Te explicamos cuáles eran las principales diosas de la Antigua Grecia, las características de cada una y sus orígenes mitológicos.
¿Cuáles eran las principales diosas de la Antigua Grecia?
La cultura de la Antigua Grecia (1200-146 a. C.) se caracterizó por el gran desarrollo de su mitología, es decir, de los relatos y leyendas que conforman el sistema de creencias religiosas. Los griegos creían en la existencia de muchas divinidades y las representaban con forma humana. La vida de esos dioses estaba atravesada por los mismos elementos que la vida social humana: emociones, deseos, miedos, violencia, poder, celos, amor e ira.
Durante siglos, la mitología fue transmitida de generación en generación de manera oral, pero desde el siglo VIII a. C., los griegos comenzaron a escribir las historias de los dioses y las diosas. Gracias a autores como Hesíodo, Sófocles y Heródoto, podemos conocer hoy en día las historias que conforman la mitología griega, y quiénes y cómo eran sus principales dioses y diosas.
Entre las diosas más importantes de la mitología griega, se encuentran Hera, Afrodita, Atenea, Artemisa, Démeter y Perséfone. Estas mismas deidades fueron conocidas en la Antigua Roma y durante el periodo del Renacimiento con los nombres de Juno, Venus, Minerva, Diana, Ceres y Proserpina.
- Ver además: Dioses griegos de la Antigüedad
Características de las diosas griegas
Entre las principales características que tenían las diosas griegas, se encuentran las siguientes:
- Antropomorfismo. Todas las divinidades de la cultura griega eran representadas con forma humana y tenían las mismas emociones que las personas. La mitología griega está llena de historias atravesadas por la pasión, el drama y los conflictos de la interacción entre los dioses y las diosas.
- Inmortalidad. Los dioses y las diosas de la mitología griega eran inmortales, no envejecían y eran inmunes a las enfermedades. Existían desde el principio de los tiempos y podían transmitir la inmortalidad a sus hijos (dioses o semidioses).
- Vínculo con la naturaleza. Cada divinidad era asociada con diferentes elementos de la naturaleza o de la vida social, sobre los que tenían un poder especial. Estos aspectos podían ser tanto fenómenos, como la tormenta; emociones humanas, como el amor; acciones, como la guerra; o elementos naturales, como la tierra.
- Panteón. Las diosas y los dioses griegos estaban relacionados entre sí a partir de lazos familiares, matrimonios y conflictos, por lo que las historias de cada divinidad deben comprenderse en el marco más amplio del panteón griego.
- Culto. Cada diosa y dios griego era adorado en distintas ciudades a través de rituales y ceremonias diferentes. Muchas diosas tenían templos o santuarios especialmente dedicados a ellas.
- Ver también: Mitología griega
Hera (Juno para los romanos)
Hera era una de las diosas más importantes del panteón griego. Era reina del Monte Olimpo, patrona del matrimonio y protectora de las mujeres y los niños. Estaba asociada a la maternidad y al rol doméstico de la mujer. Se la representaba como una mujer joven, de vestidos hermosos y gran belleza, vistiendo a veces una corona. Entre sus emblemas, estaban un cetro adornado con un cuco (un pájaro) en la parte superior, la granada (un fruto) y el pavo real.
Hera fue una de las primeras diosas en ser venerada por los griegos, especialmente en la región de Samos. Allí, se descubrieron muchos antiguos templos en su honor, en los que se la honraba a través de diferentes ceremonias y sacrificios.
En el panteón olímpico, ocupaba un lugar de autoridad porque era la hermana y esposa de Zeus (rey de todos los dioses), e hija de Cronos y Rea (dioses primigenios). Así también, era madre de cuatro dioses: Ares, Hebe, Hefesto e Ilitía.
Si bien se le atribuía la protección de los matrimonios y la vida doméstica, en la mitología, su vínculo con su esposo era complejo e infeliz debido a las numerosas y continuas infidelidades de Zeus. Las historias de Hera están llenas de venganza contra las amantes y los hijos ilegítimos de su marido.
Afrodita (Venus para los romanos)
Afrodita fue otra de las diosas más importantes del panteón griego. Pertenecía al Monte Olimpo y era la diosa del amor, la belleza, la pasión y la fertilidad. Se la asociaba con el erotismo y a la vez con el amor sagrado del matrimonio. Era tan hermosa que todos los hombres que la veían se enamoraban de ella.
Existen diferentes versiones sobre el origen de Afrodita. Algunos autores indican que nació de la espuma del mar, cuando el dios Cronos mutiló a su padre, el titán Urano, y lo arrojó al océano. Por eso, en algunas obras de arte se la representa montando una concha marina. Otros autores describen a Afrodita como hija del dios Zeus y Dione.
Afrodita estaba casada con Hefesto, pero sus historias relatan que tuvo muchos amantes. Entre ellos, estaban Ares (dios de la guerra), Poseidón (dios del mar), Hermes (dios de la comunicación) y Dionisio (dios del vino). Con su marido y sus amantes, Afrodita tuvo dieciséis hijos.
El culto a Afrodita era común en toda Grecia, y se celebraban festivales anuales en su honor: las Afrodisias. Era especialmente venerada en las ciudades de Pafos, Amatunte y Corinto, como protectora de la fertilidad y también asociada con los ciclos de la naturaleza.
- Más en: Afrodita
Atenea (Minerva para los romanos)
Atenea era venerada en Grecia como una diosa guerrera que estaba asociada a numerosas virtudes, y era una de las principales deidades del Monte Olimpo. Su culto era común en toda Grecia y sus áreas de influencia cultural, pero se la consideraba especialmente patrona de Atenas y de la región del Ática.
Por un lado, era adorada como diosa de la guerra (la contraparte femenina del dios Ares). Por otro lado, se la asociaba con la paz y la compasión; así como con las artes y los oficios, la inteligencia y la perspicacia. En Atenas, se la adoraba como diosa de la sabiduría.
La diosa Atenea aparece involucrada en numerosas historias. En ellas, suele tener un rol que se destaca por su inteligencia y su asistencia a los héroes (como Odiseo, Jasón y Diómedes).
Existen diferentes versiones sobre su origen. Según algunos autores, Atenea nació de la cabeza de Zeus, cuando Hefesto se la partió con un hacha. Zeus se había comido a su amante, la diosa Metis, porque se decía que de ella nacería la divinidad que gobernaría a todos los dioses. Otros relatos describen que Atenea apareció al costado de un lago y fue nutrida por tres ninfas (espíritus femeninos de la naturaleza).
Artemisa (Diana para los romanos)
En la tradición griega, Artemisa fue una diosa muy importante, especialmente venerada en Arcadia, la isla de Creta y las ciudades de Asia Menor y de Magna Grecia. Era la diosa de la caza, el parto y la castidad.
En Esparta, los famosos guerreros griegos le dedicaban sacrificios antes de marchar a la batalla, y era común que las jóvenes doncellas fueran enviadas a sus templos a servirle durante un año.
Artemisa era una diosa cazadora, asociada a los animales salvajes, el terreno salvaje, la castidad y el parto. Se la representaba llevando un arco y un carcaj de flechas, a veces en compañía de un ciervo y un árbol ciprés. Era hija de Zeus y Leto, hermana gemela de Apolo y rival de la diosa Afrodita, con quien se enfrentaba constantemente y competía por el favor de los mortales.
En las historias, se describe a Artemisa con una doble actitud: benevolente, por un lado, pero vengativa y violenta, por el otro. Castiga a todas las ninfas (espíritus de la naturaleza que la atienden) que se enamoran o dejan de ser castas, y a aquellos dioses que atentan contra su castidad.
En uno de los mitos, Artemisa se enamora de Orión, que también es un gran cazador. Sin embargo, la diosa es engañada por su hermano Apolo y termina matando a su amor con una flecha.
Démeter (Ceres para los romanos)
Démeter o Demetra era una de las deidades más antiguas de la religión griega. Era la diosa de la agricultura y de los ciclos de la naturaleza, razón por la cual se la veneraba como “portadora de las estaciones”.
Los roles asociados a Démeter eran diversos, casi siempre asociados a la tierra, la fundación, la legislación y la cosecha. Se creía que la humanidad le debía el conocimiento de la siembra y el cultivo, por lo que su culto era especialmente popular en las regiones agrícolas.
Démeter era hermana de Zeus en la mitología y madre devota de Perséfone, quien era consorte del dios de los muertos, Hades.
El mito cuenta que Perséfone fue raptada por Hades (dios del inframundo) y que Démeter invirtió gran tiempo en buscarla por la tierra, hasta enterarse de que regía junto al señor del inframundo. Zeus intercedió a su favor y así se llegó a un arreglo entre las partes: Perséfone estaría seis meses con su madre y seis meses junto a Hades.
Los griegos vinculaban este mito al origen de las estaciones. Los primeros seis meses, Démeter estaba feliz junto a su hija y la agasajaba con flores y frutos (primavera y verano), mientras que el resto del año lamentaba su ausencia y, por eso, los suelos se enfriaban y resecaban (otoño e invierno).
Perséfone (Proserpina para los romanos)
Hija de Zeus y Démeter, Perséfone se convirtió en la diosa del inframundo. Allí reinaba sobre los muertos junto con Hades. Luego de que su madre y su esposo llegaran a un acuerdo, Perséfone vivía seis meses en la tierra y seis meses en el inframundo.
Su matrimonio con Hades era uno de los más felices de la mitología griega, y su autoridad en el inframundo era equivalente a la de su esposo. Perséfone era una diosa implacable, apodada en la Odisea como la “reina de hierro”.
En uno de los relatos, Perséfone muestra su clemencia con el héroe Orfeo, cuya música es tan conmovedora que la diosa le permite bajar al inframundo y recuperar a su esposa, Eurídice. La única condición es que, al llevársela de vuelta, camine delante de ella y no vuelva nunca el rostro hasta llegar a la superficie. Orfeo acepta el trato, pero no puede soportar la incertidumbre de saber si su amada lo sigue. Al mirar atrás, incumple lo pactado y vuelve a perderla.
Hades y Perséfone no tuvieron descendencia, y los intentos de Hades por tener otras concubinas fueron siempre castigados por su esposa, que transformaba a sus amantes en árboles o plantas. En cambio, la propia Perséfone fue seducida por Zeus bajo la forma de una serpiente, y engendró así a Zagreo.
Genealogía de las diosas y los dioses griegos
En la mitología griega, los dioses pertenecían a diferentes generaciones. La primera generación era la de las divinidades primigenias, llamadas “titanes”, creadoras de todas las cosas. Entre ellas, se encuentran Urano (dios del cielo) y Gea (diosa de la tierra), de quienes descienden todos los dioses.
La segunda generación estaba integrada por los dioses olímpicos. El dios Zeus lideró una guerra victoriosa en contra de los titanes y estableció un nuevo orden. Esta generación de dioses residía en el Monte Olimpo y gobernaba todo el cosmos. Zeus y Hera eran los reyes olímpicos y cada una de las divinidades influenciaba diferentes aspectos de la vida humana. Por ejemplo, Atenea era la diosa de la sabiduría; Apolo, el dios del sol; Artemisa, la diosa de la caza y Afrodita, la del amor.
La tercera generación integraba a diferentes semidioses y héroes que descendían de la unión de dioses y mortales. Entre ellos, se encuentran Hércules (hijo de Zeus y la mortal Alcmena), Aquiles (hijo de la diosa Tetis y el mortal Peleo) y Perseo (hijo de Zeus y la mortal Danae).
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Referencias
- Ackermann, M. E., Schroeder, M. J. y otros. (2008). Greek mythology and pantheon. Encyclopedia of World History. The Ancient World. Prehistoric Eras to 600 c.e. Vol I. Facts on File.
- Daly, K. (2004). Introduction; Hera; Aphrodite; Athene; Artemis; Démeter; Persephone. Greek and Roman Mythology. A to Z. Facts on File.
- Evslin, B. (2012). Gods, Demigods and Demons. An Encyclopedia of Greek Mythology. Open Road Media.
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