Te explicamos qué es una fábula, cómo fue su historia y cuáles son las características de su estructura, personajes, temas, narración y más.
¿Qué es una fábula?
Una fábula es un tipo de relato breve dotado de una lección explícita y moralizante, es decir, de una enseñanza final conocida como moraleja o fabulación. Se trata de un género literario muy antiguo, cuyos personajes suelen ser animales y objetos dotados de habla y sentimientos humanos.
La palabra fábula proviene del latín fabulare, traducible como “hablar”, de modo que una fábula era, inicialmente, una habladuría, algo que se contaba o de lo que se hablaba a menudo. Sin embargo, con el paso del tiempo esta palabra pasó a tener significados similares a “obra teatral” o “relato”. De allí que hoy en día tengamos palabras como “fabuloso”, que usamos para decir que algo es tan bueno que parece sacado de una fábula.
Las fábulas fueron ampliamente cultivadas en la antigüedad clásica, y muchas de las antiguas fábulas griegas (como las de Esopo) sobrevivieron hasta nuestros días. Aun así, este tipo de relatos no se dejó de cultivar a lo largo del Medioevo y el Renacimiento, gracias a destacados fabulistas como los franceses Jean de La Fontaine (1621-1695) o Jean-Pierre de Claris de Florian (1755-1794), y muchos otros autores posteriores.
A continuación veremos las principales características de una fábula.
Ver también: Cuento fantástico
Características de la fábula
1. Se trata de narraciones breves
Las fábulas suelen ser textos de poca o muy poca extensión, que cuentan una serie de eventos más o menos fantásticos de manera muy simple. Es usual que una fábula se extienda entre unas pocas líneas y unas pocas páginas, apenas lo suficiente para involucrar al lector y conducirlo hacia la moraleja final. Esto se debe también a que originalmente eran textos destinados a ser recitados o rememorados, usualmente a niños y jóvenes o a un público muy poco instruido formalmente, como un instrumento de educación moral, ética o religiosa.
2. Tienen una moraleja final
El rasgo distintivo de la fábula es, en general, su mensaje pedagógico o moralizante que le sirve de cierre y que suele consistir en una enseñanza para la vida social, emocional o espiritual, impartida a través de un ejemplo ficcional o fantástico. Esta moraleja casi siempre se da de manera explícita, o sea, es explicada por el propio narrador de la fábula para que sea comprendida por el lector.
3. Constituyen un género literario popular
Las fábulas pertenecen al mundo de la literatura, pero no de la literatura culta y exigente con sus lectores, sino de las formas populares que encarnan de manera sencilla los valores morales y sociales de una sociedad determinada. De este modo, las fábulas occidentales pueden diferir enormemente de las provenientes del Oriente, ya que las perspectivas religiosas, culturales y sociales de una civilización no siempre coinciden con las de otras.
Sin embargo, numerosos compendios de fábulas se editaron y publicaron desde los años del Renacimiento, y la obra de los grandes fabulistas de la historia es considerada hoy en día una valiosa expresión artística e histórica.
4. Tienen una estructura lineal y sencilla
Los relatos contenidos en las fábulas no suelen ser muy complicados, sin saltos temporales ni artificios que compliquen la comprensión del mensaje. Es decir, se rigen normalmente por una estructura clásica:
- Inicio. La descripción de una situación inicial, de relativo equilibrio.
- Complicación. La narración de una serie de eventos que complican el panorama.
- Desenlace. La resolución del conflicto o nudo narrativo y el establecimiento de la lección a aprender.
La moraleja suele estar siempre en el último segmento de la fábula, aunque en algunos casos también se la enuncia al comienzo del relato.
5. Sus personajes suelen ser animales y objetos humanizados
Las fábulas en su mayoría son protagonizadas por animales, aunque dotados de rasgos humanos como el habla y el pensamiento. Dichos animales suelen responder a un conjunto de arquetipos culturales de muy antiguo origen, y según los cuales a cada animal se le atribuye un conjunto de rasgos o características predominantes.
Por ejemplo, los depredadores (tigres, leones, entre otros) suelen ser orgullosos y arrogantes, mientras que los herbívoros de gran tamaño (vacas, rinocerontes, entre otros) más bien sosegados y benévolos. Asimismo, a los animales pequeños y veloces (conejos, zorros, entre otros) se les atribuye astucia e inteligencia.
También puede ocurrir que en la fábula aparezcan dioses o deidades de distinto tipo.
6. Se narran en tercera persona
En general, el narrador establecido para las fábulas es la tercera persona omnisciente, es decir, un narrador que se vincula con lo que cuenta como un testigo, pero que al mismo tiempo es capaz de saber lo que piensan, sienten o traman los distintos personajes. De esta manera, el narrador puede expresar la totalidad de los detalles del relato.
7. Su narración es atemporal
La narración que contienen las fábulas ocurre siempre en un espacio ancestral, mítico o intemporal, es decir, no se enmarcan en ningún momento histórico conocido, en ninguna época determinada, sino que suelen ocurrir en un lugar y un tiempo lejanos, imprecisos, a veces anteriores al mundo tal y como lo conocemos.
8. Sus temas suelen ser los vicios humanos
Dado que se trata de relatos con una clara intención pedagógica, las fábulas se suelen ocupar de temas vinculados con los vicios, las actitudes dañinas y los defectos morales de la humanidad, como el egoísmo, la avaricia, la mentira o la flojera. Estos vicios son criticados a lo largo de la fábula y se le atribuyen generalmente a un animal en específico, de manera tal de ofrecer un ejemplo y un contraejemplo. Por ejemplo, en la fábula de la hormiga y la cigarra, a la primera se le atribuye una actitud precavida e industriosa, y a la segunda la flojera y la comodidad.
9. Pueden estar escritas en verso o en prosa
Las fábulas de la antigüedad estaban normalmente escritas en verso rimado, un rasgo heredado de los tiempos en que no existía la escritura y era necesario contar con algún tipo de mecanismo de memorización para poderlas recitar de manera correcta y completa. Esta manera de escribirlas se conservó durante mucho tiempo, pero eventualmente se hizo normal que se las escribiera también en prosa, sin rima ni versificación, a la manera de los cuentos modernos.
10. Existen dos tipos básicos de fábula
Dependiendo de su estructura y de la manera de presentar la moraleja, las fábulas se pueden clasificar en dos tipos:
- Fábulas agonales. Son aquellas en las que se plantean dos opiniones, posturas ante la vida o maneras de pensar, una de las cuales es castigada y la otra recompensada. Por ejemplo: la fábula de la hormiga y la cigarra.
- Fábulas etiológicas. Son aquellas que recogen un contenido religioso, mítico o fundacional perteneciente a una cultura determinada, generalmente vinculado con la creación del mundo y/o de la humanidad. Por ejemplo: la fábula de Esopo sobre los cuadrúpedos y las aves.
Otras formas de clasificación pueden distinguir entre las fábulas protagonizadas por animales, por dioses, por personas, entre otras.
Sigue con: Texto narrativo
Referencias
- “Fábula” en https://es.wikipedia.org/
- “Etimología de Fábula” en el Diccionario Etimológico Castellano En Línea. http://etimologias.dechile.net/
- “Características de la fábula” (video) en Educa Hoy. https://www.youtube.com/
- “Fable (literature)” en https://www.britannica.com/
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