Novela policíaca

Te explicamos qué es la novela policíaca y cuáles son sus características, su historia y sus tipos. Además, sus autores y obras más importantes.

¿Qué es la novela policíaca?

La novela policíaca, también llamada novela policial, criminal o detectivesca, es un subgénero de la novela que se caracteriza por contar historias sobre crímenes y delitos. Generalmente, está protagonizada por un detective, periodista o policía que se encarga de resolver el caso.

Así como el cuento policial, la novela policíaca construye su trama en torno a un enigma, oculto para el lector y el detective, que se irá develando con el transcurrir del relato. Al final, tanto el lector como el detective conocerán los pormenores del delito y sabrán quién es el culpable.

Este subgénero narrativo es uno de los más populares de la literatura comercial y ha tenido una profunda influencia en el género de las historietas y pulp, así como en filmes y series de televisión. De hecho, algunos detectives ficticios particularmente famosos, como Sherlock Holmes o Hércules Poirot, siguen inspirando nuevas versiones de sus relatos, a pesar del paso de los años.

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Características de la novela policíaca

En términos generales, la literatura policial se caracteriza por:

• Cuenta historias de crímenes. Su trama gira en torno a asesinatos, robos, secuestros, entre otros, cuya resolución está siempre en manos de un policía, detective, investigador o periodista.
• El relato avanza a medida que surgen nuevas pistas. Conforme se avanza en la lectura, se aproxima la resolución del crimen y la condena del culpable. Esto usualmente requiere de los talentos deductivos y la sagacidad del investigador.
• Se narra en primera o tercera persona. Usualmente, la novela policíaca está narrada desde el punto de vista de un testigo, del propio detective o de su ayudante.
•  Se exaltan las leyes y el orden social. La resolución del misterio involucra casi siempre el hacer justicia y restablecer el statu quo de la sociedad. Sin embargo, en algunos casos se elaboran visiones cínicas o nihilistas de la sociedad, sobre todo en los policiales negros.

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Tipos de novela policíaca

Existen dos subgéneros de la novela policíaca, cada uno de los cuales posee rasgos propios. Estos subgéneros son el policial clásico y el policial negro.

• Policial clásico. Este tipo de relatos detectivescos se centra en la resolución del caso por parte del detective, quien encarna los valores morales más altos de la sociedad. El relato avanza conforme el detective se aproxima a la verdad y al final casi siempre el orden social es restablecido.
• Policial negro o noir. Este tipo de relatos detectivescos difiere del policial clásico en que ofrece una perspectiva más pesimista, nihilista y desordenada de la realidad, en la que a menudo la línea entre el bien y el mal no está claramente delimitada. De hecho, el detective mismo puede incurrir en delitos o prácticas poco éticas para resolver el caso.

Por otro lado, se distinguen tres tradiciones culturales diferentes del relato detectivesco, cada una de las cuales presenta también características propias. Ellas son:

• La escuela inglesa. Es la corriente más tradicional y apegada a los orígenes del género. Sus relatos suelen responder a la fórmula del whodunit? (contracción en inglés que significa: “¿quién lo hizo?”), es decir, se tratan de crímenes para los cuales hay muchos sospechosos y uno solo es el culpable. Estos relatos, además, suelen ocurrir en los estratos sociales altos de la sociedad.
• La escuela estadounidense. A menudo denominada hard-boiled o “barriobajera”, añade complejidad a los crímenes narrados en la medida en que suelen hallarse insertos en un contexto de intriga y corrupción. Es común que estos relatos tengan lugar en el contexto de la Gran Depresión de 1929.
• La escuela española. La más joven de las tres tradiciones, suele tener un tinte más político, y sus ficciones suelen reflejar la decadencia de las instituciones españolas o latinoamericanas en el siglo XX.

Estructura de la novela policíaca

La estructura de los policiales puede ser muy diversa, dependiendo de las preferencias del escritor, de la anécdota contada y de la historia de los personajes. Sin embargo, en general, responde a la división aristotélica del relato: inicio, complicación y desenlace.

• Inicio. En esta primera sección, se dan los pormenores del crimen, se cuenta cómo se lo descubrió o cómo llegó el detective a saber sobre él. Es decir, se plantea la situación inicial que lo involucra en el relato.
• Complicación. En esta sección, se despliega el desarrollo de la investigación detectivesca, con las peripecias que el detective encuentra en el camino a medida que va juntando pistas para descubrir al criminal.
• Desenlace. En esta sección, se presenta la revelación del crimen o del criminal, gracias a la astucia o la inteligencia del detective. Tradicionalmente, esto conduce al castigo de los culpables y a algún tipo de reflexión sobre la naturaleza de la sociedad.

Historia de la novela policíaca

Los orígenes de la novela policíaca se remontan en un sentido estricto a 1840, aunque el género tiene precursores en la literatura de la Antigüedad. Desde sus comienzos, sin embargo, se consideró como un tipo “bajo” de literatura, o sea, de poco valor estético, dado que durante mucho tiempo el crimen fue considerado un tema vulgar.

Los primeros policiales en publicarse pertenecieron a otros estilos narrativos, como la novela gótica (como el Frankenstein, de Mary Shelley) o la novela de terror, en cuyos argumentos se contaban crímenes escalofriantes producidos en situaciones misteriosas.

El nacimiento del género policial propiamente dicho se suele ubicar en la obra del autor estadounidense Edgar Allan Poe (1809-1849). Sus cuentos suelen girar en torno a un robo o un homicidio misterioso, como “Los crímenes de la calle Morgue” (1841), “El misterio de Marie Rogêt” (1842-43), “La carta robada” (1844) y “El escarabajo de oro” (1843), protagonizados por el detective ficticio Auguste Dupin.

Este personaje fue de mucha influencia para autores posteriores, como el irlandés Arthur Conan Doyle (1859-1930), creador del célebre detective Sherlock Holmes. Junto a su acompañante, el doctor Watson, Holmes protagonizó novelas como Estudio en escarlata (1887), El signo de los cuatro (1890) y Las aventuras de Sherlock Holmes (1891-1892).

Otro nombre importante en la fundación del género detectivesco es el de Agatha Christie (1890-1976), autora y dramaturga británica célebre por novelas como El asesinato de Roger Ackroyd (1926), Asesinato en el Orient Express (1934) y Muerte en el Nilo (1937), todas protagonizadas por el detective Hércules Poirot.

Posteriormente, el relato detectivesco creció y se hizo mucho más popular, a menudo de la mano de las secciones de sucesos de la prensa escrita. Fue cultivado sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, especialmente por autores de tradición anglosajona y española. En el siglo XXI, el relato policial escandinavo constituye el referente más actual de este género novelístico.

Autores de novelas policíacas

Algunos de los principales autores de la novela policíaca fueron:

• Edgar Allan Poe (1809-1849). Aunque el grueso de su obra lo constituyeron cuentos y no novelas, en ellos el crimen y la figura del detective (Auguste Dupin) estuvieron muy presentes. Fue un autor clave para la literatura mundial del siglo XIX y sentó las bases para el surgimiento del género policial.
• Sir Arthur Conan Doyle (1859-1930). Escritor y médico británico, fue autor de diversos relatos policiales y de ciencia ficción. Es particularmente conocido por su detective Sherlock Holmes, el más famoso de toda la literatura del género policial.
• Agatha Christie (1890-1976). Escritora y dramaturga británica, su obra se centró en el policial de la mano de su personaje más célebre, el detective Hércules Poirot. A lo largo de su carrera, publicó 66 novelas policiales, que junto al resto de su obra han hecho de ella la autora más vendida de todos los tiempos, según los récords Guinness.
• Dashiell Hammett (1894-1961). Escritor estadounidense de novela negra, cuentos cortos y guiones cinematográficos, escribió bajo diversos seudónimos una obra fundamental en el género criminal. Sus detectives más conocidos fueron Sam Spade y la pareja Nick y Nora Charles.
• Raymond Chandler (1888-1959). Considerado el gran autor estadounidense de la novela negra, fue quien le atribuyó al género una dignidad y un prestigio literarios de los que inicialmente carecía. Su obra es vasta y gran parte de ella ha sido llevada al cine. Además, su nombre acompaña al premio más prestigioso de novela negra entregado en la actualidad, en el Festival Noir In europeo.

Obras de novela policíaca

Algunas de las obras más conocidas de novela policíaca son:

• El misterioso caso de Styles (1920), Asesinato en Mesopotamia (1936), Muerte en el Nilo (1937) y Cita con la muerte (1938), de Agatha Christie.
• Estudio en escarlata (1887), El signo de los cuatro (1890) y El sabueso de los Baskerville (1902), de Arthur Connan Doyle.
• Cosecha roja (1929), El halcón maltés (1930) y El hombre delgado (1934), de Dashiell Hammett.
• El sueño eterno (1939), Adiós, muñeca (1940) y El largo adiós (1953), de Raymond Chandler.

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Referencias

• Cerezo, I. (2006). Poética del relato policiaco. De Edgar Allan Poe a Raymond Chandler. EDITUM.
• Rodríguez, H. (2022). La novela policíaca, negra y criminal. Arraigamiento en la literatura latinoamericana a partir de la obra de Rubem Fonseca y Roberto Bolaño. Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
• The Editors of Encyclopaedia Britannica. (2024). Detective story. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com