Te explicamos qué es un mapa mental, sus características, para qué sirve y los tipos que hay. Aprende cómo hacer uno y sus ventajas y desventajas.
¿Qué es un mapa mental?
Un mapa mental es un tipo de diagrama que permite representar distintos conceptos, palabras, ideas, lecturas o tareas, dispuestos gráficamente de distintas maneras alrededor de una palabra clave o concepto central.
Los mapas mentales representan visualmente la jerarquía de las ideas. A partir de una palabra o frase clave, derivan conceptos principales, de los que se desprenden conceptos secundarios o detalles. De esta forma, los mapas mentales emulan el pensamiento irradiante y asociativo, ya que representan cómo una idea se conecta con otras de manera similar a como ocurre en la mente.
Esta herramienta tiene el objetivo de presentar la información de una manera más dinámica, y, por lo tanto, facilita el aprendizaje, la asimilación, el análisis, la organización y la síntesis de distintos temas. Por eso, los mapas mentales pueden ser empleados para estudiar, explicar, realizar exposiciones, tomar nota, entre otras tareas.
Ver también: Organizadores gráficos
Características de los mapas mentales
En los mapas mentales, la información se organiza de lo más importante a lo menos relevante. Por eso, en estos esquemas hay:
- Un tema central o un concepto fundamental. Es el nombre de aquello que se va a describir o caracterizar y suele colocarse en el centro del esquema.
- Conceptos principales o ideas organizadoras básicas. Son las distintas categorías que permiten clasificar el resto de la información. Se desprenden del tema central o el concepto fundamental y suelen mencionarse con sustantivos o construcciones sustantivas. Se colocan sobre las líneas o en círculos o rectángulos y es recomendable que sean entre tres y siete.
- Conceptos secundarios. Son subcategorías, detalles o ejemplos que se desprenden de los conceptos principales o las ideas organizadoras básicas. Se colocan sobre las líneas o en círculos o rectángulos.
- Líneas. Son marcas gráficas que conectan los distintos conceptos. En algunos casos, emulan ramas de árboles o dendritas neuronales.
Además, los mapas mentales suelen contar con otros elementos:
- Colores. Se pueden emplear para realizar las líneas o escribir las palabras. Mejoran la representación visual de la información.
- Imágenes. Pueden ser símbolos, íconos, fotografías y dibujos que representan los distintos conceptos. Permiten que el contenido sea más fácil de procesar y asimilar.
Ver también: Mapa semántico
¿Para qué sirve un mapa mental?
Un mapa mental se puede emplear con diversos fines:
- Explicar temas complejos.
- Clasificar información simple o compleja.
- Tomar notas de manera organizada en clase.
- Sintetizar o resumir textos para hacer guías de estudio que permitan recordar mejor la información.
- Organizar proyectos y diseñar planificaciones empresariales o institucionales.
- Clasificar los elementos de una lluvia de ideas.
- Hacer exposiciones y capacitaciones dinámicas y didácticas.
- Analizar las características de un asunto para poder tomar decisiones.
- Organizar metas y objetivos.
- Realizar un boceto que sirva para organizar la estructura de textos narrativos, expositivos o argumentativos.
Ver también: Cuadro sinóptico
Tipos de mapas mentales y sus ejemplos
Los mapas mentales se clasifican según su apariencia en mapas circulares, mapas arbóreos, mapas de arcoíris y mapas de panal:
Mapas circulares
Los mapas circulares son aquellos en los que se coloca el tema central en un círculo en el medio del esquema. Luego se agregan los conceptos principales o las ideas organizadoras básicas en círculos más pequeños, que están conectados al tema central mediante líneas.
En el caso de agregar conceptos secundarios, ideas, ejemplos o detalles, se colocan en círculos que se conectan mediante líneas con el concepto anterior y son cada vez más pequeños a medida que se alejan del tema central.
Este esquema se diferencia del diagrama de mandala, en el que los conceptos, las ideas, los ejemplos y los detalles se colocan en círculos concéntricos.
Mapas arbóreos
Los mapas arbóreos son aquellos en los que el tema central suele colocarse en el centro del esquema, pero también puede estar en la parte superior. Los conceptos, las ideas organizadoras básicas, los detalles y los ejemplos se conectan mediante líneas que tienen una forma similar a las ramas de los árboles o las dendritas cerebrales y que se van haciendo más finas a medida que se alejan del tema central.
Este tipo de esquema fue el primer mapa mental: los otros son variaciones estilísticas de este primer diseño.
Mapas de arcoíris
Los mapas de arcoíris son aquellos en los que se coloca el tema central en una nube a la izquierda. De la nube se desprenden arcos de colores hacia la derecha y en ellos se colocan los conceptos principales.
Este tipo de esquema presenta limitaciones, puesto que no se pueden añadir ideas y conceptos secundarios, detalles, ejemplos ni información accesoria. Además, como el arcoíris tiene siete colores, como máximo se pueden agregar siete conceptos principales y no es recomendable que sean menos de cinco.
Mapas de panal
Los mapas de panal son aquellos esquemas en los que se coloca el tema central en un hexágono en el medio del esquema. De este hexágono se desprenden otros en los que se agregan los conceptos principales o las ideas organizadoras básicas. En el caso de que sea necesario agregar más información, estos conceptos o ideas se escriben en hexágonos que se desprenden del anterior.
Este esquema lleva ese nombre porque, cuando queda terminado, tiene un aspecto similar al de un panal de abejas.
¿Cómo hacer un mapa mental?
Cuando se realiza un mapa mental para estudiar, dar una clase o hacer una exposición, es recomendable seguir una serie de pasos:
- Analizar el tema. Generalmente, el tema ya está dado por una consigna o una directriz y se debe determinar cuáles son los conceptos principales o las ideas organizadoras, los secundarios, los detalles y las ideas complementarias. Es recomendable hacer referencia a todos estos ítems con palabras clave. Por ejemplo, el tema puede ser las características de un cuento.
- Colocar el tema central o el concepto fundamental. Suele ir en el centro de la hoja y se puede escribir en un círculo o un rectángulo. Por ejemplo:
- Colocar los conceptos principales o las ideas organizadoras básicas. Se colocan más cerca del tema central y en el sentido de las agujas del reloj. Es recomendable escribir cada uno con un color distinto y enumerarlos para indicar el orden de lectura. Por ejemplo:
- Colocar los conceptos secundarios. Se colocan cerca del concepto principal o la idea organizadora de la que se desprenden. Es recomendable escribirlos con el mismo color que el concepto principal o la idea organizadora. Por ejemplo:
- Añadir los conceptos terciarios, las ideas complementarias, los detalles y los ejemplos. Si hay información complementaria se la coloca cerca del concepto secundario del que parte y con el mismo color. Por ejemplo:
- Unir los elementos. Se unen los elementos con líneas que imitan la forma de las dendritas cerebrales o las ramas de un árbol. Si se encuentran más cerca del tema central, las líneas deben ser más gruesas; y si se encuentran más lejos, deben ser más finas. También se pueden emplear líneas rectas y, en ese caso, todos los conceptos deben ir en círculos o rectángulos. Por ejemplo:
- Agregar imágenes. Es recomendable añadir fotografías, ilustraciones, símbolos y/o íconos que acompañen a los conceptos, puesto que permiten memorizar la información con mayor facilidad. Además, en algunos casos, las imágenes pueden reemplazar a las palabras clave.
Ventajas y desventajas del mapa mental
El mapa mental presenta una serie de ventajas:
- Muestra la jerarquía de los conceptos. Permite observar cuál es el tema central, las ideas principales y las secundarias y los detalles con mucha claridad.
- Permite sintetizar la información más importante. Sirve para resaltar lo más relevante de un tema, puesto que únicamente se anotan las palabras clave de un asunto.
- Es útil para asimilar, comprender y memorizar la información. Permite entender y recordar información compleja con mayor facilidad.
- Ayuda a superar un bloqueo mental. Cuando se realizan análisis o lluvias de ideas, permite superar el bloqueo porque es un excelente dispositivo para fomentar el pensamiento creativo.
- Se puede utilizar en diversas disciplinas y con distintos objetivos. Se puede utilizar para estudiar, hacer exposiciones, dar clases, presentar proyectos, entre otros.
Sin embargo, un mapa mental también tiene desventajas:
- Puede ser difícil de elaborar. Cuando una persona tiene que hacer un mapa mental por primera vez, determinar cómo se deben organizar jerárquicamente los conceptos puede ser muy complicado.
- Puede ser difícil de entender. Al no haber oraciones o enunciados, puede ser difícil de comprender si se representa un tema muy complejo.
- Puede llevar mucho tiempo hacer uno. Cuando el tema representado tiene muchas clasificaciones y subclasificaciones, la elaboración del mapa mental puede tomar más tiempo del esperado.
- Suele requerir planificación previa. Para que ningún contenido clave quede afuera del mapa, es necesario determinar cómo estará dispuesta la información con anterioridad.
- Puede no servir para representar un determinado tema. Si bien se puede aplicar para graficar distintos temas, no es conveniente utilizarlo para aquellos que necesitan incluir descripciones extensas.
Ver también: Esquema
Diferencia entre mapa mental y mapa conceptual
Los mapas mentales y los conceptuales presentan algunas similitudes, por ejemplo, en ambos la información aparece de manera jerarquizada, se parte de un tema central y se mencionan los conceptos principales y, en algunos casos, los secundarios y los terciarios.
Sin embargo, estos tipos de esquemas presentan diferencias. Por un lado, únicamente los mapas mentales se pueden emplear para organizar información que va surgiendo en el momento, por ejemplo, cuando se hace una lluvia de ideas.
Por otro lado, solo en los mapas conceptuales se emplean palabras de enlace, es decir, términos o construcciones que se escriben sobre las líneas y que junto con el concepto anterior y el posterior forman un enunciado con sentido completo.
Sigue con:
Referencias
- Buzan, T. (1996). El libro de los mapas mentales. Urano.
- Guerra Reyes, F. (2019). Principales organizadores gráficos utilizados por docentes universitarios: una estrategia constructivista. Investigación y postgrado, 34(2), 99-118.
- Ontoria Peña, A., Gómez, J. P. R. y de Luque, A. (2006). Aprender con mapas mentales. Una estrategia para pensar y estudiar. Narcea.
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