Te explicamos qué es un juicio moral, qué elementos lo componen y diversos ejemplos. Además, diferencias con un juicio moral.
¿Qué es un juicio moral?
Un juicio moral consiste en la evaluación mental de una acción, conducta o decisión en términos morales, o sea, de acuerdo a un sistema social y cultural de valoración que diferencia entre lo bueno y lo malo.
Así, un juicio moral sirve para afirmar o negar que alguna acción constituya una conducta moral (aceptable) o inmoral (inaceptable), guiándonos por ciertas consideraciones innatas del ser humano (la empatía, los sentimientos, por ejemplo) y también por consideraciones de tipo social, histórico, cultural, religioso, etc.
Un juicio moral es un acto consciente, en el que se toman en cuenta ciertos elementos de la situación, como la motivación de un acto, los fines y medios empleados y las consecuencias a corto, mediano y largo plazo que produce. Todo ello orientado hacia una reflexión tanto racional como afectiva sobre lo que es bueno y malo, lo cual nunca es simple de determinar y puede conducir a dilemas y contradicciones.
Dicho de un modo simple, nuestra capacidad de juicio moral consiste en distinguir entre el bien y el mal como categorías más o menos absolutas. Por ello depende de nuestra conciencia moral, la cual se nos inculca en el hogar cuando somos niños y luego en la escuela, y a menudo a través de la religión y la filosofía.
Ver también: Valores morales
Elementos de un juicio moral
Todo juicio moral involucra tres elementos diferentes, que son:
- El objeto, que viene a ser la conducta, decisión o acción que está siendo juzgada moralmente, y que por lo tanto debe ser tenida como moral o inmoral.
- Las circunstancias, que son el contexto en que el acto juzgado tiene lugar y las condiciones que lo acompañan y lo condicionan.
- La intención, que es la motivación detrás de la acción juzgada y el deseo concreto que se busca satisfacer en concreto.
Ejemplos de juicio moral
Algunos ejemplos de juicio moral se pueden apreciar en las siguientes situaciones:
- Un juez debe decidir si es moral o inmoral, es decir, bueno o malo, la acción que llevó a cabo un médico al ayudar a morir a un hombre cuadripléjico que estaba internado en su hospital, tomando en cuenta el deseo explícito del hombre de morir y el juramento hipocrático del médico. ¿Estuvo bien ayudarlo a morir o ha debido prolongarle una existencia dolorosa en contra de su deseo?
- Los votantes de un partido político que, una vez en el poder, desató una dictadura feroz y masacró a sus opositores, deben decidir, en su fuero interno, si estuvo bien o mal haber votado como lo hicieron. Para ello deberán evaluar si sabían que ello sucedería, si había indicios claros al respecto, y si estuvo en sus manos impedir la llegada al poder de los asesinos.
- Un hombre se entera de que su hijo ha atropellado a un peatón al volver borracho a casa. Temiendo por el destino de su hijo, le ofrece a su jardinero que asuma él la culpa y confiese el crimen en su lugar, a cambio de pagarle los estudios universitarios a sus hijos y mantener a su familia durante el tiempo que pase en prisión. El jardinero acepta, pero el hijo debe decidir si está bien que un inocente vaya a la cárcel en su lugar, o si debe confesar su crimen y arruinar su brillante futuro.
Diferencia entre juicio moral y juicio ético
La diferencia entre el juicio moral y el juicio ético es simple: en el primer caso intentamos decidir si una conducta, decisión o acción es aceptable o inaceptable, o sea, buena o mala; mientras que un juicio ético evalúa las opciones disponibles para decidir cuál es la manera moral, aceptable o correcta de enfrentar un dilema y resolverlo.
Así, por ejemplo, un juicio moral puede decirnos si estuvo bien o mal haber votado a favor de la pena de muerte en nuestro Estado, pero sólo un juicio ético nos puede indicar cuál sería la manera correcta, idónea, más humana, de ponerla en práctica.
Más en: Juicios éticos
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