Te explicamos qué es el narrador testigo, cuáles son sus características y ejemplos. Además, en qué se diferencia de otros tipos de narradores.

¿Qué es el narrador testigo?
El narrador testigo es la voz narrativa que cuenta eventos de los que no es protagonista, pero de los que puede dar testimonio. Se trata de un observador dentro del relato, que cuenta aquello que les ocurre a terceros, ya sea en primera persona gramatical (“yo”) o en tercera (“él”, “ella”, “ellos”, “ellas”).
Este tipo de narrador también es llamado “narrador metadiegético”, ya que se encuentra dentro de la diégesis: el mundo en el que ocurren los hechos. Sin embargo, se diferencia fácilmente del narrador protagonista, en el que coinciden quien cuenta el relato y a quien le ocurren los eventos que lo componen.
El narrador testigo relata los eventos como si los hubiera presenciado de primera mano, y lo hace desde distintas perspectivas. Según cómo lo haga, podemos diferenciar distintos tipos de narrador testigo:
- Narrador testigo impersonal. Se limita a contar lo que ve, casi siempre en tiempo presente, tal y como lo haría la cámara en una película. Es impersonal porque no tiene personalidad, no dice nunca “yo”, y se limita a referir los eventos que presenció.
- Narrador testigo personal. Cuenta los eventos que alguna vez presenció, sin escatimar información respecto a quién es él ni a cómo llegó a saber lo que sabe. Generalmente, el relato depende de su memoria o de su capacidad para deducir información a partir de lo que vio.
- Narrador testigo informante. Transcribe los hechos como se dice que ocurrieron, a menudo como parte de algún informe, nota o documento, dándole al lector la impresión de formar parte del mundo ficcional.
El narrador testigo es uno de los más comunes de la tradición narrativa occidental moderna, junto con el narrador protagonista. Se encuentra especialmente en relatos que juegan con la fidelidad de sus recuerdos (narrador deficiente) o que tienen intenciones ocultas (narrador poco fiable).
- Ver además: Tipos de narrador
Características del narrador testigo
En general, todo narrador testigo se caracteriza por lo siguiente:
- Cuenta los eventos que componen el relato desde una perspectiva única, correspondiente a un personaje de la trama que nos sirve de testigo o a una entidad no involucrada en la trama, pero presente cuando se llevan a cabo los hechos.
- Nunca es el protagonista de la historia, aunque puede verse involucrado en ella como un personaje más.
- Posee una cantidad de información limitada, que puede ser mayor, igual o menor a la que dispone el protagonista, pero siempre idéntica a la que dispone el lector.
- Está sumergido en el relato, de modo que rara vez accede a información por fuera de él, ni puede anticiparse a las cosas, como lo haría el narrador omnisciente.
- Puede utilizar la primera o la tercera persona gramatical, dependiendo de si se refiere a sí mismo (“yo”) o únicamente a los personajes (“él”, “ella”, “ellos” o “ellas”).
- Puede disfrazar su voz mediante diferentes estrategias, a menudo imitando el registro de recortes de prensa, documentos oficiales, testimonios, entre otros.
Ejemplos de narrador testigo
Los siguientes son algunos ejemplos de los tres tipos de narrador testigo:
- Ejemplo de narrador testigo impersonal. Tomado de “Los asesinos”, del autor estadounidense Ernest Hemingway (1899-1961):
Estaba oscureciendo. El alumbrado se encendió al otro lado de la ventana. Los dos hombres sentados a la barra leyeron el menú. Nick Adams los observaba desde la otra punta de la barra. Estaba charlando con George cuando entraron.
—Tomaré lomo de cerdo asado con salsa de manzana y puré de patatas —dijo el primer hombre que había hablado.
—Todavía no está preparado.
—Entonces, ¿por qué demonios lo pones en la carta?—Es la carta de la cena —les explicó George—. Se empieza a servir a las seis.
- Ejemplo de narrador testigo personal. Tomado de “Esbjerg, en la costa”, del autor uruguayo Juan Carlos Onetti (1909-1994):
Creo que me contó la historia, o casi toda, el primer día, el lunes, cuando vino a verme encogido como un perro, con la cara verde y un brillo de sudor enfriado, repugnante, en la frente y a los lados de la nariz. Me debe haber contado el resto de las cosas después, en las pocas veces que hablamos.
Empezó junto con el invierno, con esos primeros fríos secos que nos hacen pensar a todos, sin darnos cuenta de lo que estamos pensando, que el aire fresco y limpio es un aire de buenos negocios, de escapadas con los amigos, de proyectos enérgicos; un aire lujoso, tal vez sea esto. Él, Montes, volvió a su casa en un anochecer de esos, y encontró a la mujer sentada al lado de la cocina de hierro y mirando el fuego que ardía adentro. No veo la importancia de esto; pero él lo contó así y lo estuvo repitiendo.
- Ejemplo de narrador testigo informante. Tomado de “Pierre Menard, autor del Quijote”, del autor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986):
Como todo hombre de buen gusto, Menard abominaba de esos carnavales inútiles, solo aptos –decía– para ocasionar el plebeyo placer del anacronismo o (lo que es peor) para embelesarnos con la idea primaria de que todas las épocas son iguales o de que son distintas. Más interesante, aunque de ejecución contradictoria y superficial, le parecía el famoso propósito de Daudet: conjugar en una figura, que es Tartarín, al Ingenioso Hidalgo y a su escudero… Quienes han insinuado que Menard dedicó su vida a escribir un Quijote contemporáneo, calumnian su clara memoria.
No quería componer otro Quijote —lo cual es fácil— sino el Quijote. Inútil agregar que no encaró nunca una transcripción mecánica del original; no se proponía copiarlo. Su admirable ambición era producir unas páginas que coincidieran palabra por palabra y línea por línea con las de Miguel de Cervantes.
“Mi propósito es meramente asombroso”, me escribió el 30 de septiembre de 1934 desde Bayonne.
Diferencias con el narrador protagonista
A diferencia del narrador testigo, el narrador protagonista coincide con el personaje principal del relato, o sea, se trata de un personaje que cuenta su historia en primera persona. Todo lo ocurrido se conoce a través de él, sea en el momento presente o a través de los recovecos de su memoria.
Las diferencias entre ellos pueden resumirse de la siguiente manera:
Narrador testigo | Narrador protagonista |
---|---|
Cuenta la historia que conoce o ha presenciado. | Cuenta la historia que le ha ocurrido. |
Utiliza la tercera persona gramatical (o en ocasiones la primera) | Utiliza la primera persona gramatical. |
Puede saber tanto o más que los personajes de la historia. | Sabe únicamente lo que sabe en tanto personaje principal. |
Puede o no ser un personaje de la historia. | Se trata del personaje principal del relato. |
Por ejemplo: el narrador de “Los asesinos”, de Ernest Hemingway (1899-1961). | Por ejemplo: el narrador de “El buitre”, de Franz Kafka (1883-1924). |
- Más en: Narrador protagonista
Diferencias con el narrador omnisciente
A diferencia del narrador testigo, el narrador directivo o narrador omnisciente no pertenece al mundo del relato. Sin embargo, está presente en todos los instantes y lugares de la trama, como si se tratara de Dios, y puede saber todo aquello que le resulte necesario para contar la historia.
Sus diferencias pueden resumirse de la siguiente manera:
Narrador testigo | Narrador omnisciente |
---|---|
Cuenta la historia que conoce o ha presenciado. | Cuenta la historia sin tener nada que ver con ella, como la contaría Dios. |
Utiliza la tercera persona gramatical (o en ocasiones la primera) | Utiliza la tercera persona gramatical. |
Puede saber tanto o más que los personajes de la historia. | Sabe más que los personajes de la historia y que el propio lector. |
Puede o no ser un personaje de la historia. | No suele formar parte de la historia ni ser un personaje. |
Por ejemplo: el narrador de “Los asesinos”, de Ernest Hemingway (1899-1961). | Por ejemplo: el narrador de “Bola de sebo”, de Guy de Maupassant (1850-1893). |
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Referencias
- Avalle-Arce, J. B. (2006). Las novelas y sus narradores. Centro de Estudios Cervantinos.
- Contursi, M. E. y Ferro, F. (2000). La narración. Usos y teorías. Norma.
- Martínez Hernández, M. (2006). Literatura 1. Un enfoque constructivista. Pearson Educación.
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