Simbolismo

Te explicamos qué es el simbolismo en el arte, su contexto histórico y sus características. Además, sus principales representantes.

¿Qué es el simbolismo?

El simbolismo fue un movimiento artístico y literario de fines del siglo XIX, surgido en Francia y Bélgica, y es considerado uno de los más importantes de su época. Este movimiento reaccionó contra el realismo imperante en la Europa de entonces y propuso una fuga hacia lo onírico. Además, rescató el delirio y la experimentación con psicotrópicos, en una postura artística similar a la de los primeros románticos.

En su manifiesto literario de 1886, el poeta griego Jean Moréas (1856-1910) definió el simbolismo como “enemigo de la enseñanza, la declamación, la falsa sensibilidad y la descripción objetiva”, lo que significaba que no pretendía revelar, sino sugerir. Así, los simbolistas se proponían descubrir correspondencias ocultas entre las cosas del mundo sensible (es decir, el mundo percibido a través de los sentidos) e ir al encuentro de una realidad profunda, misteriosa y secreta.

La oscura poética del francés Charles Baudelaire (1821-1867), expresada especialmente en su obra fundamental Las flores del mal (1857),así como los relatos siniestros del estadounidense Edgar Allan Poe (1809-1849), fueron determinantes para configurar la estética simbolista.

Hacia 1870, los franceses Stéphane Mallarmé (1842-1898) y Paul Verlaine (1844-1896) comenzaron a teorizar y practicar de forma sistemática la poesía simbolista. Diez años después, ya había toda una generación adherida al movimiento, no solo en Bélgica y Francia, sino en muchas otras regiones.

Por su parte, el simbolismo pictórico surgió como reacción a las búsquedas de objetividad científica del naturalismo y el impresionismo. Apostó inicialmente por cierto alejamiento del realismo y luego por la recuperación del “sentido del arte”, es decir, la capacidad de suscitar emociones profundas, que para los simbolistas se había perdido a causa del predominio racionalista. Así, la pintura simbolista heredó el gusto del Romanticismo por los colores intensos, y en sus obras es frecuente hallar conceptos religiosos o místicos, además de escenas de relatos populares y tradicionales.

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Contexto histórico del simbolismo

Mientras que el realismo y el naturalismo entendían el arte como una forma de representación de las realidades sociales, políticas o cotidianas, el simbolismo valoraba la expresión de las emociones y los mundos subjetivos, oníricos y místicos. En su oposición a los movimientos racionalistas, se convirtió en una de las principales corrientes del posromanticismo.

En este sentido, el simbolismo es cercano al parnasianismo, pero surgió a partir de una división de sus filas con la aparición de los llamados “poetas malditos” a mediados del siglo XIX: Arthur Rimbaud, Charles Baudelaire, Paul Verlaine, Tristan Corbière y el Conde de Lautréamont, entre otros. La apelación de malditos proviene del poema “Bendición” de Baudelaire y del posterior libro Los poetas malditos, de Verlaine, y se refiere a su condición compartida de genios incomprendidos y parias sociales, que llevó a muchos de ellos a tener vidas signadas por las conductas autodestructivas y la tragedia.

Este grupo de poetas fue determinante en la evolución del parnasianismo hacia un estilo menos formal y perfeccionista, más subjetivo y vinculado con el hermetismo (una corriente filosófica antigua basada en la idea de que existía un conocimiento universal secreto y solo accesible para los iniciados), que finalmente dio lugar al simbolismo.

Asimismo, los simbolistas se opusieron a la tradición filosófica y artística fundada por la Ilustración francesa, así como a su visión cientificista, cosmopolita y racionalista del mundo. También se alejaron del pragmatismo materialista de la naciente sociedad industrial y reivindicaron como valores la intuición, la irracionalidad y la búsqueda espiritual.

Características del simbolismo

El movimiento simbolista se caracterizó por su interés en los aspectos espirituales o divinos, el mundo subjetivo y la exploración del inconsciente. En el ámbito visual, se inclinó por la saturación de los colores y las imágenes metafóricas.

Se interesó por lo onírico, lo espiritual y lo fantástico

Los simbolistas tenían una fascinación por lo oculto y lo misterioso, así como por los temas metafísicos y espirituales. Se dedicaron a explorar lo profundo de la condición humana a través de las emociones, la soledad, la alienación, la muerte o la admiración por la naturaleza y la divinidad, a partir de un uso metafórico y simbólico de lenguaje verbal y visual.

Se centró en la condición subjetiva del ser humano

A diferencia de los movimientos racionalistas precedentes, el simbolismo se ocupó de indagar en el universo subjetivo, personal, místico y emotivo del ser humano. En este sentido, abundaron los retratos de mundos demoníacos, de situaciones sexuales y de alteraciones mentales por drogas.

Apostó por el color en la pintura y se alejó del realismo

La pintura simbolista recurrió a los colores saturados y los contrastes para generar estados de ánimo, emociones, conceptos o sensaciones. En lugar de simular la realidad visible, los pintores simbolistas distorsionaban las formas para generar imágenes sugerentes, metafóricas y oníricas. Tuvieron gran influencia del poeta y pintor William Blake (1757-1827) y de los prerrafaelitas.

Se opuso a las tendencias literarias precedentes

El simbolismo literario renegó dela racionalidad y las pretensiones de objetividaddel realismo, así como del afán de perfeccionismo de los versos parnasianistas. Se enfocó, en cambio, en la creación de atmósferas y en la indagación del alma y el inconsciente a través de la imaginación y la intuición. Además, la poesía simbolista se caracterizó por la búsqueda de musicalidad en los versos por medio de recursos literarios y figuras retóricas.

Autores principales del simbolismo

A continuación, una lista de los principales representantes del simbolismo literario y pictórico.

Literatura

• Charles Baudelaire (1821-1867). Es el más célebre de los poetas malditos. Su poemario Las flores del mal (1857) marcó un importante cambio en la sensibilidad de la época, que dio pie al surgimiento del simbolismo y lo convirtió en uno de los grandes poetas de todos los tiempos. Son célebres sus odas a la vida bohemia y licenciosa, y se lo considera el primer autor en condensar la experiencia de la urbe metropolitana de la época en el vocablo “modernidad”.
• Conde de Lautréamont (1846-1870). Su nombre real era Isidore Ducasse. Fue un poeta franco-uruguayo no solo simbolista y decadentista, sino también considerado un precursor del surrealismo. Tuvo una vida corta y sin sus merecidos reconocimientos como poeta. Su principal y más célebre obra es Los cantos de Maldoror (1869).
• Stéphane Mallarmé (1842-1898). Fue uno de los poetas que mejor representó la estética simbolista, y que al mismo tiempo condujo a su superación. Antecesor de las vanguardias del siglo XX, es autor de una obra breve y ambiciosa, que inspiró a poetas posteriores como Rainer María Rilke y Paul Valéry. Se le atribuye la incorporación del verso libre y el desarrollo de una técnica poética centrada en un símbolo central, elementos típicos del movimiento simbolista y de sus sucesores.
• Arthur Rimbaud (1854-1891). Fue uno de los poetas franceses más precoces de la historia, pues desarrolló su obra entera antes de los 19 años, edad a la que abandonó las letras y se dedicó a viajar por África y Europa. Murió tras una larga agonía a los 37 años. Su obra no fue reconocida en vida, pero luego de su muerte influyó en la literatura de manera fundamental, en especial con sus poemarios Una temporada en el infierno (1873) y Las iluminaciones (1886).
• Paul Verlaine (1844-1896). Fue un poeta francés, central en el movimiento simbolista. Tuvo una vida fugaz, y si bien gozó de cierta fama en el mundo literario, vivió en medio de una gran miseria económica. Fue elegido en 1894 como “Príncipe de los poetas”. Murió prematuramente, a los 51 años de edad. Se destacó en prosa y poesía, y una de sus principales obras es Antaño y hogaño (1884).
• Paul Valery (1871-1945). Fue un escritor, poeta, ensayista y filósofo francés. No solo cultivó el simbolismo, sino que su obra encarnó la llamada “poesía pura” del período de entreguerras del siglo XX. Desarrolló una extensa obra crítica y poética, en la que se destacan las obras La velada con Monsieur Teste (1896) y El cementerio marino (1920). Fue un poeta fundamental, comentado ampliamente por Theodor Adorno, Octavio Paz y Jacques Derrida.

Pintura

• Gustave Moreau (1826-1898). Fue un pintor francés considerado precursor del simbolismo. Es conocido por su estética decadente, fuertemente influenciada por el arte italiano renacentista y por el Romanticismo. Sus obras persiguieron el imaginario grecorromano. Entre ellas, se destacan Edipo y la esfinge (1864) y Júpiter y Semele (1890).
• Odilon Redon (1840-1916). Fue un pintor francés, simbolista y precursor de la pintura surrealista. Su obra abarcó la pintura, la escultura, el grabado y la litografía. Fue relativamente desconocido hasta que una novela de Joris-Karl Huysmans, publicada en 1884, lo mencionó y popularizó. Era admirador de Edgar Allan Poe, de Charles Darwin y de su amigo Charles Baudelaire, a quien ilustró varios de sus libros. Cultivó una obra mayoritariamente en blanco y negro, a diferencia de los demás simbolistas.
• Édouard Vuillard (1868-1940). Fue un pintor e ilustrador francés que formó parte del grupo de artistas jóvenes los Nabis, creado bajo la influencia de Paul Gauguin. Pintó sobre todo espacios interiores, como puede apreciarse en Interior (1902) o en La dama elegante en el Moulin Rouge (1908).

Simbolismo y parnasianismo

El simbolismo puede entenderse como una evolución del parnasianismo. Se diferenció de este movimiento al negarse a seguir con su estética preciosista y apostar más bien por una oscura y hermética.

Sin embargo, la poesía de ambos movimientos presenta elementos comunes, como el empleo de juegos de palabras, la musicalidad de los versos y el compromiso con el “arte por el arte”, es decir, la idea de que el arte no debe tener una finalidad distinta que existir para sí mismo y su propia expresión.

La separación definitiva entre el simbolismo y el parnasianismo se produjo cuando Arthur Rimbaud y otros poetas decidieron publicar una serie de versos satirizando el estilo parnasianista y a sus principales autores.

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Referencias

• Moréas, J. (s.f.). Manifeste du Symbolisme. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. https://www.cervantesvirtual.com/
• Myers, N. (2007). Symbolism. Heilbrunn Timeline of Art History. The Metropolitan Museum of Art. https://www.metmuseum.org/
• Souriau, É. (1998). Diccionario Akal de Estética. Akal.