Te explicamos cuáles son las características de un texto argumentativo, con ejemplos de cada una para entenderlas mejor.
¿Cuáles son las características de un texto argumentativo?
La característica esencial de los textos argumentativos es que apelan al lector y buscan influir en su manera de pensar, para convencerlo de adoptar un punto de vista. Para ello, utilizan la argumentación, es decir, la construcción de motivos y juicios razonados, defendidos a través de distintas estrategias lógicas y retóricas.
Son ejemplos de textos argumentativos los artículos de opinión, las piezas publicitarias, los textos propagandísticos, los editoriales periodísticos, entre otros.
Puede servirte: Cómo hacer un texto argumentativo
1. Propone o defiende un punto de vista
El propósito de los textos argumentativos es, ante todo, convencer al lector de pensar o actuar de un modo determinado. Se trata, así, de textos que van más allá de la exposición de la información y, por lo tanto, que no son imparciales ni necesariamente objetivos. Por el contrario, asumen una postura determinada frente al tema que abordan. Dicha postura se conoce como tesis y las razones con las que el autor la defiende son los argumentos.
Por ejemplo, en los artículos de opinión que se publican en los diarios, un columnista se dirige al público para ofrecer su mirada sobre un asunto de interés para la opinión pública. Al hacerlo, puede no solo defender una interpretación de los hechos, sino también atacar o criticar las posturas contrarias.
Ver también: Texto persuasivo
2. Busca convencer mediante distintas estrategias
Así como hay muchas maneras distintas de argumentar, hay muchas formas de construir un texto argumentativo, pues se pueden emplear diferentes estrategias y mecanismos para defender el punto de vista propuesto y convencer al lector. De este modo, algunos acuden a argumentos racionales, es decir, usan la razón y la lógica, mientras que otros buscan movilizar las emociones y el aspecto irracional, o intentan ambas cosas al mismo tiempo.
Por ejemplo, un texto publicitario puede intentar convencer a los consumidores de comprar un producto comentando sus ventajas respecto a la competencia de manera objetiva y detallada, o bien afirmando que solo los consumidores de buen gusto y mente brillante lo prefieren, apelando así a cuestiones emocionales y subjetivas.
Ver también: Ejemplos de argumentos
3. Consta de tres partes: introducción, desarrollo y conclusión
Normalmente, un texto argumentativo se estructura en tres partes o segmentos: la introducción, el desarrollo y la conclusión. La introducción ofrece al lector los elementos básicos del tema o del punto de vista que será defendido, mientras que en el desarrollo se presentan abiertamente las posturas del autor al respecto. Por último, en la conclusión, se retoma y resume lo antes expuesto para que el lector tenga una idea panorámica del asunto como cierre.
Por ejemplo, una propaganda política puede ofrecer al elector un conjunto de premisas iniciales sobre lo mal que está la situación del país. Luego, puede explicar y desarrollar las soluciones que ese partido propone y por qué son las ideales, para concluir asegurando que la mejor opción es votar por ese proyecto político.
Ver también: Estructura de un texto argumentativo
4. Emplea un lenguaje acorde a su lector
Para cumplir con su propósito de convencer al lector, todo texto argumentativo debe poder ser comprendido cabalmente. Esto significa que el lector debe poder descifrar el lenguaje utilizado, debe identificarse con él y hacerlo propio. En este sentido, un texto argumentativo debe dirigirse a su público en términos que le resulten comprensibles y adecuados, ya sean formales o informales, cultos o coloquiales, entre otras diferencias posibles.
Por ejemplo, un artículo especializado que demuestra los daños del tabaco y promueve la prohibición de su comercialización deberá emplear un lenguaje formal y técnico, que refleje la autoridad académica detrás de sus argumentos. En cambio, un texto destinado a desalentar entre los jóvenes el consumo de tabaco deberá contar con un lenguaje más sencillo e informal, accesible para los adolescentes.
Ver además: Tipos de textos argumentativos
5. Presenta argumentos coherentes entre sí
Un rasgo clave de un buen texto argumentativo es que sus argumentos, sean del tipo que sean, operan de manera conjunta y organizada, de modo tal de apoyarse y reforzarse entre sí. En cambio, si se oponen y contradicen, estarán debilitando el efecto general de persuasión del texto y es probable que el lector abandone la lectura o incluso asuma la postura contraria a la deseada.
Por ejemplo, una nota periodística de opinión en contra de una huelga de trabajadores puede alegar que la huelga tendrá un elevado costo para el país o bien que no cuenta con el apoyo de los gremios de trabajadores, pero no ambos argumentos a la vez, pues resultan mutuamente excluyentes: si la huelga no tiene apoyo y será un fracaso, no podrá costarle nada al país; por el contrario, si causa un importante daño económico, necesariamente tendrá que haber sido exitosa.
Sigue con:
- Ensayo argumentativo
- Cómo hacer un ensayo argumentativo
- Texto expositivo
- Características de un texto expositivo
Referencias
- López Villamor, C. (1997). Jerigonza. El texto argumentativo. Octaedro.
- Marimón Llorca, C. (2006). El texto argumentativo. Liceus, Servicios de Gestión y Comunicaciones.
- Reale, A. y Vitale, A. (1995). La argumentación. (Una aproximación retórico-discursiva). Ars.
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