Oraciones unimembres

Te explicamos qué son las oraciones unimembres, sus tipos y diversos ejemplos. Además, qué son las oraciones bimembres.

¿Qué son las oraciones unimembres?

Desde la perspectiva de la sintaxis oracional, una oración unimembre (es decir, de un único miembro) es aquella que consta de un solo sintagma, o sea, que no puede ser dividida entre sujeto y predicado. Usualmente, en estas oraciones no puede reconocerse un sujeto y, en algunos casos, tampoco hay verbos.

Por lo general, este tipo de oraciones suelen estar compuestas por un sustantivo o una construcción sustantiva (por ejemplo: El té de limón), por un adverbio o una construcción adverbial (por ejemplo: Muy bien) o por un verbo impersonal (por ejemplo: Está nevando).

No deben confundirse nunca con oraciones de sujeto tácito, es decir, aquellas en las que el sujeto no está explicitado, pero se infiere (por ejemplo: Aprobé el examen. [Sujeto tácito: yo]). Tampoco con las que tienen verbos elididos, puesto que son oraciones de predicado no verbal (por ejemplo: La comida, lista. [Verbo elidido: está]).

Las oraciones unimembres suelen transmitir un contenido simple de forma breve. En algunos casos, expresan respuestas, comentarios o expresiones que se usan cotidianamente. Por ejemplo: No. / ¡Qué alegría! / Muchas gracias.

• Ver además: Tipos de oraciones

Tipos de oración unimembre

Las oraciones unimembres pueden clasificarse dependiendo del contenido que presenten en:

• Oraciones nominales. Están compuestas solo por sintagmas nominales, adjetivales o adverbiales. Por ejemplo: Entrada. / ¡Qué día espantoso!
• Oraciones impersonales. Poseen un sintagma verbal, pero el verbo está conjugado en tercera persona del singular y no concuerda con ningún sujeto. Estas oraciones pueden ser:
  • Expresiones atmosféricas. Por ejemplo:  Está garuando. / Hace calor.
  • Expresiones temporales. Por ejemplo: Hace dos semanas. / Es tarde.
  • Expresiones que indican existencia con haber. Por ejemplo: Hay mucho tráfico. / Hubo un problema.
  • Oraciones con se seguido de un verbo. Por ejemplo: Se eligió a los candidatos. / Se estudia mucho en la carrera de Medicina.
• Oraciones de interjección. Se forman con interjecciones, es decir, palabras que se suelen emplear para expresar un estado emocional o un sentimiento. Por ejemplo: ¡Ay! / ¡Epa!

Ejemplos de oraciones unimembres

A continuación, algunos ejemplos de oraciones unimembres:

1. Hoy va a llover.
2. Buenas tardes.
3. ¡Qué sol!
4. ¿Seguro?
5. ¡Ya se hizo tarde!
6. ¿Por qué?
7. ¡Qué mala pata!
8. ¡Upa!
9. ¿Ah, no?
10. El billete de avión.
11. ¡Alto allí!
12. Muchas gracias.
13. Hubo un par de truenos.
14. Hay poca gente afuera.
15. ¡Feliz cumpleaños!
16. Ya amaneció.
17. Todo bien.
18. De acuerdo.
19. Se escucha muy bien en este teatro.
20. De ninguna manera.

Oraciones bimembres

A diferencia de las oraciones unimembres, las oraciones bimembres son aquellas que poseen dos partes claramente identificables: un sujeto y un predicado. Por ejemplo: Andrea fue al supermercado. (Andrea es el sujeto y fue al supermercado es el predicado).

Estas oraciones tienen un verbo conjugado que es el núcleo del predicado y que concuerda en persona y número con el núcleo del sujeto. Por ejemplo, en la oración Mi padre preparó empanadas de queso, el verbo (preparó) concuerda en tercera persona del singular con el núcleo del sujeto (padre). En algunas oraciones bimembres, el sujeto es tácito, es decir, que no está presente, pero se puede reponer por el contexto. Por ejemplo: Fuimos al cine. En este caso, el sujeto tácito es nosotros o nosotras.

• Más en: Oraciones bimembres

Texto con oraciones unimembres

A pesar de sus limitaciones, es posible construir un texto empleando solo oraciones unimembres y conservar el sentido de lo dicho. A continuación, un ejemplo:

Amanece. Hoy hará frío. Pero, igual, a levantarse. La misma rutina de todos los días: la comida, el café, la ducha, la ropa. Botón, ascensor. Botón, planta baja. Qué frío. Respiración lenta, honda, al salir. La puerta. Nadie en la calle. Nadie en absoluto. Escalofríos. Nadie. Calle arriba hay un desierto también. No hay ni un sonido. No se escucha a la gente. El viento nada más, helado, como de morgue. Qué espanto. De pronto, dos detonaciones. Aves, volando, a lo lejos. ¿El fin del mundo, tal vez?

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Referencias

• AA.VV. (1999). Gramática de la lengua española. Reglas y ejercicios. Larousse.
• Gómez Torrego, L. (2003). Análisis sintáctico. Teoría y práctica. Ediciones SM.
• Gómez Torrego, L. (2005). Gramática didáctica del español. Ediciones SM.
• Marin, M. (2008). Una gramática para todos. Voz Activa.
• Real Academia Española. (2019). Glosario de términos gramaticales. Ediciones Universidad de Salamanca.