Texto dramático

Te explicamos qué es un texto dramático, sus características, elementos y estructura. Además, cuáles son los subgéneros dramáticos.

En una página puede leerse un parlamento del texto teatral Hamlet.
El texto dramático es la parte escrita de una obra de teatro.

¿Qué es el texto dramático?

El texto dramático o texto teatral es el tipo de texto literario en el que se relatan los eventos de una obra mediante diálogos, monólogos y acotaciones, de modo tal que la representación ocurra en tiempo presente y la acción sea directa, es decir, que no involucre a un narrador. Dicho de un modo más simple, el texto dramático es la parte escrita de una obra de teatro.

A pesar de que se llame texto “dramático”, esto no quiere decir que necesariamente contenga un drama, o que lo relatado sea triste o trágico. El término “drama” proviene del griego drama, derivado de drao (“yo hago”), y era equivalente a “actuación”, de modo tal que todas las obras del antiguo teatro griego se consideraban dramas, pues involucraban actores o intérpretes. Dichos dramas podían ser satíricos, trágicos o cómicos, dependiendo del tipo de historia que contaban. El significado de “drama” como relato de sufrimientos es mucho más reciente y a menudo pertenece al habla popular.

La literatura dramática contiene obras de diferente estructura y longitud, pensadas para su representación en un escenario teatral, aunque también se pueden leer normalmente. En la escritura de estas obras se ponen en juego dos formas diferentes de texto dramático, que son:

  • El texto principal, que abarca los diálogos, monólogos y apartes, es decir, aquello que dicen los personajes, ya sea a otros personajes, a sí mismos, o al público asistente.
  • El texto secundario, compuesto por las notas e indicaciones que reflejan las acciones de los personajes, la disposición del escenario y otros asuntos que atañen a la representación teatral. Se apuntan como acotaciones o didascalias, esto es, entre paréntesis o corchetes.

Todo texto dramático es un texto literario, es decir, que tiene un propósito estético y constituye una forma de arte. Sin embargo, a diferencia del resto de los géneros literarios, el texto dramático puede apreciarse en dos instancias: en el libro y durante su representación escénica.

Ver además: Género dramático

Características del texto dramático

Todo texto dramático se caracteriza por lo siguiente:

  • Es un tipo de texto literario diseñado para su representación escénica. Por ende, incluye el texto de la obra en sí misma (texto principal: diálogos, monólogos, apartes) y el texto representacional (texto secundario: acotaciones o didascalias).
  • Carece de narrador, lo que lo distingue del texto narrativo, pero relata una historia identificable, lo cual a su vez lo distingue del texto poético y del ensayístico.
  • Puede contar con pocos o muchos personajes, en una o varias locaciones, a lo largo de uno o varios actos. Sin embargo, la acción relatada siempre ocurre en un tiempo presente.
  • No debe confundirse el texto dramático con el teatro en sí mismo. El texto dramático pertenece a la literatura, mientras que la representación teatral pertenece a las artes escénicas. El texto es escrito por un dramaturgo, mientras que el montaje es obra de un director.
  • Puede estar escrito en prosa o en verso.

Elementos del texto dramático

Una tragedia representa personajes de la antigua Roma.
Los personajes son tanto protagonistas, antagonistas como personajes de reparto.

Un texto dramático está formado normalmente por los siguientes elementos:

  • Personajes. Son los individuos en torno a los cuales se entreteje la historia, tanto protagonistas, antagonistas como personajes de reparto. Los personajes en el texto teatral se muestran únicamente en escena, de modo que entran y salen de ella conforme sea su turno de participar en la acción.
  • Espacios. El relato de toda obra teatral puede mostrar un solo espacio por vez: aquel que está representado en el escenario. En dicho espacio los personajes entran y salen según convenga. Sin embargo, en una misma obra puede haber múltiples espacios ficcionales, desde bosques y campos, hasta iglesias y habitaciones.
  • Conflicto. En todo texto dramático existe un conflicto, determinado por la trama y representado por los intereses de los distintos personajes. Así, cuando los deseos de los personajes principales resultan conflictivos entre sí, o resultan imposibles de satisfacer, se produce el conflicto y la trama gana intensidad.
  • Tiempo. Como en todo relato, el texto dramático desarrolla una trama a lo largo de un margen de tiempo, por lo que algunas cosas ocurren primero que otras, de un modo organizado y secuencial. Dicho tiempo puede ser similar al tiempo real, o puede mostrar años enteros en pocos minutos u horas, mediante convenciones ficcionales.

Estructura del texto dramático

Los textos dramáticos pueden variar en cuestión de trama, tono y también de estructura, pero aun así existe una estructura común a casi todas las obras, que se compone de un inicio, una complicación y un desenlace. Es decir, de una presentación de los personajes, un desarrollo de la trama y sus conflictos, y una resolución final.

Esta estructura, de acuerdo a las convenciones tradicionales, se manifiesta en:

  • Actos. Son las unidades generales en las que se divide la obra, y que suelen estar emplazadas en un escenario específico. En cada una de ellas interviene un conjunto finito de personajes y tienen lugar ciertos eventos. Se distinguen un acto y otro por la bajada del telón. Así, entre un acto y otro puede haber horas, días o incluso años de diferencia dentro de la historia que se cuenta.
  • Escenas. Son las porciones en las que un mismo acto puede dividirse, y están determinadas por los personajes que hay en escena en un momento determinado. De este modo, el ingreso o la salida de un personaje, por ejemplo, puede marcar el cambio de una escena a otra, sin que intervenga el telón en ningún momento.

Subgéneros dramáticos

Dentro de la literatura dramática o dramaturgia, se pueden distinguir diferentes subgéneros o tipos de textos dramáticos, dependiendo de la clase de historia que cuentan y de los rasgos generales de su representación. Los tres subgéneros esenciales de la dramaturgia son:

  • Tragedia. Es una de las formas dramáticas más antiguas que existen. Se caracteriza por representar a personajes ilustres o mitológicos, que hacen frente a un destino inexorable (encarnado a menudo en los dioses) y sufren irreversibles consecuencias, como la muerte, la locura o el destierro.
  • Comedia. Es el género opuesto a la tragedia, cuyo origen también se remonta a la antigüedad clásica. Se caracteriza por mostrar a personajes comunes, vulgares, dueños de sus propios destinos, en situaciones extraordinarias o retadoras, de las cuales emergen hacia un final feliz.
  • Tragicomedia. A menudo referido también como “drama”, es un género que combina elementos trágicos y cómicos, para crear una historia de sufrimientos y esfuerzos con un desenlace feliz (o agridulce, en ocasiones). Se trata de un género mucho más joven que los otros dos.

Existen, sin embargo, otros subgéneros de menor importancia, muchos de los cuales fueron únicamente cultivados durante una época específica, o que son de aparición muy tardía. Por ejemplo: el melodrama, el sainete, el entremés.

Ejemplos de texto dramático

Algunos ejemplos de textos dramáticos son los siguientes:

Edipo Rey (c. 429 a. C.) de Sófocles

Es una de las principales obras dramáticas de la Antigüedad griega, en la que se hace referencia a numerosos mitos y tradiciones de la sociedad griega de la época. Su protagonista es Edipo, rey de Tebas, quien descubre que sin saberlo ha asesinado a su padre y se ha casado con su madre.

A continuación, un fragmento de su primer acto:

(Entra Tiresias con los enviados por Edipo. Un niño le acompaña.)

CORIFEO.- Pero ahí está el que lo dejará al descubierto. Éstos traen ya aquí al sagrado adivino, al único de los mortales en quien la verdad es innata.

EDIPO.- ¡Oh Tiresias, que todo lo manejas, lo que debe ser enseñado y lo que es secreto, los asuntos del cielo y los terrenales! Aunque no ves, comprendes, sin embargo, de qué mal es víctima nuestra ciudad. A ti te reconocemos como único defensor y salvador de ella, señor. Porque Febo, si es que no lo has oído a los mensajeros, contestó a nuestros embajadores que la única liberación de esta plaga nos llegaría si, después de averiguarlo correctamente, dábamos muerte a los asesinos de Layo o les hacíamos salir desterrados del país. Tú, sin rehusar ni el sonido de las aves ni ningún otro medio de adivinación, sálvate a ti mismo y a la ciudad y sálvame a mí, y líbranos de toda impureza originada por el muerto. Estamos en tus manos. Que un hombre preste servicio con los medios de que dispone y es capaz, es la más bella de las tareas.

TIRESIAS.- ¡Ay, ay! ¡Qué terrible es tener clarividencia cuando no aprovecha al que la tiene! Yo lo sabía bien, pero lo he olvidado, de lo contrario no hubiera venido aquí.

EDIPO.- ¿Qué pasa? ¡Qué abatido te has presentado!

TIRESIAS.- Déjame ir a casa. Más fácilmente soportaremos tú lo tuyo y yo lo mío si me haces caso.

EDIPO.- No hablas con justicia ni con benevolencia para la ciudad que te alimentó, si la privas de tu augurio.

TIRESIAS.- Porque veo que tus palabras no son oportunas para ti. ¡No vaya a ser que a mí me pase lo mismo…!

(Hace ademán de retirarse.)

La obra completa de Sófocles puede leerse aquí.

Hamlet (1603) de William Shakespeare

Es una de las obras más famosas y más escenificadas del célebre dramaturgo británico. Se centra en la historia del príncipe danés Hamlet, a quien el fantasma de su padre se le presenta para pedirle venganza, ya que ha sido asesinado por su hermano y su propia esposa, quienes ahora comparten la corona.

A continuación, un fragmento de su primer acto:

Hamlet .- ¿A dónde me quieres llevar? Habla, yo no paso de aquí.

La sombra .- Mírame.

Hamlet .- Ya te miro.

La sombra .- Casi es ya llegada la hora en que debo restituirme a las sulfúreas y atormentadoras llamas.

Hamlet .- ¡Oh! ¡Alma infeliz!

La sombra .- No me compadezcas: presta sólo atentos oídos a lo que voy a revelarte.

Hamlet .- Habla, yo te prometo atención.

La sombra .- Luego de que me oigas, prometerás venganza.

Hamlet .- ¿Por qué?

La sombra .- Yo soy el alma de tu padre: destinada por cierto tiempo a vagar de noche y aprisionada en fuego durante el día; hasta que sus llamas purifiquen las culpas que cometí en el mundo. ¡Oh! Si no me fuera vedado manifestar los secretos de la prisión que habito, pudiera decirte cosas que la menor de ellas bastaría a despedazar tu corazón, helar tu sangre juvenil, tus ojos, inflamados como estrellas, saltar de sus órbitas; tus anudados cabellos, separarse, erizándose como las púas del colérico espín. Pero estos eternos misterios no son para los oídos humanos. Atiende, atiende, ¡ay! Atiende. Si tuviste amor a tu tierno padre…

Hamlet .- ¡Oh, Dios!

La sombra .- Venga su muerte: venga un homicidio cruel y atroz.

Hamlet .- ¿Homicidio?

La sombra .- Sí, homicidio cruel, como todos lo son; pero el más cruel y el más injusto y el más aleve.

Hamlet .- Refiéremelo presto, para que con alas veloces, como la fantasía, o con la prontitud de los pensamientos amorosos, me precipite a la venganza.

La obra completa de Shakespeare puede leerse aquí.

 Sigue con: Características de una obra de teatro

Referencias

¿Cómo citar?

"Texto dramático". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en: https://concepto.de/texto-dramatico/. Última edición: 20 de noviembre de 2023. Consultado: 30 de abril de 2024

Sobre el autor

Última edición: 20 noviembre, 2023

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