Te explicamos qué es la aceptación y cuáles son sus beneficios. Además, la terapia de aceptación y compromiso (ATP), y algunas estrategias para incorporar la aceptación en la vida cotidiana.

¿Qué es la aceptación?
La aceptación es la disposición consciente a reconocer y asumir la realidad tal como es, sin negarla ni reprimirla. No implica resignación ni conformismo, sino una actitud de apertura que permite que los pensamientos, emociones o sensaciones desagradables estén presentes mientras se avanza hacia aquello que resulta importante.
En psicología, se considera una habilidad que favorece el bienestar, al reducir la lucha interna contra lo que no se puede cambiar. Además, se diferencia de la evitación, que busca alejarse del malestar de forma inmediata, pero suele aumentar el sufrimiento con el tiempo.
Practicar la aceptación ayuda a mantener un contacto auténtico con la propia experiencia interna y con el entorno, lo que favorece la flexibilidad y el equilibrio personal.
Puntos clave
- La aceptación consiste en reconocer y asumir la realidad tal como es, sin negarla, reprimirla ni evitarla.
- Entre sus principales beneficios, favorece el bienestar, reduce la ansiedad y el estrés, mejora la toma de decisiones y fortalece la resiliencia.
- La terapia de aceptación y compromiso utiliza la aceptación con la acción orientada a los valores personales para aumentar la flexibilidad psicológica, afrontar experiencias difíciles y tomar decisiones conscientes.
- Ver además: Mindset
Beneficios de la aceptación
La aceptación se utiliza en el tratamiento de problemas como ansiedad, depresión, dolor crónico y otras dificultades emocionales. Su propósito no es eliminar el malestar, sino transformar la manera de relacionarse con él.
Entre sus principales beneficios, se encuentran:
- Bienestar emocional. Reconocer y aceptar vivencias difíciles permite procesarlas sin que aumenten su intensidad. Por ejemplo, al recibir críticas en el trabajo, asumir la frustración y concentrarse en las tareas.
- Reducción del estrés. Dejar de oponerse a pensamientos incómodos disminuye la tensión física y mental. Por ejemplo, aceptar la tristeza tras una ruptura y buscar apoyo en amigos en lugar de aislarse.
- Mejora de la toma de decisiones. Aceptar sensaciones desagradables ayuda a actuar según lo que realmente se valora, sin dejarse llevar por impulsos. Por ejemplo, observar un error del pasado sin castigarse para decidir con mayor claridad.
- Mayor resiliencia. Afrontar con apertura situaciones adversas fortalece la capacidad de adaptación. Por ejemplo, reconocer la preocupación tras perder un empleo y enfocarse en buscar nuevas oportunidades.
- Relaciones más sanas. Favorecer la aceptación en los vínculos mejora la comunicación y la resolución de conflictos. Por ejemplo, aceptar el enojo en una discusión y expresarlo sin ofender.
- Puede servirte: Empatía
Terapia de aceptación y compromiso
La terapia de aceptación y compromiso (ACT) es un enfoque terapéutico de la tercera ola de la terapia cognitivo-conductual. Fue desarrollada por el psicólogo estadounidense Steven C. Hayes (1948) y sus colaboradores en la década de 1980.
Su objetivo es aumentar la flexibilidad psicológica, entendida como la capacidad de vivir de forma consciente, abierta y guiada por valores personales. Para eso, combina dos componentes principales:
- Aceptación. Implica dar espacio a las experiencias internas sin intentar controlar su frecuencia o intensidad.
- Compromiso. Consiste en actuar de manera coherente con los valores y objetivos significativos, incluso cuando existen dificultades.
La ACT utiliza estrategias como la defusión cognitiva (tomar distancia de los pensamientos), el contacto con el momento presente, la clarificación de valores y la acción comprometida.
- Más en: Conductismo
¿Qué es la evitación vivencial?
La evitación vivencial es un patrón de respuesta que busca eliminar experiencias internas desagradables. Aunque puede generar alivio temporal, limita la conciencia de uno mismo y la capacidad de adaptación. Por ejemplo, evitar la ansiedad social impide desarrollar habilidades de interacción y puede cerrar oportunidades de amistad o trabajo.
Mientras la aceptación permite integrar las vivencias en el presente y aprender de ellas, la evitación restringe el crecimiento personal y la autonomía.
¿Cómo practicar la aceptación?
Algunas estrategias y ejercicios prácticos para practicar la aceptación son:
- Observar sin juzgar. Reconocer pensamientos, emociones y sensaciones sin calificarlos como buenos o malos.
- Elegir según valores. Tomar decisiones alineadas con lo que se considera importante, incluso si aparecen emociones molestas.
- Integrar lo aprendido. Usar la experiencia como guía para actuar de manera constructiva.
- Escribir. Llevar un diario o practicar la escritura reflexiva para explorar y comprender las vivencias internas.
- Practicar técnicas de relajación. Realizar ejercicios de respiración profunda, relajación muscular u otros métodos para disminuir la tensión.
- Visualizar. Imaginar situaciones difíciles y aceptarlas mentalmente para preparar una respuesta emocional adecuada.
- Exponerse gradualmente. Afrontar miedos o recuerdos dolorosos de forma progresiva para fortalecer la capacidad de atravesar situaciones difíciles.
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Referencias
- Barraca Mairal, J. (2012). ¿Aceptación o control mental? Terapias de aceptación y mindfulness frente a las técnicas cognitivo-conductuales para la eliminación de pensamientos intrusos. Análisis y Modificación de Conducta, 37(155-156). https://www.uhu.es
- Carrasco Lopez, J. F. (2006). Terapia de aceptación y compromiso (ACT): características, técnicas clínicas básicas y hallazgos empíricos. Revista Internacional de Psicología Clínica y de Salud, 14(3), pp. 361-385. https://www.behavioralpsycho.com
- Hayes, S. C. (2015). Terapia de aceptación y compromiso. Desclée de Brouwer.
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