Te explicamos qué es el antagonismo, el origen del término y su sentido en la bioquímica. Además, qué es un antagonista en un relato.
¿Qué es el antagonismo?
En general, cuando hablamos de antagonismo, nos referimos a un tipo de relación de oposición, rivalidad o contrariedad que se produce dentro de un contexto determinado: usualmente un relato (histórico o ficcional), o también una relación entre organismos biológicos o sustancias bioquímicas.
La palabra antagonismo se forma a partir de antagonista, un vocablo procedente de los vocablos griegos anti- (“opuesto” o “contrario”) y agón (“lucha”, “combate”), emparentada justamente con agonía, es decir, la angustia de los moribundos.
Inicialmente el término se reservaba para los contrarios en la guerra o en alguna competencia, y de allí se trasladó figuradamente al ámbito de las discusiones o debates y, por lo tanto, a cualquier relato o evento en el que haya dos bandos antagónicos, o sea, enfrentados.
Ver también: Relaciones interpersonales
Antagonista y protagonista
El uso más común de los términos antagonismo y antagonista proviene de la narratología, que es la disciplina encargada de estudiar sistemáticamente los relatos. En una narración hay una tensión y enfrentamiento entre los deseos del protagonista, el personaje principal de la historia en torno al cual gira la narración, y los de su o sus antagonistas, es decir, aquellos que se oponen a la satisfacción de estos deseos.
Los antagonistas juegan normalmente el papel de villanos o contendores, pero no necesariamente son moralmente reprobables (malvados), ni han de ser siquiera humanos. Puede tratarse de instituciones, animales, la naturaleza o simplemente de algunos rivales dentro de cierto contexto. De hecho, la figura del antihéroe (o protagonista antagónico) se emplea para los relatos contados desde el punto de vista del antagonista tradicional.
Lo importante es que entre antagonistas y protagonista exista siempre una oposición que necesariamente conduzca al conflicto. Si Batman es el protagonista, entonces el Guasón y el Pingüino serán sus antagonistas.
Antagonismo en la naturaleza
El término antagonista adquiere un sentido similar en el campo de la biología y la bioquímica, incluso de la farmacología. Para entenderlo, es mejor empezar definiendo el término agonista: son aquellas sustancias capaces de unirse a un receptor celular y desencadenar ciertos efectos en la célula.
Ejemplos de agonistas son las hormonas o neurotransmisores de nuestro propio cuerpo, así como algunas sustancias artificiales que forman parte de tratamientos médicos. Son, por decirlo así, elementos bioquímicos activadores.
El efecto de estas sustancias es contrarrestado a través del uso de sustancias antagonistas: elementos bioquímicos similares, capaces de unirse a los mismos receptores celulares sin desencadenar los mismos efectos. Esto quiere decir que los antagonistas copan el lugar de los agonistas, impidiéndoles generar sus efectos, dado que sus receptores se encuentran ocupados.
La mayoría de los fármacos que consumimos operan de esta manera, impidiendo parcial o totalmente la acción de los agonistas, para así poder regular o impedir sus efectos en el organismo. Estos antagonistas son muy específicos, ocupando un lugar determinado entre los receptores celulares, y por eso se administran con un criterio discrecional, o sea, profesional especializado.
Sigue con: Antítesis
Referencias
- “Antagonista (narratología)” en Wikipedia.
- “Antagonista (bioquímica)” en Wikipedia.
- “Protagonista” en Wikipedia.
- “Antagonismo” en el Diccionario de la lengua de la Real Academia Española.
- “Protagonista/antagonista” en Portal Académico CCH de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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