Te explicamos qué es un sismo, cómo se produce, sus elementos, causas y consecuencias. Además, qué tipos de sismo existen.
¿Qué es un sismo?
Se denomina sismo (o seísmo), temblor, terremoto o movimiento telúrico a las sacudidas violentas, repentinas y pasajeras de la superficie de la Tierra, producida por la liberación de energía acumulada en el subsuelo, en forma de ondas sísmicas que viajan hacia el exterior. Es decir, se trata de movimientos regulares y repentinos de la corteza terrestre, que se producen como consecuencia de diversos fenómenos geológicos naturales.
Dependiendo de su intensidad, los sismos pueden ser casi imperceptibles o traer consigo gigantescos desastres, no sólo por su impacto directo sobre la vida en la superficie terrestre, sino porque pueden acarrear otros fenómenos destructivos, como los tsunamis, erupciones volcánicas o resquebrajamientos terrestres.
Por ese motivo, y por el hecho de ser difíciles de predecir con exactitud, los terremotos han sido fuente de temor para la humanidad desde épocas inmemoriales.
Paradójicamente, los sismos nos brindan mucha información respecto del interior del planeta. Numerosas instituciones se dedican a registrar los movimientos de la corteza terrestre y a predecir sus efectos superficiales, para así también poder desarrollar tecnologías de construcción y de ingeniería que resulten más resistentes y se vean menos afectadas, ayudando a prevenir las tragedias. Dicha ciencia se denomina sismología.
Ver también: Terremoto
¿Cómo se produce un sismo?
Los sismos se producen cuando, por algún fenómeno subterráneo (generalmente la propia tectónica de placas), se acumula energía en el subsuelo terrestre, debido al conjunto de fuerzas que allí tienen lugar, entre los que figuran la gravedad, la presión, las altas temperaturas de la materia y la resistencia de materiales compactados con el pasar de los milenios.
Dicha energía eventualmente deberá liberarse a través de ondas que sacuden la materia. Lo hará siempre de acuerdo a la física de los elementos del subsuelo, desplazándose en todas las direcciones, y que conforme avanzan hacia la superficie terrestre aumentan de intensidad, al dar con materiales más blandos.
Causas de los sismos
Las causas principales de un sismo son naturales, aunque también pueden darse como consecuencia excepcional de ciertas actividades humanas. Una lista de causas frecuentes incluiría lo siguiente:
Causas naturales:
- La colisión y el rozamiento de dos placas tectónicas, lo cual no sólo da origen a movimientos sísmicos, sino diferentes tipos de orogenia y cambios geológicos.
- Las erupciones violentas de volcanes, que sacuden sus alrededores conforme el magma retenido brota a la superficie.
- Deslizamientos masivos como avalanchas o hundimientos geológicos subterráneos, como el colapso de los techos de las cavernas.
- Variaciones muy bruscas de la presión atmosférica, como en el caso de los ciclones.
Causas humanas:
- El uso sostenido de la generación eléctrica geotérmica, al enfriar repentinamente el subsuelo al introducir agua para evaporar, puede ocasionar pequeños sismos locales.
- El “fracking” o fracturación hidráulica para la extracción de hidrocarburos, una técnica que consiste en aumentar las grietas o conductos en los que se alojan las sustancias deseadas, inyectando agua a muy altas presiones.
- Las explosiones nucleares subterráneas y otros experimentos bélicos de gran intensidad.
Consecuencias de los sismos
Un sismo perfectamente puede no tener consecuencias apreciables a simple vista, al menos para quienes estamos en la superficie. Pero también puede traer consigo consecuencias más o menos desastrosas, capaces de costar numerosas vidas, como son:
- Corrimientos y deslizamientos de tierra, como avalanchas, aludes o derrumbes parciales de elevaciones del terreno.
- Rupturas y licuefacción del suelo, ya que al someterse los materiales superficiales al movimiento repentino e intenso, éstos pueden quebrarse, separarse o perder su cohesión, convirtiéndose en este último caso en una sustancia blanca o semi líquida.
- Maremotos, inundaciones y tsunamis, en los casos en que el temblor se produzca en las cercanías de grandes cuerpos de agua, las ondas pueden transmitirse al líquido y producir grandes olas de tamaño descomunal y otros comportamientos inusuales.
- Incendios y daños urbanos, como consecuencia del derrumbe de edificaciones, exponiendo cañerías de gas y derrumbando tendidos eléctricos.
Tipos de sismo
Dependiendo de sus características tectónicas, los sismos pueden clasificarse en:
- Sismos interplaca, también conocidos como terremotos de subducción, se producen en regiones de contacto entre dos placas tectónicas, cuando la presión entre ellas vence a la resistencia mecánica que las traba y se produce un desplazamiento en alguna dirección. Su intensidad, de hecho, depende de la cantidad del movimiento producido.
- Sismos intraplaca de profundidad media y elevada, semejantes a la categoría anterior, pero producidos en el interior de la placa y no en sus extremos en contacto con otra. Son, sin embargo, mucho menos comunes.
- Sismos corticales o superficiales, producidos a baja profundidad, como consecuencia de las deformaciones y los esfuerzos que sufren las placas continentales de la litósfera, al hallarse en un punto de convergencia de placas tectónicas.
- Sismos de placa oceánica, producidos como su nombre lo indica en las placas tectónicas submarinas, especialmente en el inicio de procesos de subducción, suelen estar asociados a maremotos.
- Sismos por falla transformante, producidos por el choque de dos placas tectónicas, pero no en el lugar mismo del encuentro, sino mucho más allá, debido a los esfuerzos transmitidos y al desplazamiento lateral producido entre las placas encontradas.
Por otro lado, una segunda forma común de clasificar los sismos es la que toma en consideración la profundidad de su foco. Según ello, tendríamos sólo tres categorías:
- Sismos superficiales, producidos en una franja de la corteza terrestre no más allá de los primeros 70 kilómetros de profundidad.
- Sismos intermedios, producidos en una profundidad mayor que oscila entre los 70 y los 300 kilómetros bajo tierra.
- Sismos de profundidad, producidos fuera de los límites de la litósfera, más allá de los 300 kilómetros de profundidad.
Elementos de un sismo
El estudio sistemático de los sismos ha revelado que poseen ciertos elementos comunes, como son:
- El foco sísmico o hipocentro, que es el punto de origen del sismo bajo tierra, hallado en algún punto de la litósfera.
- El epicentro, en cambio, es la proyección vertical en la superficie terrestre del hipocentro, o sea, el punto en esta última que se halla directamente arriba del foco del sismo, y es el lugar en el que tradicionalmente ocurre la mayor cantidad de daño.
- La magnitud, que es la fuerza o intensidad con que se produce el sismo, y que se puede medir en diferentes escalas sismológicas, siendo la más famosa de todas la Escala de Richter, llamada así en honor al sismólogo estadounidense Charles F. Richter.
Sigue con: Desastres naturales
Referencias
- “Terremoto” en Wikipedia.
- “Sismos y terremotos” en la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.
- “¿Qué es un sismo?” en Ministerio de Seguridad de Argentina.
- “Diferentes tipos de sismos” (video) en TV Estado de México.
- “SISMOS: Causas, características e impactos” en el Servicio Geológico Mexicano.
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