Trabajo manual

Te explicamos qué es el trabajo manual y cuáles son sus características. Además, te contamos en qué oficios y profesiones se utiliza.

¿Qué es el trabajo manual?

El trabajo manual es el conjunto de labores que se desempeñan con las manos, es decir, a través de la aplicación de un esfuerzo o una habilidad de carácter físico. Se distingue del trabajo intelectual, que se lleva a cabo mediante un esfuerzo mental.

En general, el trabajo manual se vincula con la producción o el mantenimiento de objetos o espacios. En la mayoría de los casos, implica el desarrollo de habilidades o destrezas específicas que requieren de aprendizaje, preparación o práctica.

Los trabajos manuales más comunes incluyen oficios y profesiones como la carpintería, la mecánica, la herrería, el tejido, la construcción edilicia, la jardinería, la costura, la cerámica, la orfebrería, el cultivo y la cosecha, así como la limpieza y reparación de todo tipo de objetos, superficies o maquinaria.

El trabajo manual es fundamental para la sociedad, ya que permite la creación, reparación y demolición de productos, bienes y estructuras. Sin embargo, debido al esfuerzo que implica, en ciertos momentos de la historia ha sido percibido como una actividad menor.

Muchas religiones, en cambio, han valorado el trabajo manual y atribuido al esfuerzo físico una cualidad purificadora, redentora o benéfica. Estas doctrinas o discursos tienen en común la consideración del trabajo manual como una actividad digna y gratificante, que purifica el espíritu a través del empeño del cuerpo.

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Historia del trabajo manual

En algunas civilizaciones de la Antigüedad, especialmente en las de tipo imperial, los trabajos manuales más forzados eran llevados a cabo por mano de obra esclava, que se ocupaba de la siembra, la limpieza y otras labores que implicaban un gran esfuerzo físico. De esta manera, los sectores privilegiados de la sociedad podían dedicarse a ocupaciones que consideraban más elevadas, como la política o la filosofía.

La llegada de la Revolución Industrial y las nuevas formas de organización del trabajo generaron una transformación social progresiva pero radical, que profundizó las diferencias entre el trabajo intelectual y el trabajo manual. Este proceso dividió las tareas, amplió la brecha económica y las desigualdades sociales y reafirmó la percepción sobre los oficios manuales, que se desvalorizaron frente al prestigio social asociado al conocimiento teórico.

En tiempos recientes, ante el avance de las consecuencias nocivas de la industrialización (como la precarización y las injusticias sociales, los trastornos ambientales y los efectos psicológicos de las estructuras laborales), el trabajo manual ha sido reivindicado, especialmente en lo que se refiere a los oficios ancestrales, la producción local a pequeña escala y el pensamiento creativo.

Por otra parte, en todo el mundo se han difundido filosofías orientales que honran el trabajo manual desde diversos puntos de vista relacionados con el cultivo de la sencillez, el respeto sin jerarquías por todos los seres, la práctica de la atención plena en la unidad cuerpo-mente y el servicio a los otros.

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Características del trabajo manual

A grandes rasgos, el trabajo manual se caracteriza por:

• Depende de las capacidades físicas. El trabajo manual involucra habilidades que atañen al cuerpo, como la fuerza física, la destreza manual o la coordinación motora.
• Requiere práctica o instrucción técnica. El trabajo manual implica conocimientos que se adquieren a través de aprendizajes específicos. En muchos casos, este aprendizaje proviene de tradiciones ancestrales que se transmiten entre generaciones.
• Tiene un resultado tangible. La obra del trabajo manual se traduce en productos físicos concretos, como una obra de arte, una comida, una prenda de vestir, una estructura monumental o la puesta en funcionamiento de un artefacto.
• Implica una transformación de los materiales. Por medio del trabajo manual, se entra en contacto directo con materiales sintéticos o naturales como barro, madera, metales o fibras, para transformarlos en objetos con fines específicos.

Ejemplos de trabajo manual

Algunos oficios y profesiones que utilizan el trabajo manual son:

• Carpintería. Consiste en el trabajo de la madera para tallar adornos y utensilios, construir muebles, embarcaciones e incluso edificaciones enteras, entre otros. Requiere un conocimiento profundo de los tipos de madera, sus resistencias y los materiales necesarios para trabajarla, como sierras manuales o eléctricas, gubias, cepillos, lijas, barnices o pegamentos.
• Herrería. Consiste en el trabajo del hierro a muy altas temperaturas para crear objetos artísticos o funcionales. Requiere el manejo de saberes relacionados con los diferentes metales, además del uso de elementos como yunques, martillos y hornos.
• Albañilería. Consiste en erigir muros y paredes o hacer edificaciones empleando cemento, ladrillos, piedras u otros materiales. Requiere el uso de herramientas especializadas, así como conocimientos de geometría y resistencia de materiales.
• Agricultura. Consiste en el cultivo de la tierra, la siembra y la cosecha de frutos, semillas, flores u otros productos agrícolas, además del cuidado de animales. Requiere conocimientos de meteorología, botánica y zoología.
• Joyería. Consiste en el diseño y la creación de piezas muy elaboradas a partir de piedras y metales preciosos. Requiere conocimientos de gemología, diseño y metalurgia.
• Tejido. Consiste en la elaboración de textiles a partir de una amplia variedad de técnicas, con agujas o con telares, tanto artesanales como industriales. Además de creatividad y destreza manual, requiere conocimientos sobre las formas de entrelazar los hilos.
• Mecánica. Consiste en el mantenimiento y la reparación de vehículos automotores, maquinaria industrial o equipos agrícolas. Requiere conocimientos específicos sobre una amplia variedad de motores y sistemas, además del manejo de herramientas especializadas y planos.
• Artes plásticas. Consiste en la creación de obras de arte a partir de técnicas de pintura, grabado, escultura, cerámica, dibujo, collage u orfebrería. Requiere el desarrollo del sentido estético y conocimientos de muy diversas técnicas y materiales, además del uso de herramientas especializadas.

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Referencias

• De Castella, T. (2011). ¿Es mejor el trabajo manual que el intelectual?. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/
• Sohn-Rethel, A. (2017). Trabajo manual y trabajo intelectual. Una crítica de la epistemología. Dado Ediciones.                        
• Tolstói, L. (s.f.). A Romain Rolland. En Cartas de León Tolstói (pp. 256-276). Fundación El libro Total. https://www.ellibrototal.com/