Te explicamos qué es la equidad de género y cuáles son sus logros y desafíos. Además, en qué se diferencia de la igualdad de género.
¿Qué es la equidad de género?
La equidad de género es el principio que busca garantizar que todas las personas, sin importar su género, accedan a las mismas oportunidades y se les reconozcan los mismos derechos. Es un enfoque que busca identificar las necesidades específicas de cada grupo, con el objetivo de implementar medidas concretas que lleven a una igualdad real y justa.
Se diferencia del concepto de igualdad de género en que la igualdad se enfoca en ofrecer las mismas oportunidades a todos, mientras que la equidad reconoce que las personas pueden tener necesidades distintas según su contexto. Por lo tanto, implica llevar a cabo acciones específicas para nivelar las diferencias y asegurar una igualdad real de acceso a derechos y recursos.
El principio de equidad de género comenzó a tomar forma en el pensamiento de los movimientos feministas y de derechos civiles del siglo XX, que denunciaban las desigualdades estructurales que afectan a las mujeres. Desde la década de 1970, el concepto se consolidó a partir de las Conferencias Mundiales sobre la Mujer de la ONU, que definieron medidas concretas para combatir las brechas de género.
Promover la equidad de género permite que todos los individuos, sin importar si son hombres, mujeres o personas no binarias, puedan desarrollar su potencial y participar plenamente en la sociedad. Además, contribuye a la justicia social, fomenta la inclusión y genera un entorno más igualitario y justo para todos.
Ver además: Igualdad de género
Ejemplos de equidad de género
La equidad de género busca corregir las desigualdades históricas y sociales entre hombres y mujeres, con el objetivo de asegurar que todos tengan las mismas oportunidades. Algunos ejemplos de cómo se aplica la equidad de género en diferentes áreas son:
- Licencias parentales. Promover la igualdad de responsabilidades entre los padres en el cuidado de los hijos. Por ejemplo, en Suecia, ambos padres tienen derecho a compartir la licencia parental, fomentando la equidad en la crianza.
- Acceso a la educación. Garantizar que todos los niños, independientemente de su género, tengan acceso a la educación. Por ejemplo, en India, el programa Beti Bachao Beti Padhao promueve la educación de las niñas en áreas rurales con baja escolarización femenina.
- Salarios justos. Asegurar que hombres y mujeres reciban el mismo salario por trabajos de igual valor. Por ejemplo, en Islandia, desde 2018, las empresas deben demostrar que pagan lo mismo a hombres y mujeres, gracias a una ley de igualdad salarial.
- Contratación inclusiva. Fomentar la inclusión de mujeres en sectores tradicionalmente dominados por hombres. Por ejemplo, la campaña HeForShe de la ONU trabaja con empresas globales para aumentar la presencia femenina en el sector tecnológico.
- Acceso a la salud. Proporcionar servicios de salud adaptados a las necesidades específicas de cada género. Por ejemplo, en el Reino Unido, el Servicio Nacional de Salud ofrece atención gratuita en salud reproductiva a las mujeres, incluyendo acceso a anticoncepción, control prenatal y atención durante el embarazo.
- Prevención de violencia de género. Establecer medidas legales y de apoyo para proteger a las víctimas de violencia doméstica. Por ejemplo, en Argentina, la Ley 26.485 crea un marco legal para la protección de las mujeres contra la violencia de género y brinda recursos de apoyo.
Logros de la equidad de género
A lo largo de las últimas décadas, se han logrado importantes avances a nivel mundial en la promoción de la equidad de género en diversas áreas. Aunque continúan existiendo desigualdades estructurales, los esfuerzos de gobiernos, organizaciones internacionales y movimientos sociales han logrado reducir algunas brechas significativas en el acceso a oportunidades, derechos y recursos entre mujeres y hombres.
Algunos avances importantes en la equidad de género son:
- Educación. La tasa de matrícula escolar para niñas ha aumentado significativamente en los últimos años. Por ejemplo, en 2021, la Unesco reportó que el 90 % de las niñas en países en desarrollo completaron la educación primaria, frente al 82 % en 1990.
- Participación política. La representación política de las mujeres ha experimentado un crecimiento notable. En 2023, las mujeres representaban el 26 % de los parlamentarios a nivel mundial, un aumento importante con respecto al 11 % de 1995, según la ONU.
- Salud reproductiva. El acceso a servicios de salud reproductiva ha mejorado, especialmente en países en desarrollo. La tasa de mortalidad materna ha disminuido un 38 % entre 2000 y 2020, pasando de 342 a 210 muertes por cada 100.000 nacimientos vivos, según la OMS.
- Igualdad salarial. Aunque persiste una brecha salarial, ha habido avances en la igualdad de remuneración. En 2021, el Foro Económico Mundial estimó que la brecha salarial global se redujo al 16 %, frente al 20 % de 2016.
- Violencia de género. La implementación de leyes contra la violencia de género ha aumentado la protección para las mujeres. Por ejemplo, en 2020, más de 180 países ya contaban con leyes que penalizan la violencia doméstica, comparado con solo 81 en 1995.
- Acceso al empleo. Las mujeres han ganado terreno en el ámbito laboral, especialmente en sectores antes dominados por hombres. En 2022, la participación femenina en la fuerza laboral mundial alcanzó el 47 %, un aumento importante con respecto al 39 % de 1970.
Desafíos actuales para la equidad de género
A pesar de los avances logrados en las últimas décadas, siguen existiendo desigualdades estructurales que impiden alcanzar la equidad de género en todo el mundo. Estos obstáculos se manifiestan en diversas áreas:
- Brecha salarial. A pesar de los avances, las mujeres siguen ganando menos que los hombres por trabajos de igual valor. En 2023, se estimó que la brecha salarial global entre hombres y mujeres es del 16 %, lo que significa que las mujeres ganan, de media, 84 centavos por cada dólar que ganan los hombres.
- Violencia de género. La violencia contra las mujeres sigue siendo una de las violaciones más graves de los derechos humanos. Según la ONU, una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual a lo largo de su vida, y en muchos países, las leyes y la implementación de políticas siguen siendo insuficientes.
- Acceso desigual a oportunidades laborales. Las mujeres continúan enfrentando barreras en el acceso a trabajos bien remunerados y a posiciones de liderazgo. En 2022, solo el 27 % de los cargos de liderazgo en el mundo estaban ocupados por mujeres, lo que refleja la persistente discriminación en el ámbito laboral.
- Falta de acceso a la salud sexual y reproductiva. En muchos países, las mujeres aún enfrentan barreras para acceder a servicios de salud reproductiva, lo que incluye anticoncepción, atención prenatal y servicios de aborto seguro. La falta de educación y acceso a estos servicios contribuye a altas tasas de mortalidad materna y embarazo adolescente.
- Estereotipos de género. Las expectativas sociales sobre los roles de género siguen limitando las oportunidades para las mujeres, especialmente en áreas como la educación y el empleo. Estos estereotipos asignan a las mujeres el rol maternal y doméstico y, por lo tanto, les impiden su desarrollo personal en otras áreas y su participación activa en la economía.
- Desigualdad en la participación política. Aunque ha habido avances en la representación política de las mujeres, siguen siendo una minoría en cargos de decisión. En 2023, las mujeres ocupaban solo el 26 % de los escaños parlamentarios a nivel mundial, lo que sigue limitando su capacidad para influir en las políticas públicas.
Diferencias entre equidad e igualdad de género
Equidad de género e igualdad de género son dos conceptos que están relacionados con la justicia y la igualdad entre hombres y mujeres. Sin embargo, tienen un enfoque y un propósito distintos:
La igualdad de género se refiere a que todas las personas, independientemente de su género, deben tener los mismos derechos, oportunidades y trato. Es el principio de que las mujeres y los hombres deben ser tratados de la misma manera y tener acceso igualitario a recursos, oportunidades y beneficios en la sociedad.
En cambio, la equidad de género reconoce que, debido a las desigualdades históricas y estructurales, las mujeres y otros grupos de género pueden necesitar un trato diferente o medidas específicas para alcanzar un nivel de igualdad real. Es un concepto más orientado a la justicia social, ya que se enfoca en corregir las disparidades existentes mediante el reconocimiento de las necesidades y los contextos específicos de cada grupo.
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Referencias
- Browne, J. (2024). Gender equality. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com
- Ritzer, G. y Ryan, J. M. (2011). Inequality/stratification, gender. The Concise Encyclopedia of Sociology. Wiley-Blackwell.
- Turner, B. (2006). Gender. The Cambridge Dictionary of Sociology. Cambridge University Press.
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