Te explicamos qué es la constancia en un sentido estricto y como una virtud. Además, las características de una constancia como documento.
¿Qué es la constancia?
Los dos distintos significados de la palabra constancia tienen que ver, cada uno a su medida, con el sentido del verbo constar, sinónimo de consistir, cuya primera definición según la Real Academia Española es “dicho de una cosa: ser cierta o manifiesta”.
Esta relación entre constancia y constar se remonta al origen de ambas palabras, que es el vocablo latino constare, formado por el prefijo con- (“unión”) y el verbo stare (“estar detenido o ubicado en un sitio”). De modo que el sentido original de la constancia tenía que ver con la inmovilidad, la permanencia sin cambios, en un mismo sitio, ya sea real o figurado.
De manera que, en principio, aquello que consta es aquello que permanece igual a sí mismo, aquello que no se modifica al antojo de nadie, o sea, que es constante, lo cual quiere decir que tiene constancia. La constancia tiene que ver con lo que no cambia de rumbo, con aquello que es fiel a sí mismo y que por lo tanto, en un sentido figurado, es verdadero, es cierto, es real y manifiesto.
De allí, entonces, provienen los dos significados precisos que damos a la palabra constancia, y que veremos por separado.
Ver además: Esencia
La constancia como una prueba o documento
En la vida cotidiana, a menudo recibimos constancias, es decir, documentos de distinto tipo que dan por cierta, manifiesta y verdadera, alguna transacción o un trámite que hemos hecho. Ello se debe a que, al estar escrito, no puede cambiarse la información a voluntad de nadie, y el documento es entonces un reflejo de la verdad de lo sucedido.
Así, son constancias los documentos que expide una oficina en la que hemos aplicado alguna solicitud, por ejemplo, pero también lo son las facturas que nos dan cuando hacemos una compra, y que luego necesitaremos en caso de que nuestro producto sea defectuoso o requiera algún cambio: en esa factura consta que estamos diciendo la verdad respecto de la compra.
Con este sentido a menudo hablaremos de constancias de inscripción, constancias de compra, constancias de trámite, constancias de entrega, etcétera.
La constancia como una virtud del individuo
Por otro lado, la constancia es la virtud de ser persistente en el intento de alcanzar una meta, un objetivo o un cometido que desean. Así, alguien persistente no descansa, no cambia de rumbo y no deja de intentarlo hasta que, finalmente, lo consigue. Demuestra determinación, compromiso, certeza.
La constancia es muy valorada en los individuos, porque a menudo es garantía del éxito. No porque las personas constantes no tengan tropiezos, o no se enfrenten a obstáculos, sino porque su capacidad de mantenerse en el mismo carril, sin cambiar de objetivos, eventualmente los hace sobreponerse a todas las dificultades y conseguir lo que inicialmente se habían propuesto.
Lo contrario de una persona constante, en este sentido, es una persona inconstante, o sea, inestable, voluble, incierto, inconsecuente.
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Referencias
- “Constancia (virtud)” en Wikipedia.
- “Constancia (documento)” en Wikipedia.
- “Constancia” en el Diccionario de la lengua de la Real Academia Española.
- “Constar” en el Diccionario de la lengua de la Real Academia Española.
- “Etimología de Constancia” en Etimologías de Chile.net.
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