Te explicamos qué es el conductismo, el conductismo de Watson y de Skinner. Además, cómo funciona el conductismo en la educación.
¿Qué es el conductismo?
Se entiende por conductismo o behaviorismo (del inglés behaviour, “conducta”) a una corriente de la psicología que fija su interés en la conducta de los seres vivos, y que la comprende como un conjunto de relaciones entre estímulos y respuestas determinados.
En su enfoque más clásico, abandona cualquier interés en lo intrapsíquico (como emociones, reflexiones, imaginaciones) y se centra únicamente en la conducta observable, es decir, valora lo objetivo por encima de lo subjetivo.
El conductismo fue una escuela psicológica altamente dominante desde su aparición en el siglo XX, especialmente en el período entre guerras, y se considera como una respuesta a la psicología introspectiva, dominante en la época del estructuralismo y la introspección como método de estudio. Sus mayores expositores fueron los estadounidenses John B. Watson (1878-1958) y B. F. Skinner (1904-1990), cada uno a su manera.
Existen en la práctica numerosas vertientes del conductismo, distintas de la inicialmente propuesta por Watson, tales como la escuela de Skinner, Tolman y Hull, o la psicología interconductual (interconductismo) de J. R. Kantor, el conductismo teleológico de Rachlin, el conductismo empírico de Bijou, y otros autores más como Staddon, Timberlake o Hayes.
A grandes rasgos, sin embargo, el conductismo tiende a percibir la conducta de los seres vivos como el resultado de un condicionamiento impartido a lo largo de su formación mediante estímulos externos (tales como castigos y recompensas), más que el resultado de mecanismos internos (como los instintos o los pensamientos). Por esta razón el conductismo valora el entorno por encima de todo, pues no se puede separar el aprendizaje del contexto en que tuvo lugar.
Asumiendo esta perspectiva, las patologías mentales no son realmente tales, a menos que exista un basamento biológico o físico, es decir, una enfermedad. Del resto, deben ser consideradas en el marco de su contexto de aprendizaje, por lo que no aprueban el tratamiento mediante psicofármacos.
Ver además: Constructivismo
Conductismo de Watson
J.Watson fue quien inauguró el conductismo como corriente psicológica, afianzándose en posturas objetivas en torno a la mente. No negaba la existencia de fenómenosintrapsíquicos, pero sí que estos pudieran estudiarse, ya que no son observables; lo que en cambio sí puede hacerse con la conducta.
En este sentido, Watson era heredero de los estudios de Iván Pavlov sobre el condicionamiento clásico. Según Watson, la observación y la modificación de la conducta era la vía de acceso al interior de la mente humana, y no al revés; además, únicamente aspirando a un carácter objetivo en sus enfoques, podía la psicología abrirse paso entre las Ciencias Naturales, adoptando de algún modo los pasos del Método científico.
Conductismo de Skinner
Burrhus F. Skinner llevó el conductismo un paso más adelante, abrazando una vertiente radical. Gracias a sus aportes, la psicología se considera hoy afín al campo de las Ciencias y se desarrolló la Terapia Cognitivo-Conductual, en la que sus estudios son muy influyentes.
El conductismo de Skinner se fundamentó en los estudios de Watson y el condicionamiento simple de Pavlov, pero desechó la idea de que únicamente los estímulos externos fueran responsables de nuestra conducta. Para Skinner, ésta era producto de una serie aprendida de experiencias de adaptación, tanto agradables como desagradables, útiles como inútiles, que forjan el aprendizaje.
Este añadido supuso quitar el foco del estudio de las dinámicas de estímulo y fijarlas en el modo en que éstos son incorporados a la psique, es decir, al proceso de adaptación que denominó condicionamiento operante. En este nuevo esquema, la percepción de lo que hacemos y de las consecuencias que lo hecho tiene son el fundamento de la conducta.
Conductismo en la educación
El conductismo fue tan importante como escuela psicológica, que también influyó enormemente el modo en que comprendemos el aprendizaje. De allí que existan teorías del aprendizaje conductistas, y planteamientos escolares que buscan sacar el mejor provecho a lo que plantean estas teorías.
De hecho, la aproximación conductista a la escolaridad parte del uso de refuerzos (positivos y negativos) para estimular la conducta deseada en los niños y jóvenes, y desestimular o erradicar las no deseadas. En estos modelos la motivación hacia el estudio es externa al estudiante y por lo general se privilegia el desarrollo de su memoria, por lo que se utilizan hoy en día otras técnicas y teorías más propicias para una educación participativa y menos castigadora.
Referencias
- “Behaviourism” en la Enciclopedia Britannica.
- “Conductismo” en Wikipedia, La Enciclopedia Libre.
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