Te explicamos qué es la lectura y cómo se adquiere este hábito. Además, cuáles son las distintas técnicas de lectura y cómo leer un texto.
¿Qué es leer?
Leer es una actividad que consiste en comprender los signos de un texto escrito y decodificar su mensaje, es decir, atribuirle un sentido al contenido.
La lectura es un proceso mental y visual, en el que se deduce el significado de un texto, se interpreta su contenido, se comprende el mensaje y se realizan inferencias y cuestionamientos.
Además, leer es un proceso activo, puesto que el lector no solo recibe contenidos, sino que también reflexiona sobre ellos para construir sus propios significados.
No todas las personas comprenden lo mismo cuando leen un texto, puesto que hay distintos factores que interfieren en la construcción de su sentido:
- Las características del lector. El sentido que se le da a un texto varía según los conocimientos, las expectativas, los intereses, las experiencias, los objetivos y la competencia lectora de cada sujeto.
- Las características del texto. El sentido o la interpretación se modifica en función del tipo de texto que se lee. Por ejemplo, al leer un texto expositivo, se suele adquirir información sobre el mundo real, mientras que un texto literario es interpretado como ficción.
- Las características contextuales. El sentido de un texto se suele ver afectado por las circunstancias culturales, históricas y sociales en las que se lo lee.
Se aprende a leer a muy temprana edad, pero es necesario profundizar en técnicas de comprensión lectora para que esta actividad no sea solo superficial, sino de aprendizaje. Lo más importante no es leer rápido, sino leer bien. Leer bien implica comprender lo que se lee y así poder adquirir e interpretar el conocimiento.
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Hábitos y beneficios de lectura
Es importante que se fomente el hábito de leer en el hogar y en la escuela. En la actualidad, con el impacto de las nuevas tecnologías, muchas personas han disminuido la cantidad de tiempo que dedican a la lectura.
Sin embargo, se considera que tanto los niños como los adultos deben leer en los ámbitos educativos, profesionales y cotidianos, porque este hábito reporta muchos beneficios, entre ellos:
- Mejora distintas capacidades cognitivas. Permite que se desarrollen el análisis crítico, la concentración, el razonamiento, la capacidad de comparación, la relación de conceptos, la memoria, la imaginación, entre otras destrezas.
- Aumenta el vocabulario. Permite que se incorporen nuevas palabras y usos del lenguaje.
- Aumenta el conocimiento sobre temas específicos. Permite que una persona incorpore saberes sobre diversas temáticas.
- Mejora la capacidad de comprensión. Permite que se mejore no solo la comprensión lectora, sino también del discurso oral, lo que favorece la incorporación de ideas y teorías que no se conocían.
- Fomenta la curiosidad. Permite que los lectores se pregunten sobre diversos fenómenos, hechos e ideas.
- Mejora la ortografía y la escritura. Permite que se incorpore la correcta escritura de las palabras y que se mejore la producción de textos cohesivos y coherentes.
La capacidad lectora depende de muchos factores, por ejemplo, la complejidad del texto, la legibilidad, el tamaño de la letra, el paratexto, la concentración del lector, el cansancio, entre otros.
Sin embargo, para fomentar este hábito, se recomienda despertar interés en el lector, promover que la actividad se desarrolle en un lugar tranquilo e implementar diversas técnicas, por ejemplo, la regresión, que consiste en releer partes del texto cuando se considera necesario para poder comprenderlo mejor.
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Técnicas de lectura
- Lectura secuencial. Es la forma tradicional de leer un texto, sin repeticiones ni omisiones e intentando comprender todas sus partes.
- Lectura puntual. Es aquella que consiste en leer únicamente fragmentos que son de interés para el lector.
- Lectura diagonal. Es aquella en la que se leen las partes especiales de un texto, como los títulos, las primeras frases de los párrafos, las palabras destacadas o clave y las citas.
- Escaneo o scanning. Es una lectura veloz del texto que consiste en leer las palabras y los fragmentos destacados, los títulos y los subtítulos. Sirve para formular una hipótesis sobre los temas y los conceptos del texto.
- Lectura rápida. Es similar a la lectura diagonal, pero procura mayor concentración, puesto que se lee todo el texto pero de forma veloz.
- Lectura intensiva. Es aquella que consiste en leer todo el texto de manera profunda, reflexiva y analítica.
¿Cómo leer un texto?
Cuando se lee un texto y se lo quiere comprender cabalmente, se debe:
- Realizar una hipótesis de lectura. Teniendo en cuenta el tipo de texto, el título, los subtítulos y la información previa que se tiene sobre el tema y/o el autor, se debe realizar una conjetura sobre el contenido que se aborda.
- Determinar la estructura del texto. Después de analizar los títulos y subtítulos, se debe determinar qué información se encontrará en cada parte.
- Leer el texto con atención. Se debe leer el texto prestando atención a las ideas que plantea. Si no se entiende una parte, es conveniente releerla para intentar comprender su sentido. Además, es recomendable subrayar lo más relevante y anotar los conceptos más importantes, así como las preguntas que puedan surgir.
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Referencias
- Curipoma Silva, G. E., Bermeo Sinchi, J. E., Pullaguari Uchuari, B. L. y Sanmartín González, M. R. (2023). Aplicación didáctica de las técnicas de lectura para mejorar el rendimiento académico en los estudiantes de educación básica. Ciencia Latina. Revista Multidisciplinar, 7(2), 10827-10847. https://ciencialatina.org/
- Labastida, J. y Ruiz, R. (Coords.). (2010). Enciclopedia de conocimientos fundamentales. UNAM-Siglo XXI.
- Merchán Pita, J. M. y Rivadeneira Barreiro, M. P. (2021). La lectura intensiva como estrategia para desarrollar el hábito de lectura en estudiantes de Educación Básica Elemental. Mikarimin. Revista Científica Multidisciplinaria, 7(2), 75-80.
- Ramírez Leyva, E. M. (2009). ¿Qué es leer? ¿Qué es la lectura? Investigación Bibliotecológica, 23(47), 161-188.
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