Te explicamos qué es un texto funcional, cuáles son sus características y qué tipos existen. Además, algunos ejemplos.
¿Qué es un texto funcional?
Los textos funcionales o instrumentales son aquellos que persiguen una utilidad práctica y concreta, generalmente brindar información al lector respecto de un asunto específico de la vida cotidiana. Por lo tanto, su lectura es enteramente utilitaria: no persigue el entretenimiento, la experiencia estética ni la divulgación, sino cumplir con algún cometido inmediato.
Los textos funcionales son muy comunes y abundantes en la vida cotidiana, y representan el nivel más básico y fundamental de la lectoescritura. Es decir que se utilizan para la resolución de problemas específicos, como la transmisión de información, el registro de recordatorios, la alerta sobre una situación concreta, entre otros. En ellos, predominan siempre la función referencial y la función apelativa del lenguaje.
¿Textos funcionales o fundacionales?
Es importante no confundir los textos funcionales con los textos fundacionales. Estos últimos se refieren a las grandes obras clásicas de la literatura o la mitología que sirvieron de cimiento para una tradición cultural o religiosa, o para una civilización entera.
- Ver además: Texto instructivo
Características de los textos funcionales
A grandes rasgos, los textos funcionales se caracterizan por lo siguiente:
- Tienen utilidad inmediata. Le transmiten al lector una información de interés y aplicación práctica en la vida cotidiana.
- Tienen una extensión variable. Normalmente, son breves y concisos, pero pueden extenderse tanto como sea necesario.
- Carecen de preámbulos. No presentan introducciones o prefacios, ni tampoco conclusiones o epílogos.
- Emplean un lenguaje sencillo. Están diseñados para el rápido entendimiento por parte del público objetivo. No apuntan a lo estético, a lo reflexivo ni a lo enciclopédico.
- Tienen sentido dentro de un contexto real. Hacen alusión a su lugar de emplazamiento y a los objetos que lo rodean.
Tipos de textos funcionales
Dada la variedad de los textos funcionales, no existe una clasificación universalmente válida para ellos. Aun así, es posible distinguirlos de acuerdo a su cometido.
- Textos funcionales de tipo personal. Son aquellos que forman parte del universo cotidiano de una persona y tienen sentido principalmente para ella o quienes la conocen. Por ejemplo: una nota en la agenda.
- Textos funcionales de tipo profesional. Son aquellos que forman parte del universo del trabajo y tienen sentido para quienes ejercen el oficio o trabajan en el mismo contexto. Por ejemplo: el material de apoyo exhibido en una presentación laboral.
- Textos funcionales de tipo escolar. Son aquellos que forman parte del universo educativo y transmiten una información práctica en el ámbito del aprendizaje. Por ejemplo: las correcciones del profesor en un examen.
- Ver también: Tipos de texto
Ejemplos de textos funcionales
- Una lista de víveres para el mercado.
- El número de teléfono de alguien, anotado en una agenda.
- Un recordatorio en un post-it de escritorio.
- El currículum de un postulante a un puesto de trabajo.
- Un anuncio de desvío, porque una calle está interrumpida por obras.
- Un mapa conceptual elaborado con fines educativos.
- La descripción de un producto en un catálogo en línea.
- El rótulo que identifica el anaquel de una biblioteca o una librería (“clásicos”, “filosofía”, “autoayuda”, entre otros).
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Referencias
- Sánchez, M. (2006). Taller de lectura y redacción II. Pearson.
- Zarzar Charur, A. (2000). Taller de lectura y redacción 2. Grupo Editorial Patria.
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