Investigación no experimental

Te explicamos qué es una investigación no experimental, cuáles son sus características y qué tipos existen. Además, algunos ejemplos.

¿Qué es una investigación no experimental?

La investigación no experimental es aquella cuyos resultados no se sustentan en experimentos. Es decir, aquella en la que el investigador no controla el objeto de estudio ni reproduce las variables del fenómeno estudiado, sino que se limita a observarlo, describirlo e interpretarlo.

Quienes llevan a cabo una investigación no experimental cumplen principalmente un papel de observadores. Estudian el fenómeno rigurosamente, acudiendo para ello a información contextual y documental. Y aunque analizan e interpretan con rigor sus hallazgos, no pueden garantizar empíricamente una relación efectiva entre la causa y el efecto observado.

Esto no significa que una investigación no experimental sea menos científica, rigurosa o confiable. Se trata de un modelo específico de adquisición de conocimiento que cuenta con sus propias características.

Ver también: Métodos de investigación

Características de una investigación no experimental

Las investigaciones no experimentales tienen las siguientes características:

• Se sustentan mayormente en la observación, el análisis y la interpretación.
• No realizan experimentos ni muestras de estudio.
• No manejan variables independientes.
• El investigador no interviene en el contexto del fenómeno de estudio.
• Suelen centrarse en fenómenos ya ocurridos.

Tipos de investigación no documental

Existen dos tipos principales de investigación no experimental, de acuerdo a su diseño:

• Investigaciones de diseño transversal o transeccional. Son aquellas que se centran en el estudio de una o diversas variables en un momento dado, o bien de la relación entre un conjunto de variables en un tiempo determinado. Por eso, la recolección de datos se realiza en un único momento. Para llevar adelante la investigación, se emplean indicadores descriptivos (que miden o describen una variable o factor) o causales (que ofrecen explicaciones respecto a los indicadores).
• Investigaciones de diseño longitudinal. Son aquellas que llevan a cabo muestreos del fenómeno a estudiar a lo largo del tiempo, considerando variables determinadas y sus relaciones entre sí, para determinar evoluciones, tendencias, vínculos y otros factores semejantes. De este modo, por ejemplo, permiten comprender las complejas reacciones de un sector de la población, y pueden articularse con otras mediciones para obtener un panorama más amplio.

Ver también: Tipos de investigación

Ejemplos de investigación no experimental

Algunos ejemplos de investigación no experimental son:

• Mediciones estadísticas. Son investigaciones en las que se consulta la opinión pública respecto a un asunto para poder determinar una postura conjunta. También pueden consistir en estudios en los que, teniendo un conjunto de datos estadísticos disponibles, se procede a interpretarlos y organizarlos de modo de obtener la mayor cantidad posible de datos relevantes. Por ejemplo: un sondeo de opinión preelectoral.
• Investigaciones documentales. Se trata de investigaciones en las que se consultan fuentes bibliográficas o hemerográficas, para dar con las ideas y los hallazgos de autores previos. La labor del investigador, así, es analizar e interpretar la información recabada y darle sentido dentro de un discurso específico. Por ejemplo: una investigación sobre tendencias estéticas en el arte contemporáneo.
• Investigaciones formales. Son investigaciones en las que se analiza o examina un sistema formal de conocimiento, cuya relación con la realidad es indirecta o mediata, es decir, pasa por la representación o cierta labor mental e imaginaria. Por ejemplo: un estudio correlativo de dos teoremas matemáticos.

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Referencias

• Gómez, M. (2006). Introducción a la metodología de la investigación científica. Brujas.
• Reyes, E. (2022). Metodología de la investigación científica. Page Publishing.