemplo: la observación de la vida submarina en el fondo oceánico.
- Observación de laboratorio o controlada. Es aquella que se lleva a cabo en el ambiente controlado de un laboratorio, donde las variables que intervienen en el fenómeno son conocidas de antemano y pueden ser modificadas a voluntad del investigador. Por ejemplo: la observación de una reacción nuclear mediante un acelerador de partículas en un laboratorio de física atómica.
La observación en la investigación
La observación constituye el primer peldaño de todos los métodos de investigación en los que necesariamente se inicia el proceso recopilando información sobre aquello que se desea estudiar. La naturaleza de esta recolección de datos variará dependiendo de si se trata de una investigación cuantitativa o cualitativa.
- En la investigación cuantitativa. La observación se centra en la obtención de datos que describan de manera objetiva el fenómeno observado, generalmente expresados en cifras y relaciones lógico-formales. Para ello, emplea métodos de análisis numéricos o estadísticos, o métodos de medición sistemáticos. Por ejemplo: la observación de la tasa de supervivencia de individuos tratados con un nuevo medicamento contra una enfermedad.
- En la investigación cualitativa. La observación se lleva a cabo a través de métodos más propensos a la subjetividad del investigador, cuando no a la experiencia sensible, ya que la naturaleza del análisis aspira a descubrir tendencias, sentidos y significados, más que realidades expresables numéricamente. Por ejemplo: la observación de la recurrencia de la representación de la serpiente emplumada Quetzalcoátl en el arte precolombino.
Importancia de la observación
La observación es un proceso clave en el entendimiento de la realidad por parte del ser humano, que ha sido aplicado desde los inicios mismos de la civilización. Es por ello que constituye el punto de partida de los distintos métodos de investigación, científicos o no: el primer paso para comprender el entorno pasa siempre por percibirlo con los sentidos.
Por otro lado, la observación de la realidad puede darse en términos más o menos objetivos, es decir, con un mayor o menor margen de sesgo. De ello dependerá la fidelidad de los resultados obtenidos y, por ende, la validez de las conclusiones de un estudio. En este sentido, la correcta recopilación de datos y la justa comprensión del método de observación utilizado son fundamentales para acercarse a la verdad de un fenómeno.
Por ejemplo, en ciertos contextos de la física cuántica, la simple observación de las partículas subatómicas estudiadas ejerce sobre ellas una cuota de alteración, ya que la única manera de registrarlas es hacerlas interactuar con algún tipo de emisiones, como los rayos electromagnéticos de la luz u otros semejantes.
- Ver también: Confiabilidad
Ejemplos de observación
La observación científica es aquella que se lleva a cabo de acuerdo a lo estipulado en el método científico, por lo que debe ser rigurosa, objetiva, controlada y sistémica. Algunos ejemplos de observación son los siguientes:
- La contabilización de glóbulos blancos, rojos y otros elementos bioquímicos en una muestra de sangre de un paciente de hospital.
- El registro del comportamiento de una estrella distante a través de su observación con radiotelescopios.
- La medición de la opinión pública en un momento determinado y una comunidad determinada, empleando encuestas y herramientas estadísticas.
- El registro de la tasa de efectividad de un medicamento en el tratamiento de una enfermedad en un conjunto voluntario de pacientes.
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Referencias
- Anguera Argilaga, M. T. (1999). Observación en la escuela: aplicaciones. Ediciones de la Universidad de Barcelona.
- Peña Acuña, B. (2015). La observación como herramienta científica. Asociación Cultural y Científica Iberoamericana.
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