Te explicamos qué es la gestión del tiempo y qué técnicas, estrategias y pasos se pueden aplicar para alcanzar una buena gestión. Además, sus beneficios y los factores que conviene evitar.

¿Qué es la gestión del tiempo?
La gestión del tiempo es un procedimiento mediante el cual se organiza el tiempo para hacer tareas y cumplir con objetivos de forma eficiente.
Para lograr una correcta gestión del tiempo, existen técnicas, estrategias y pasos que permiten obtener buenos resultados. Aplicar este tipo de organización en los ámbitos laboral y personal favorece el equilibrio entre el cumplimiento de responsabilidades y obligaciones, el descanso y los momentos de ocio.
De esta forma, se obtienen beneficios personales, como incrementar la productividad, mejorar la autoestima y sentirse más motivado y tranquilo. En cambio, si no se logra una buena organización del tiempo, se pueden producir efectos negativos, como tener mal rendimiento, aumentar los niveles de estrés, ansiedad y agotamiento, o disminuir la concentración.
Preguntas frecuentes
¿Qué es la gestión del tiempo?
La gestión del tiempo es un proceso mediante el cual se organiza el tiempo para realizar tareas y cumplir con determinados objetivos y metas eficientemente.
¿Qué técnicas se pueden aplicar para realizar una gestión del tiempo?
Algunas de las técnicas que se pueden aplicar son: técnica Pomodoro, ley de Pareto, método POSEC, criterio ABC y objetivos SMART.
¿Cómo se desarrolla la gestión del tiempo?
Para desarrollar la gestión del tiempo, se puede seguir una serie de pasos: establecer metas y objetivos; delimitar las tareas; priorizar metas, objetivos y tareas; planificar; implementar la planificación, y controlar la organización.
Ver también: Planeación estratégica
Técnicas y estrategias de gestión del tiempo
Algunas técnicas y estrategias que se pueden aplicar para gestionar el tiempo son:
- Técnica Pomodoro. Consiste en realizar tareas durante 25 minutos y descansar 5, y, cada cuatro bloques, descansar entre 20 y 30 minutos.
- Ley de Pareto o regla 80/20. Consiste en comprender que el 20 % de las acciones genera el 80 % de los resultados. Por eso, se debe determinar qué acciones son las más relevantes y darles más prioridad.
- Método Eisenhower. Consiste en establecer el orden en el que se deben hacer las tareas, teniendo en cuenta su importancia y su urgencia. Primero se realizan aquellas que sean urgentes e importantes, y luego se resuelven aquellas que no sean tan urgentes ni importantes.
- Método POSEC. Consiste en gestionar las tareas en cinco pasos: priorizar, organizar, simplificar, economizar el tiempo y contribuir a la comunidad.
- Criterio ABC. Consiste en clasificar las tareas según su importancia en tres categorías: A (las más relevantes, que se deben realizar primero), B (importantes, pero no tan urgentes) y C (ni relevantes ni urgentes). Primero se llevan a cabo las que pertenecen al grupo A, luego las del grupo B y finalmente las del grupo C.
- Ley de Parkinson. Consiste en establecer fechas límite y la cantidad de tiempo necesario para realizar cada tarea, de modo de poder organizar mejor el uso del tiempo.
- Planificación inversa. Consiste en plantear los objetivos e indicar qué tareas se deben realizar desde la última hasta la primera y anotarlas. Luego, se realizan de adelante para atrás.
- Objetivos SMART. Consiste en plantear objetivos que sean específicos, medibles, alcanzables y relevantes; además, tienen que contar con una fecha límite.
Pasos para hacer una correcta gestión del tiempo
Para realizar una correcta gestión del tiempo, se puede seguir una serie de pasos:
- Establecer metas y objetivos. Se debe determinar qué se busca lograr de forma general. Por ejemplo, una meta puede ser organizar una cena con clientes.
- Delimitar las tareas. Se deben indicar las acciones concretas que permitirán alcanzar las metas y los objetivos. Por ejemplo, para alcanzar la meta de organizar una cena con clientes, las tareas pueden ser reservar un restaurante, invitar a los clientes y confirmar quiénes asistirán.
- Priorizar metas, objetivos y tareas. Se debe reflexionar sobre cuáles son las acciones más urgentes e importantes y, de esta forma, determinar cuáles se deben hacer antes y cuáles después.
- Planificar. Se debe organizar, para cada meta, objetivo y tarea, cuál es la fecha límite, cuánto tiempo llevará y qué recursos se necesitan. Además, se deben incluir pausas para descansar.
- Implementar la planificación. Se debe llevar a cabo la planificación.
- Controlar la organización. Se debe controlar que todo se haga como se planeó y corregir los inconvenientes u obstáculos.
Puede servirte: Objetivos generales y específicos
Herramientas de gestión del tiempo
Algunas herramientas que se pueden utilizar para organizar la gestión del tiempo son:
- Calendario. Es un organizador que muestra los años, meses, días y horas, y permite anotar qué tareas se deben realizar en cada momento.
- Horario. Es un organizador que está dividido por días y horas, y que permite anotar las tareas y cuánto durará cada una.
- Lista. Es un texto en el que se anotan las tareas, metas y objetivos, con la finalidad de poder ver por escrito todo lo que se debe hacer, para luego organizar cuándo se hará cada uno.
- Aplicaciones. Son distintos programas para celulares, tabletas y computadoras que sirven para gestionar y organizar mejor el uso del tiempo.
Factores que producen una mala gestión tiempo
Algunos de los elementos que consumen tiempo y entorpecen la organización de tareas son:
- Estar en un entorno desordenado. El desorden espacial puede producir desconcentración, puesto que para llevar a cabo una tarea se debe contar con que los elementos necesarios estén bien ordenados. Además, se debe elegir un sitio tranquilo y organizado, para no ser interrumpido constantemente y no perder la concentración.
- Realizar muchas tareas a la vez. Llevar a cabo muchas acciones en simultáneo puede producir estrés, falta de concentración y ansiedad, y que no se pueda realizar ninguna de manera correcta.
- Planificar erróneamente. Organizar mal el uso del tiempo, las metas, los objetivos y las tareas puede producir pérdida de tiempo. Para alcanzar las metas y los objetivos, es necesario que sean claros y que las tareas estén alineadas.
- Procrastinar. Dejar tareas importantes y urgentes para más tarde puede producir distintos inconvenientes, como no cumplir con fechas límite o tener que resolver muchos asuntos en muy poco tiempo.
- Utilizar redes sociales o dispositivos electrónicos con mucha frecuencia. Usar estos elementos todo el tiempo genera distracción, desconcentración y pérdida de tiempo.
- Improvisar constantemente. No tener claro cuáles son los objetivos y cómo se los pretende alcanzar lleva a actuar de forma improvisada.
- No delegar. Hacerse cargo de todas las tareas y no delegarlas a otros puede producir sobrecarga de trabajo.
Beneficios de la gestión del tiempo
Aplicar la gestión del tiempo produce distintos beneficios:
- Precisión en la toma de decisiones. Permite estar más enfocado y sereno para decidir sobre asuntos importantes.
- Aumento de la motivación. Produce mayor interés para realizar tareas.
- Aumento del rendimiento. Genera una mejor productividad, porque se cumple con metas y objetivos, y se realizan tareas correctamente y en menos tiempo.
- Mejora de la autoestima. Produce que la persona se sienta más segura y confiada, tanto en el ambiente profesional como en el personal.
- Aumento de la eficiencia en una organización. Genera más eficiencia en empresas e instituciones a nivel general.
Sigue con:
Referencias
- Fundación Atenea. (2019). Guía de gestión del tiempo. https://www.ayto-velilla.es
- Marchena, E., Hervías, F., Galo, C. y Rapp, C. (2009). Organiza tu tiempo de forma eficaz. Departamento de Psicología. Universidad de Cádiz. https://sap.uca.es
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