Tipos de suelos

Te explicamos cuáles son los tipos de suelo y las características de los suelos arenosos, calizos, humíferos, arcillosos y más.

tipos de suelos
Cada tipo de suelo tiene sus características y utilidades específicas.

¿Cuáles son los tipos de suelos?

Se llama suelo o tierra a la región más superficial de la corteza de nuestro planeta, la única biológicamente activa, producto de la desintegración de las rocas y de la acumulación de la materia orgánica. Se trata de una capa sometida a la acción de los elementos climáticos y de la acción humana: es allí donde se siembra, se extraen minerales y se edifican nuestras naciones.

Los suelos poseen una importancia vital, ya que en su seno se producen las transformaciones de la energía y de la materia. Pueden considerarse como un recurso fundamental y no renovable de nuestro planeta, especialmente cuando nos referimos a suelos fértiles y cultivables. Los mismos no se encuentran uniformemente distribuidos en el mundo, sino que varían de acuerdo a los accidentes geográficos y a las condiciones climáticas.

Existen varios puntos de vista desde los cuales podemos clasificar los distintos suelos que existen. Algunos de ellos, por ejemplo, atienden a las características físicas del entorno, distinguiendo así entre suelos jóvenes, suelos delgados, suelos con depósitos de agua o con acumulación de arcilla.

Sin embargo, la clasificación más importante es la que distingue entre los suelos fijándose en su composición y estructura, o sea, en la manera en que están conformados. Esta última clasificación distingue entre los tipos que se detallan a continuación.

Ver además: Capas del suelo

Suelos arenosos

tipos de suelo arenoso
Los suelos arenosos son poco capaces de retener el agua.

Tal y como sugiere su nombre, estos suelos están compuestos mayoritariamente por arena, o sea, constituyen fragmentos sueltos de rocas y minerales de muy pequeño tamaño (entre 0,063 y 2 mm). Estos suelos poseen muy poca materia orgánica en comparación y son poco capaces de retener el agua, por lo que no resultan fértiles ni aptos para el cultivo.

Aun así, algunas especies vegetales se han adaptado a la vida en ellos, mediante recursos estratégicos para retener en sus cuerpos el agua disponible. Los suelos arenosos son típicos de regiones costeras o desérticas.

Suelos calizos

Se llaman calizos a aquellos suelos que poseen un alto contenido de sales calcáreas (cales), típicos de lugares áridos y secos, ya que el agua normalmente hace fluir estos componentes químicos y diluye su concentración.

Se trata de suelos de color blanco o parduzco, duros y fáciles de erosionar, que a pesar de poseer una riqueza mineral relativa, son poco aptos para la agricultura y el cultivo. Los suelos calizos son típicos de altiplanos montañosos, planicies áridas y tundras, o sea, lugares en los que llueve esporádicamente, pero que cuando llueve, se inundan.

Suelos humíferos

tipos de suelos humiferos
Los suelos humíferos son los más idóneos para el cultivo y la agricultura.

Los suelos humíferos son suelos de tierra negra u oscura, ya que son ricos en materia orgánica en proceso de descomposición (humus). Por ese motivo retienen muy bien el agua, y se consideran los más idóneos para el cultivo y la agricultura.

Su formación se da gracias a la acumulación y descomposición de restos animales y vegetales, por lo que son típicos de regiones selváticas, campestres o de gran presencia biótica.

Suelos arcillosos

tipos de suelos arcilloso
Los suelos arcillosos pueden variar del blanco al anaranjado.

Como indica su nombre, se trata de suelos que presentan un alto contenido de arcilla, o sea, de restos de rocas sedimentarias con silicatos de aluminio, como el feldespato o el granito, por lo que su coloración tiende a ir del blanco (mayor pureza) al anaranjado (menor pureza).

La principal característica de estos suelos es que son muy susceptibles a la retención del agua, ya que sus componentes tienden a formar coloides al hidratarse, saturándose rápidamente y produciendo así inundaciones.

En general eso los hace poco propicios para el cultivo y la agricultura, pero a través de una mezcla con humus y materia orgánica, pueden ser aprovechables para la siembra, siempre que se controle el drenaje y la acidez. Estos suelos son propios de regiones húmedas templadas.

Suelos pedregosos

tipos de suelo pedregozo
Algunas especies vegetales salvajes están adaptadas a los suelos pedregosos.

Los suelos pedregosos están compuestos por rocas y fragmentos de rocas de gran y variado tamaño, es decir, que son suelos reconocibles a simple vista como acumulaciones de piedra.

Se trata de suelos complejos, con poca capacidad de retención del agua, cuyo manejo exige retirar primero las piedras y muchas veces también una labor de nivelado, ya que son típicos de regiones montañosas. No son buenos suelos para la agricultura, aunque algunas especies vegetales salvajes estén adaptadas a ellos.

Suelos mixtos

Esta última categoría contiene los suelos que mezclan las propiedades de los suelos arcillosos y arenosos, obteniendo así un tipo de suelo intermedio que goza de las ventajas y desventajas de ambos casos.

Pueden ser más o menos áridos, dependiendo de la climatología de sus regiones, y su fertilidad dependerá en gran medida de la presencia de materia orgánica. En general pueden clasificarse de acuerdo a su textura en finos y gruesos, y según su porosidad en floculados, agregados o dispersos.

Sigue con: Erosión del suelo

Referencias

¿Cómo citar?

"Tipos de suelos". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en: https://concepto.de/tipos-de-suelo/. Última edición: 23 de noviembre de 2021. Consultado: 29 de abril de 2024

Sobre el autor

Última edición: 23 noviembre, 2021

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