Te explicamos qué significa ecléctico, sus características y el uso habitual del término. Eclecticismo en filosofía, arte y arquitectura.
¿Qué significa ecléctico?
A menudo habremos oído usar el adjetivo ecléctico o ecléctica, pero quizá ignorando su significado y su origen, que se remonta a una de las escuelas filosóficas de la antigüedad. Lo ecléctico es lo contrario a dogmático.
Popularmente, este término se emplea para indicar que algo (una persona, una perspectiva o un enfoque respecto de alguna materia) evita elegir un bando o un camino específico del todo, prefiriendo más bien tomar elementos o ideas de distintos orígenes a su antojo.
Dicho así, lo ecléctico vendría a ser lo mixto, es lo que está compuesto por elementos de distinto origen, o que, generalmente en un panorama bipolar, de bandos enfrentados, toma de cada uno lo que le resulta mejor.
Por lo tanto, podemos tildar de ecléctico o ecléctica a posturas en distintas materias, a las soluciones de un problema, pero también a los estilos artísticos y arquitectónicos. El eclecticismo en sí mismo no es un valor, o sea, no es ni bueno ni malo, simplemente es una caracterización que podemos hacer de algún referente.
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Eclecticismo filosófico
La palabra “eclectico” proviene del griego antiguo éklektikos que traduciría “el que elige” o “el que es apto para elegir”. Fue empleado como nombre de una escuela filosófica de la Grecia Antigua, fundada alrededor del siglo II a. C.
Su pensamiento no buscaba sujetarse a axiomas ni paradigmas determinados, sino sintetizar la potente tradición filosófica clásica. Así, conciliaba posturas tan distintas como las de los presocráticos, la de Platón o la de Aristóteles.
Por ejemplo, uno de sus representantes más conocidos, Antíoco de Ascalón (130-68 a. C.) compaginó estoicismo y escepticismo. Por su parte, Panecio de Rodas (185-110 a. C.) combinó platonismo y estoicismo.
Este modelo de pensamiento fue heredado por los filósofos romanos, quienes nunca tuvieron una doctrina propia, sino que echaron mano indistintamente al estoicimo, escepticismo y a los peripatéticos, como ocurre por ejemplo en la obra de Cicerón (106-43 a. C.).
Durante la Edad Media, el eclecticismo se puso en práctica a través de la combinación de pensamiento cristiano e islámico, o cristiano y grecorromano. Luego se desarrolló dentro del movimiento de la Ilustración, en el siglo XVIII, como alternativa a la tradición escolástica medieval, e incluso más adelante, en el siglo XIX, en la obra del francés Victor Cousin (1792-1867).
Eclecticismo artístico
En el ámbito artístico, se emplea el término ecléctico o eclecticismo para indicar la combinación libre de estilos artísticos diferentes, lo cual significa al mismo tiempo no inscribirse en ninguna tradición artística determinada. Por este motivo, el eclecticismo siempre estuvo presente en el mundo de la creación, pero jamás constituyó un movimiento propio.
Sin embargo, se habló formalmente de eclecticismo en el arte por vez primera en el siglo XVIII, cuando el crítico e historiador del arte alemán Johann Joachim Winckelmann (1717-1768) criticó a la familia de artistas italianos Caracci, quienes combinaban en sus pinturas elementos clásicos con formas renacentistas, tratando de combinar a Miguel Ángel con Tiziano, Rafael y con Correggio.
Por el contrario, el eclecticismo artístico fue defendido por sir Joshua Reynolds (1723-1792), director en ese momento de la Academia Real de las Artes en Londres, en sus Discursos académicos de 1774, en donde afirmaba que cualquier artista tiene derecho a tomar de la antigüedad los elementos que mejor le parezcan.
Eclecticismo arquitectónico
El eclecticismo en arquitectura nació en Francia a mediados del siglo XIX, como la tendencia a combinar estilos y elementos arquitectónicos de distintas tradiciones y distintas épocas históricas. Llegó incluso a aspirar un estilo mixto que contenía en sí mismo los mejores elementos de toda la Historia del arte.
Por esa razón se lo conoció también como Historicismo, y tuvo como referencias principales el gótico, el románico, el orientalismo y el exotismo. Sin embargo, la propuesta historicista se centraba en la recuperación de los rasgos históricos, provenientes de tradiciones pasadas.
Por eso, a menudo se prestaba para el nacionalismo y el deseo de recuperar “lo propio” en la tradición arquitectónica. En cambio, el eclecticismo era mucho más libre: proponía tomar de donde se quisiera, al libre antojo del arquitecto.
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Referencias
- “Eclecticismo” en Wikipedia.
- “Eclecticismo (arte)” en Wikipedia.
- “Arquitectura ecléctica” en Wikipedia.
- “Ecléctico” en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española.
- “Eclecticismo” (video) en Resumenes Entelekia.
- “El eclecticismo” (video) en ABC de la Filosofía y la Cultura.
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