Te explicamos qué es la obediencia y en qué ámbitos es importante. Además, cuáles son los niveles de obediencia.
¿Qué es la obediencia?
La obediencia se puede definir como la disposición a ejecutar las instrucciones que le son dadas, especialmente cuando las imparte alguna figura de autoridad. Su término opuesto vendría a ser rebeldía.
La palabra obediencia deriva del verbo obedecer, que a su vez es herencia del latín. Los romanos usaban el verbo oboedire con el mismo sentido, verbo conformado por las voces ob- (“contra”) y audire (“escuchar”), ya que asociaban a cada uno de los cinco sentidos ciertas habilidades mentales.
Así, al oído asociaban la capacidad intelectual, o sea, de recibir y procesar información, incluso si se opone a los paradigmas mentales con que ya contamos. Así, hoy tenemos los verbos obedecer para quien escucha, entiende y cumple un mandato; y desobedecer para quien hace lo contrario.
Solemos hablar de obediencia en distintos ámbitos de la vida, generalmente en aquellos en los que hay una autoridad claramente identificada, como en la relación entre un perro y su amo (“el perro de mi padre es muy obediente”), en el ámbito familiar (“Tu hijo es demasiado desobediente”), o el militar (“la desobediencia en el batallón es castigada con el calabozo”), por citar algunos ejemplos.
Por otro lado, la obediencia está vinculada tanto con la imposición de tareas o mandatos, como con la prohibición de acciones determinadas.
La mayoría de las religiones monoteístas, por ejemplo, exigen de parte de sus fieles un alto grado de obediencia a Dios, o sea, al mandato divino que sirve de código moral de su doctrina. Por eso, muchas veces se utiliza la metáfora del rebaño para los fieles y del pastor para el sacerdote, pues él debe guiarlos a la salvación, conforme el mandato divino.
Ver además: Disciplina
Niveles de obediencia
La obediencia, sin embargo, no es un concepto total, sino que puede darse en distintos grados, llamados aquí niveles, dependiendo del margen de compromiso o rebeldía con que la persona siga las instrucciones recibidas. Así, podemos hablar de:
- Obediencia ciega. Aquella que ni por un momento se cuestiona si está bien o mal hacer lo que se le ordena, sino que sigue las instrucciones recibidas de manera incuestionable.
- Obediencia debida. Aquella que se espera de ciertos cargos subalternos de la milicia o de otras instituciones de jerarquía muy rigurosa. Se trata de una forma de obediencia ciega, sólo que amparada en un código de conducta particular, o en la institucionalidad.
- Obediencia solidaria. Aquella que siente un individuo respecto de las acciones de un grupo al que pertenece, incluso cuando las acciones cometidas sean contrarias a lo que él piensa.
- Obediencia anticipada. Aquella que un individuo siente antes de que se le formule un mandato, solamente a partir de las expectativas que intuye en sus superiores.
- Obediencia voluntaria o racional. Aquella que un individuo profesa por una instrucción un mandato luego de haberlo procesado y reflexionado racionalmente, o sea, sólo cuando está convencido de la necesidad de ejecutar esa acción.
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Referencias
- “Obediencia” en Wikipedia.
- “Obediencia” en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española.
- “Etimología de Obedecer” en el Diccionario Etimológico Castellano En Línea.
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