Oficio

Te explicamos qué es un oficio y en qué se diferencia de una profesión. Además, qué es el oficio como documento y actuar de oficio.

oficio
El oficio de una persona define su trabajo en la sociedad.

¿Qué es un oficio?

Un oficio es la ocupación habitual que una persona tiene, es decir, aquella actividad a la cual dedica la mayor cantidad de horas y esfuerzo, y que define su trabajo en la sociedad. Así, cuando la gente nos pregunta a qué nos dedicamos, o sea, en qué trabajamos, están preguntándonos por nuestro oficio.

Sin embargo, esta palabra es muy antigua, y a lo largo de la historia ha formado parte de muchas formulaciones diferentes y ha ido acumulando nuevos sentidos específicos, como veremos más adelante. Originalmente, se trataba de una palabra en latín: officium, forma simple de opficcium, un término en el que se combinaban dos voces: opus (“obra”) y facere (“hacer”).

De modo que el oficio era el tipo de obras que hacíamos para la sociedad: el zapatero hacía zapatos, el carpintero objetos de madera, el peletero objetos de piel animal, etcétera. Esto podía extenderse, además, a las cosas y objetos, que tenían en su oficio su cometido, su propósito, su utilidad.

Pero las actividades y dedicaciones humanas no siempre fueron tan simples, y el término oficio debió adaptarse para dar cuenta de nuevas realidades sociales, dando así origen a nuevas palabras como oficial y oficina, por ejemplo.

De allí que hoy en día esta palabra se vincule con asuntos burocráticos (o sea, asuntos de oficina), o bien con ciertos ritos eclesiásticos (como el “oficio de difuntos”, a través del cual la iglesia ruega por las almas de los fallecidos), ya que estos ámbitos estuvieron en su momento muy vinculados en su época con la administración de la sociedad.

Así, oficio es una palabra muy empleada y muy versátil, y a continuación trataremos de aclarar solo algunos de sus principales significados.

Ver además: Trabajador

Oficio y profesión

Como hemos dicho ya, el oficio tenía que ver originalmente con la actividad productiva que a uno le correspondía en sociedad. Hablar del oficio era hablar de qué cosas uno hace, o sea, qué sabe hacer, en el sentido más literal del verbo: qué tipos de objetos sabe materializar.

Estos oficios eran transmitidos de padres a hijos, de modo que el hijo del herrero normalmente sabía de herrería, o en todo caso a un aprendiz interesado en adquirir el oficio y abrir su propia forja. Por lo tanto, la adquisición de los oficios se daba a través de la experiencia directa.

Sin embargo, conforme las sociedades se hicieron más complejas y el conocimiento comenzó a acumularse y refinarse, surgieron nuevas formas de ocupación que además de una experiencia directa requerían de una preparación teórica, es decir, de un lapso de estudio y formación que tenía lugar entre libros, generalmente en instituciones como iglesias, templos, academias filosóficas, y otros equivalentes a las universidades de hoy.

Así fue como nacieron las profesiones, es decir, los oficios profesionales, que eran fruto de una “carrera” académica, es decir, que eran posibles gracias a un conjunto de saberes exclusivos para aquellos iniciados.

He allí la diferencia fundamental entre oficios y profesiones: los primeros se adquieren mediante la experiencia y son más o menos accesibles a todo el mundo que les dedique tiempo y esfuerzo; mientras que las profesiones exigen una formación académica de varios años, durante los cuales se acumulan saberes especializados y se adquiere una manera de pensar a la que difícilmente puede llegarse a través de la pura experiencia.

Así, son ejemplos de oficios: plomero, carpintero, zapatero, barrendero, obrero, albañil, actor, cocinero, etc. Y son ejemplos de profesiones: arquitecto, médico, ingeniero, profesor, químico, físico, matemático, diseñador, computista, etc.

Más en: Profesión

Oficio (documento)

En el lenguaje burocrático y judicial, se llama oficio a un tipo de documento en los cuales se comunican disposiciones, consultas, órdenes u otros tipos de información pertinente.

Estos documentos emanan de ciertas instituciones como ministerios, embajadas, sindicatos, u oficinas gubernamentales, entre otros. Su consumo puede ser interno (oficios internos) o externo (oficios externos), dependiendo de si están dirigidos a la propia institución o a clientes externos.

Siendo una forma de documentación oficial, los oficios suelen consistir en un membrete y un encabezado, en los que se identifica el ente emisor, se brinda la información contextual (fecha, lugar, asunto) y el destinatario de la comunicación, que en el caso de los oficios múltiples pueden ser más de uno. El resto del oficio lo conforman el contenido del texto, o sea, la información en sí misma, la firma y los materiales anexos, de haberlos.

Actuar de oficio

En la jerga legal, burocrática o administrativa, se emplea el término “de oficio” para aquellos trámites o diligencias a los que se puede dar curso sin necesidad del deseo expreso de la parte interesada, o sea, sin que haya instancia de parte. Estas actuaciones son llevadas a cabo por organismos públicos, en el ámbito de sus competencias y atendiendo a sus deberes, sin necesidad de que alguien los solicite de manera explícita.

Son ejemplos de acciones de oficio:

  • La investigación de un hecho delictivo por parte de la policía, una vez que ha sido de su conocimiento o de conocimiento público.
  • Cuando un juez dictamina, en el marco de un juicio legal, que se lleven a cabo ciertas acciones preventivas que garanticen la justa resolución del caso, sin que ninguna de las partes lo solicite.

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Referencias

¿Cómo citar?

"Oficio". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en: https://concepto.de/oficio/. Última edición: 5 de agosto de 2021. Consultado: 25 de abril de 2024

Sobre el autor

Última edición: 5 agosto, 2021

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