Te explicamos qué es la ley de atracción y por qué es una creencia pseudocientífica. Además, te contamos las virtudes del pensamiento positivo.

¿Qué es la ley de la atracción?
La ley de atracción es una creencia que sostiene que es posible atraer eventos positivos o negativos a través de pensamientos conscientes o inconscientes. Su idea central propone que la energía mental que una persona dedica a sus pensamientos se refleja en las circunstancias que atrae a su vida.
Se trata de una noción difundida entre practicantes de filosofías New Age, movimientos de autoayuda y otras propuestas pseudocientíficas. Bajo el lema “Lo semejante atrae lo semejante”, afirma que los pensamientos positivos generan resultados favorables mientras que los negativos provocan adversidades.
A menudo, esta teoría se presenta utilizando términos científicos (especialmente de la física cuántica), filosóficos o religiosos. Sin embargo, tanto desde las ciencias naturales como desde la psicología, se la ha cuestionado por carecer de base empírica y por recurrir principalmente a anécdotas y relatos personales como forma de evidencia. Además, se la critica por fomentar un pensamiento mágico que ignora las verdaderas condiciones socioeconómicas que determinan la calidad de vida.
Puntos clave
- La ley de atracción es una creencia popular que postula que los pensamientos, ya sean positivos o negativos, influyen en las experiencias que una persona atrae hacia su vida.
- El origen de la ley de atracción se remonta a tradiciones religiosas y filosóficas antiguas, aunque cobró fuerza en el siglo XIX con el movimiento del Nuevo Pensamiento. En el siglo XXI, resurgió con la publicación del libro El secreto, de Rhonda Byrne.
- Los principios de la ley de atracción incluyen: enfocarse en lo que se desea, eliminar creencias limitantes, visualizar el objetivo con intensidad y actuar con confianza en que el universo colaborará.
- La psicología valora el pensamiento positivo por su capacidad para mejorar el estado de ánimo, fortalecer la resiliencia y fomentar una actitud proactiva frente a los desafíos.
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Origen e historia de la ley de la atracción
La ley de atracción se basa en una idea común a muchas religiones: hacer el bien trae recompensas y hacer el mal, castigos. Sin embargo, esta teoría aplica el principio a los pensamientos: pensar en positivo trae buenos resultados, mientras que pensar en negativo genera consecuencias negativas.
Entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, varios pensadores relacionados con el pensamiento inspiracional y la autoayuda retomaron esta idea. Muchos de ellos estaban vinculados al movimiento conocido como Nuevo Pensamiento (New Thought). Entre los más destacados, se encuentran:
- James Allen (1864-1912), autor de Cómo piensa un hombre (1903).
- William Atkinson (1862-1932), autor de La ley de la atracción en el mundo del pensamiento (1906).
- Wallace Wattles (1860-1911), autor de La ciencia de hacerse rico (1910).
En el siglo XXI, la ley de atracción volvió a ganar popularidad gracias al libro El secreto (2006), de la autora australiana Rhonda Byrne (1951), publicado tras el éxito de la película homónima. En esta obra, Byrne retomó ideas del Nuevo Pensamiento y las presentó como parte de una “ley universal”.
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Principios de la ley de atracción
La ley de atracción propone que al pensar en cosas positivas y actuar con optimismo, se atraen experiencias y situaciones positivas. El procedimiento para “atraer” aquello que se desea incluye los siguientes principios:
- Hacer foco en lo que se quiere. Es necesario decidir con claridad lo que se desea lograr, canalizando las energías hacia el objetivo.
- Eliminar creencias limitantes. Para que los pensamientos alcancen su objetivo, es preciso reconocer y dejar atrás las ideas negativas que puedan bloquear el progreso, ya sea de manera consciente o inconsciente.
- Visualizar lo que se desea. Al concentrarse intensamente en el objetivo y visualizarlo con claridad y emoción, se genera una conexión entre los pensamientos y la realidad que se desea crear.
- Tomar acción. Se debe actuar con la confianza de que el universo colaborará con el resultado deseado.
Beneficios del pensamiento positivo
Si bien el pensamiento positivo no es capaz de alterar mágicamente la realidad ni de atraer eventos específicos, como sugiere la ley de atracción, muchos psicólogos reconocen sus beneficios en la vida cotidiana.
Tener una mentalidad positiva contribuye a un estado anímico general que facilita enfrentar las adversidades y disfrutar los logros. Este enfoque contrasta con una actitud pesimista, que tiende a intensificar las dificultades.
Es decir, el pensamiento positivo no garantiza que solo ocurran cosas buenas, pero ayuda a afrontar los desafíos con mayor resiliencia, sabiendo que tanto lo bueno como lo malo forman parte de la vida de todas las personas. Además, mantener una actitud positiva ayuda a identificar oportunidades y a tomar decisiones arriesgadas en el momento justo.
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Referencias
- Béjar, H. (2014). Los orígenes de la tradición del pensamiento positivo. Athenea Digital. Revista de Pensamiento e Investigación Social, 14(2), 227-253. https://atheneadigital.net/
- García Pérez, M. del C. (2016). Emociones positivas, pensamiento positivo y satisfacción con la vida. Revista INFAD de Psicología. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 2(1), 17-22. https://revista.infad.eu
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