Te explicamos qué es la voluntad y cuál es su sentido en la filosofía y en el derecho. Además, la fuerza de voluntad.

¿Qué es la voluntad?
La voluntad es la capacidad de una persona para tomar decisiones y orientar su conducta hacia un propósito de manera consciente. Implica actuar con intención propia, elegir entre distintas opciones y asumir la responsabilidad por esas elecciones. Por eso, las acciones realizadas bajo coacción o sin plena lucidez no se consideran voluntarias.
La voluntad también se relaciona con los deseos y los propósitos personales. En el lenguaje cotidiano, aparece en expresiones como “buena voluntad” o “mala voluntad”, que señalan la intención con la que se actúa.
Además, el término se usa con otros sentidos específicos, como la “última voluntad” (para referir al testamento) o la “voluntad divina” (en alusión a la voluntad de Dios).
Etimología de “voluntad”
La palabra “voluntad” proviene del latín voluntas, derivado del verbo velle (“querer”). Se relaciona con el deseo, los propósitos y las decisiones que expresan lo que una persona quiere que ocurra.
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Puntos clave
- La voluntad es la facultad de decidir de forma consciente y dirigir la conducta hacia un fin.
- En la filosofía, se la entiende como un principio central de la acción humana y de la vida moral.
- En el derecho, es la intención consciente que guía un acto y permite distinguir entre acciones voluntarias, involuntarias o realizadas bajo coacción.
- La fuerza de voluntad permite sostener un esfuerzo y resistir impulsos para alcanzar una meta.
La voluntad en la filosofía

La voluntad ha sido un tema central en la reflexión filosófica desde la Edad Antigua. Platón (c. 427-347 a. C.) la vinculó con la capacidad para dirigir la propia conducta. Por su parte, Aristóteles (384-322 a. C.) la relacionó con la ética y la virtud, al plantear la importancia de elegir el bien de manera consciente.
El pensamiento cristiano desarrolló el concepto de “libre albedrío”, es decir, la facultad humana de decidir libremente y ser responsable de esas acciones.
Durante la Edad Moderna, pensadores como René Descartes (1596-1650) reflexionaron sobre la relación entre conocimiento y voluntad, y sostuvieron que las elecciones son más libres cuando están mejor fundamentadas.
Otros filósofos, como Baruch de Spinoza (1632-1677), Immanuel Kant (1724-1804) y Arthur Schopenhauer (1788-1860), dedicaron obras completas al tema. Schopenhauer consideró que la voluntad es la realidad última que subyace al mundo de los sentidos.
Por su parte, el francés Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), en su obra El contrato social, propuso el concepto de “voluntad general”, entendido como el interés colectivo del pueblo que en las democracias modernas fundamenta la autoridad del Estado.
Voluntad y deber
Immanuel Kant distinguió entre actuar por deber y actuar según el deber:
- Actuar por deber. Significa elegir libremente hacer lo correcto por respeto a la ley moral.
- Actuar según el deber. Implica cumplir una norma solo por conveniencia, miedo al castigo o presión externa.
Así, a partir de la noción de voluntad, Kant indagó en la naturaleza de la ética y de lo bueno. Concluyó que la moralidad auténtica depende de una disposición orientada al deber y guiada por los imperativos categóricos, que indican cómo debe actuar una persona de manera racional y autónoma.
Ver además: Filosofía
La voluntad en el derecho
En el ámbito jurídico, la voluntad se entiende como la intención consciente de una persona al realizar un acto. Para determinar la gravedad de un hecho, se evalúa la voluntad de quien realiza la acción, ya que no es lo mismo un acto cometido voluntariamente que uno accidental o realizado bajo coacción.
En el derecho, se distingue entre actos unilaterales y bilaterales. En los actos unilaterales, la acción de una sola persona es suficiente para generar efectos jurídicos. En cambio, en los actos bilaterales, no se habla de voluntad individual, sino de consentimiento de dos o más personas, como ocurre en un contrato.
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Fuerza de voluntad
La fuerza de voluntad es la capacidad de mantener un rumbo elegido, persistir ante las dificultades y posponer gratificaciones inmediatas para alcanzar objetivos más importantes. Se relaciona con la tenacidad y la determinación.
Cambiar hábitos (como dejar de fumar, estudiar con regularidad o iniciar una rutina de ejercicio) exige sostener la decisión incluso cuando el proceso resulta incómodo o agotador.
La fuerza de voluntad puede variar según el estado físico y emocional. Factores como una alimentación deficiente, el estrés o la falta de sueño influyen en la energía disponible para ejercer el autocontrol, mientras que el descanso y la estabilidad emocional suelen fortalecerlo.
Sigue con:
Referencias
- American Psychological Association. (s. f.). Willpower. https://www.apa.org
- Filosofía en español. (2015). Voluntad. https://www.filosofia.org
- Garrison, M. (2004). Psicología. McGraw Hill.
- Real Academia Española. (2024). Voluntad. Diccionario de la lengua española. https://dle.rae.es
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