Te explicamos qué es un fetiche en diversos ámbitos. Además, su relación con la fantasía y la parafilia, y ejemplos de fetiche sexual.

¿Qué es un fetiche?
Un fetiche es un objeto al que se le atribuyen poderes sobrenaturales o mágicos, especialmente en prácticas religiosas de culturas ancestrales. Estos objetos, considerados sagrados o cargados de poder, solían emplearse como amuletos de protección o como símbolos rituales. Su veneración religiosa se denomina “fetichismo”.
En la actualidad, el término se utiliza con mayor frecuencia para nombrar un objeto, una parte del cuerpo o una situación que despiertan un deseo intenso o una fascinación, en muchos casos con una carga erótica. En psicología, especialmente en el psicoanálisis, el fetichismo se refiere a la fijación afectiva o sexual hacia dichos objetos o rasgos.
Origen de la palabra “fetiche”
La palabra “fetiche” proviene del portugués feitiço, que significa “hechizo” o “encantamiento”. En el siglo XVIII, el erudito francés Charles de Brosses utilizó este término para referirse a ciertos objetos de culto que, en algunas religiones africanas, eran venerados por su supuesta capacidad para influir en la realidad. A partir de entonces, el concepto se amplió y adoptó distintos significados en campos como la antropología, la economía y la psicología.
Puntos clave
- Un fetiche es un objeto, una parte del cuerpo o una situación a los que se les atribuye un valor especial, ya sea mágico, simbólico o erótico.
- El fetichismo de la mercancía, según Karl Marx, es una ilusión del capitalismo que atribuye a los productos un valor autónomo, cuando en realidad este proviene del trabajo humano y de las relaciones sociales que los producen.
- El fetichismo sexual es una forma de parafilia en la que una persona siente deseo o excitación sexual hacia un objeto específico o una parte del cuerpo.
- El fetichismo es un trastorno cuando provoca malestar significativo, afecta la vida afectiva, sexual o social de quien lo experimenta, o implica riesgos o daños hacia otras personas.
Ver además: Psicología
Fetichismo de la mercancía
En el siglo XIX, el filósofo alemán Karl Marx (1818-1883) empleó el término “fetichismo” para analizar las relaciones económicas en el sistema capitalista.
En su teoría del “fetichismo de la mercancía» (Warenfetischismus), Marx sostiene que, bajo el capitalismo, los productos del trabajo humano adquieren un valor que parece surgir de los objetos mismos, como si tuvieran vida propia.
Así, las mercancías se presentan como portadoras de un poder mágico y se ocultan las relaciones sociales que las producen y les confieren valor. Esta ilusión sostiene la lógica consumista al presentar al mercado como una esfera autónoma y natural.
Fetichismo sexual
En el siglo XX, el médico y pensador Sigmund Freud (1856-1939) retomó el concepto de fetiche dentro de su teoría del psicoanálisis. Según Freud, el fetiche es un objeto que funciona como sustituto simbólico del pene materno ausente. Este actúa como un mecanismo de defensa ante la angustia que provoca el temor a la castración durante el desarrollo infantil, en el contexto del complejo de Edipo.
Desde una perspectiva clínica, el fetichismo sexual se clasifica como una parafilia, es decir, un comportamiento sexual considerado atípico, en el que un objeto o una parte del cuerpo se convierten en la principal fuente de deseo y excitación.
Se distinguen dos formas de parafilia:
- Fetichismo. El foco de atracción es un objeto inanimado (por ejemplo, zapatos o ropa interior).
- Parcialismo. La atracción se centra en una parte específica del cuerpo humano (como los pies o el cabello).
Parafilias y trastorno fetichista
Las parafilias son patrones de conducta o fantasías sexuales intensas y recurrentes que se centran en objetos inanimados, situaciones inusuales, animales o experiencias que implican sufrimiento o humillación. Algunas de las más frecuentes son el voyeurismo, el exhibicionismo, el masoquismo, el sadismo y el fetichismo.
Si estas prácticas involucran a otras personas sin su consentimiento, dejan de considerarse conductas parafílicas aceptables y pasan a constituir delitos sexuales. Asimismo, se clasifican como trastornos parafílicos cuando provocan un malestar significativo, dificultan el funcionamiento cotidiano o representan un riesgo para terceros.
En el caso del fetichismo, se considera un trastorno cuando interfiere de manera significativa en la vida afectiva, sexual o social de la persona, o implica un daño potencial a otros. Fuera de estos casos, puede entenderse como una expresión más de la diversidad sexual humana.
Ejemplos de fetiches sexuales
Algunos de los fetiches sexuales más comunes son:
- Retifismo. Es la atracción por los zapatos. Debe su nombre al escritor francés Nicolás Edme Restiff de la Bretonne (1734-1806), uno de los primeros en describirla.
- Fetichismo de ropa interior. Es la atracción por prendas generalmente femeninas y usadas, como sostenes o bragas. En algunos países, como Japón, existe un mercado específico para prendas usadas con fines fetichistas.
- Fetichismo del látex. Es la atracción por la ropa de látex o PVC, similar al fetichismo por la ropa de cuero, conocido también como “rubberismo” (del inglés rubber, “caucho”).
- Coprofilia. Es la atracción por las heces o los excrementos, generalmente de la pareja o de un origen específico.
- Dendrofilia. Es la atracción por plantas o árboles, ya sea por frutos con forma fálica o por el uso de flores con fines sexuales.
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Referencias
- Brown, G. R. (2023). Trastorno fetichista (Fetichismo). MSD Manual. https://www.msdmanuals.com
- Mena, M. I. (2011). El lugar del fetiche en el discurso de Freud y de Marx a la luz de la época actual: “posmoderna”. Anuario de Investigaciones, 18, 95-99. https://www.scielo.org.ar
- Real Academia Española. (s. f.) Fetiche. Diccionario de la lengua española. https://dle.rae.es
- The Editors of Encyclopaedia Britannica. (s. f.). Fetishism. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com
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