Te explicamos qué son las palabras monosémicas, sus características y ejemplos. Además, las diferencias con las palabras polisémicas y las palabras homónimas.
¿Qué son las palabras monosémicas?
Las palabras monosémicas son aquellas que poseen un único significado. Por ejemplo: reloj, bolígrafo, colibrí, jazmín, gripe, destornillador. Se diferencian de las palabras polisémicas, que tienen dos o más significados. Por ejemplo: banco puede designar un tipo de asiento, una entidad financiera o un grupo de peces, entre otros.
Las palabras que cuentan con la propiedad de la monosemia siempre tienen el mismo significado, sin importar en qué contexto aparecen. Por ejemplo: Matías juega con el láser. / El profesor señaló el pizarrón con un láser.
Así, las palabras monosémicas presentan grandes ventajas, porque permiten transmitir mensajes más claros y precisos, dado que no dependen tanto del contexto. De esta forma, reducen el riesgo de ambigüedad o confusión en la comunicación.
Por sus características, estas palabras se emplean frecuentemente en ámbitos especializados, como el académico, el técnico, el jurídico, el científico y el tecnológico. Si bien algunos términos comunes del habla cotidiana son monosémicos, la mayoría suelen ser polisémicos, porque tienen varios matices y sentidos posibles, que dependen del contexto de uso.
Preguntas frecuentes
¿Qué son las palabras monosémicas?
Las palabras monosémicas son las que tienen un único significado en cualquier contexto.
¿Cuáles son ejemplos de palabras monosémicas?
Algunos ejemplos de palabras monosémicas son televisor, sofá, pegatina, migraña, tos, pixel, multa.
¿En qué se diferencian las palabras monosémicas de las polisémicas?
Se diferencian en que las palabras polisémicas tienen dos o más significados que varían según el contexto.
¿Cómo se identifican las palabras monosémicas?
Se debe buscar el término en el diccionario. Si solo aparece una definición, la palabra es monosémica, y si aparecen dos o más, es polisémica.
- Ver también: Semántica
Ejemplos de palabras monosémicas
Algunos ejemplos de palabras monosémicas son elefante, pizza, sacapuntas, piano, gelatina, ropa, estrés, neurona, molécula.
Más ejemplos de palabras monosémicas:
arquitecto | dron | prudente |
arrendatario | fotosíntesis | reciclaje |
bacteria | geometría | reflexionar |
biodiversidad | Internet | rímel |
biología | mamut | solidificación |
carnet | megáfono | telescopio |
ciclismo | microscopio | termómetro |
criptomoneda | módem | tiranosaurio |
cumpleaños | pandemia | varicela |
dentífrico | pararrayo | vincha |
Diferencia entre palabras monosémicas y polisémicas
Al contrario de las palabras monosémicas, las palabras polisémicas son las que tienen múltiples significados.
Las palabras monosémicas se identifican porque en el diccionario tienen una sola definición. Por ejemplo, al buscar la palabra tucán, solo aparece una definición que describe a este tipo de ave.
En cambio, cuando se buscan palabras polisémicas en el diccionario, aparecen dos o más definiciones. Por ejemplo:
Gato
- Felino doméstico de cuatro patas.
- Herramienta mecánica o hidráulica para levantar objetos pesados.
- Danza típica de Uruguay y Argentina.
Cabo
- Punta de tierra firme que se interna en un mar o un océano.
- Punta de algo.
- Rango militar de suboficiales.
- Cuerda o soga, en la jerga marítima o náutica.
- Final de algo.
Palabras monosémicas | Palabras polisémicas | |
---|---|---|
Definición | Tienen un solo significado. | Tienen dos o más significados. |
Identificación | Tienen una sola definición en el diccionario. | Tienen dos o más definiciones en el diccionario. |
Ejemplos | cocodrilo, estantería, abrelatas | corazón, estrella, público |
- Más en: Polisemia
Palabras homónimas
Las palabras homónimas son aquellas que, a pesar de escribirse y/o pronunciarse igual, tienen significados totalmente diferentes.
Las palabras homónimas pueden ser de dos tipos:
- Palabras homógrafas. Poseen la misma escritura, pero significados totalmente diferentes. Por ejemplo: las palabras nada (ninguna cosa) y nada (del verbo nadar).
- Palabras homófonas. Poseen una misma pronunciación, pero dos significados totalmente distintos. Pueden escribirse de la misma manera o no. Por ejemplo, las palabras votar (elegir a un candidato en elecciones) y botar (tirar a la basura).
Sigue con:
Referencias
- Real Academia Española. (2014). Diccionario de la lengua española (23.ª ed.). https://dle.rae.es
- Ríos Hernández, I. (2010). El lenguaje: herramienta de reconstrucción del pensamiento. Razón y Palabra, 72.
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