Te explicamos qué es un hábito, cómo se forma, qué tipos existen y algunos ejemplos. Además, su relación con los vicios.
¿Qué es un hábito?
Un hábito es una conducta que se repite con regularidad y que, con el tiempo, se vuelve automática o natural. Es un comportamiento aprendido, es decir, no innato, y que requiere de poco o ningún compromiso racional. Por ejemplo, tener una alimentación equilibrada es un hábito positivo.
Este tipo de conductas representan alrededor del 40 % de las acciones cotidianas y pueden ser tanto provechosas como perjudiciales para la salud. Cuando tienen un impacto negativo y resultan difíciles de controlar, suelen considerarse como “vicios”. Por ejemplo, fumar es un hábito que tiene consecuencias adversas.
Los hábitos se forman a través de la práctica y la repetición. Se caracterizan por estar firmemente establecidos en el comportamiento y porque pueden ejecutarse de forma automática, ya que requieren de un esfuerzo consciente mínimo. Sin embargo, es posible transformarlos o extinguirlos, tomando conciencia de la necesidad de modificarlos y reemplazándolos por una rutina nueva.
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Puntos clave
- Un hábito es una conducta repetida de forma regular y automática, que se realiza con poco esfuerzo consciente.
- Existen muchos tipos de hábitos, que afectan diversas áreas de la experiencia humana. Por ejemplo, hábitos físicos, hábitos sociales, hábitos mentales, hábitos recreativos y hábitos afectivos.
- Un hábito se forma mediante la repetición de un ciclo que involucra una señal que desencadena una conducta, seguida de una recompensa que la refuerza.
- Un vicio es un hábito o comportamiento perjudicial que afecta negativamente la salud, las relaciones sociales o el bienestar de una persona.
Tipos de hábitos
Se pueden diferenciar distintos tipos de hábitos, según el área de la experiencia que afectan. Algunos de ellos son:
- Hábitos físicos. Son aquellos que involucran el cuerpo y la salud, como hacer ejercicio regularmente, cepillarse los dientes luego de cada comida o comer un dulce después de almorzar.
- Hábitos sociales. Son aquellos que involucran la interacción con los demás, como visitar a la abuela todos los domingos o llamar a un amigo en cada cumpleaños.
- Hábitos mentales. Son aquellos que se relacionan con la forma de pensar y de procesar la información, como la práctica de la meditación, la lectura regular o la reflexión.
- Hábitos recreativos. Son aquellos que involucran actividades de ocio y tiempo libre, como jugar al fútbol los sábados por la tarde o dedicar una hora a los videojuegos luego de hacer la tarea.
- Hábitos afectivos. Son aquellos que están relacionados con la expresión y la gestión de las emociones, como saludar con un apretón de manos o celebrar un aniversario.
¿Cómo se forman los hábitos?
Los hábitos hacen que ciertos comportamientos se automaticen, lo que permite ahorrar energía y esfuerzos. Además, aportan estructura al día a día, ayudando a establecer rutinas que mejoran la organización. Por ejemplo, establecer el hábito de preparar el mismo desayuno cada mañana permite no tener que pensar qué comer y dedicar la energía mental a otras conductas.
Formar un hábito es un proceso de tres pasos:
- La señal o disparador. Es el estímulo que inicia un comportamiento. Puede ser una experiencia o una emoción. Por ejemplo, el sonido del despertador indica que es momento de levantarse; el aroma del café señala que es hora de desayunar.
- La conducta. Es el comportamiento que se realiza tras la señal. Puede ser física, mental o emocional. Por ejemplo, si la señal es sentir hambre por la tarde, la conducta puede ser preparar una merienda; si la señal es sentirse cansado después del trabajo, la conducta puede ser relajarse mirando una serie.
- La recompensa. Es el beneficio o resultado que se obtiene al realizar la conducta. Refuerza el comportamiento y hace que sea más probable repetirlo. Se aplica tanto a hábitos positivos como negativos. Por ejemplo, sentirse satisfecho después de realizar ejercicio físico refuerza el hábito de entrenar regularmente; consumir comida rápida brinda una solución simple a la necesidad de alimentarse, lo que puede reforzar un hábito alimentario poco saludable.
Para que una conducta se convierta en un hábito, es necesaria la repetición. Cuantas más veces se repita el ciclo de señal, conducta y recompensa, más fuerte se vuelve el hábito.
Para sustituir un hábito por otro es importante reconocer estos elementos, es decir, analizar qué desencadena el hábito actual y cuál es la recompensa que se obtiene al realizarlo. Así, se puede identificar una nueva conducta que satisfaga la misma necesidad o crear una señal distinta.
Por ejemplo, para modificar el hábito de mirar el celular antes de dormir, una alternativa es reemplazarlo por la lectura de un libro y establecer una nueva señal, como dejar el celular afuera de la habitación y el libro en la mesa de luz.
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Ejemplos de hábitos
Existen muchos hábitos que se pueden observar en las rutinas diarias. Por ejemplo:
- Ir al baño antes de dormir.
- Calentar agua para hacer café al levantarse.
- Lavarse las manos regularmente.
- Saludar a los compañeros al llegar a la oficina.
- Fumar un cigarrillo después de almorzar.
- Llamar a la pareja al salir de la oficina.
- Ir al gimnasio los martes y jueves.
- Sacar la basura al llegar a casa.
- Bañarse al terminar el día.
- Escribir un diario personal.
- Utilizar protector solar cada día.
- Mantener una postura corporal adecuada.
- No utilizar dispositivos digitales durante la noche.
- Reflexionar sobre las acciones del día.
- Pasar tiempo al aire libre.
Vicios
Un vicio es un hábito nocivo, es decir, que resulta dañino para la salud o que perjudica la vida cotidiana de alguna manera.Es un comportamiento que se torna difícil de controlar. Aunque inicialmente puede brindar algún tipo de satisfacción, tiene efectos negativos para la persona o para su entorno.
Existen vicios de todo tipo. Algunos están relacionados con sustancias adictivas o psicotrópicas, como el consumo de drogas, alcohol o tabaco. Otros se originan en patrones de comportamiento, como la tendencia a procrastinar o a realizar compras de forma compulsiva.
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Referencias
- Flynn, B. (2019). The Neuroscience Behind Habit Change. Key Step Media. https://www.keystepmedia.com
- Graybiel, A. M. y Smith, K. S. (2014). Psicobiología de los hábitos. Investigación y Ciencia, (455), 16-21. https://archive.org
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