Te explicamos qué es la inclusión y específicamente que son la inclusión social, educativa y laboral. Además, qué es la exclusión.
¿Qué es la inclusión?
La inclusión como concepto implica el añadir, sumar o abarcar a alguien dentro de un grupo del que antes no formaba parte, o sea, lo contrario de excluir. Aquellos que están incluidos son quienes se hallan dentro del grupo y son, por lo tanto, tomados en cuenta a la hora de decidir, o sea, son una parte activa del todo.
Este concepto es particularmente importante a la hora de pensar la sociedad. No todos venimos al mundo con las mismas oportunidades, ni siquiera con las mismas capacidades, y muchas veces ello implica que juguemos en la sociedad un papel más o menos marginal, es decir, que tengamos o no acceso a las oportunidades que ella administra. De ello dependerá si estamos incluidos o excluidos.
Por lo tanto, la inclusión consiste en el intento de que haya cada vez más gente “adentro” de la sociedad, o sea, cada vez más gente tomada en cuenta para las decisiones relevantes, y teniendo acceso a las oportunidades.
De allí que las dinámicas incluyentes son aquellas que intentan ampliar la sociedad, como si se tratara de hacer una mesa más grande para que más gente pueda comer a la vez; y que las dinámicas excluyentes son, justamente, las que persiguen el fin contrario, es decir, las que achican la mesa.
Ver además: Equidad
Inclusión social
Lo que hemos explicado anteriormente es, grosso modo, lo que conocemos como inclusión social. La inclusión en la sociedad de sectores de la población tradicionalmente marginados puede pasar por permitirles acceder a planes de ayuda económica para mejorar su condición existencial, o a una educación gratuita y de calidad para que sus descendientes no hereden las mismas condiciones de marginación.
Estos son sólo algunos de los muchos mecanismos a los que recurren los Estados y muchas organizaciones privadas sin fines de lucro, combaten la exclusión y procuran construir una sociedad más equitativa.
La exclusión social no sólo se remite a los aspectos económicos y educativos sino también a la participación política, la vida cultural, y la protección social en términos muy generales. Un país que carece de la capacidad para generar inclusión, puede incluso gozar de una bonanza económica sin que su población disfrute de los frutos de la misma, ya que el bienestar no se reparte de manera equitativa.
Inclusión educativa
En el ámbito pedagógico, se habla de inclusión para referirse a la necesidad de las escuelas de responder a un entorno de diversidad, es decir, a una comunidad con diferencias sociales, políticas, culturales y económicas. El supuesto básico de esta idea es que el sistema escolar debe adaptarse a sus estudiantes, y no estos últimos a los estándares del sistema.
Así, la heterogeneidad del alumnado no debería constituir un impedimento para que la escuela lleve a cabo su labor educativa, puesto que toda institución educativa debe ser capaz de identificar las barreras que limitan el aprendizaje y proponer alternativas superadoras. Este modelo pedagógico surgió durante la década de 1990 en Tailandia, bajo el supuesto de una “educación para todos”.
Esto se traduce en un modelo inclusivo de la escolaridad, en el que las diferencias raciales, culturales, sociales e incluso de capacidad cognitiva no constituyan un factor discriminatorio, sino que, al contrario, cada alumno pueda aprender a su manera y en base a sus propias condiciones objetivas.
Inclusión laboral
Por su parte, la inclusión laboral responde a la idea de que el trabajo es un derecho humano fundamental, y que las personas no deberían ver limitada su posibilidad de ejercerlo y ganarse el pan debido a condiciones físicas, médicas o psicológicas.
Esto significa que las personas con discapacidades físicas, con dolencias psicológicas, o incluso las personas trans no deben verse, como lo han hecho tradicionalmente, excluidas del mercado laboral, siempre y cuando las capacidades requeridas para el trabajo estén perfectamente a su alcance.
Un modelo incluyente de trabajo le garantiza a los ciudadanos, independientemente de sus retos personales, la posibilidad de ganarse su propio sustento de manera digna y honrada. De este modo los protege de circuitos de explotación, de la seducción del facilismo criminal o de las adicciones, y por lo tanto beneficia también a la sociedad como un todo.
Inclusión y exclusión
Los conceptos de inclusión y exclusión, como vimos al principio, son contrarios e irreconciliables. La inclusión tiende a ampliar las cuotas de participación de la ciudadanía en la sociedad, persigue la redistribución equitativa de las oportunidades y parte del supuesto de que una sociedad justa es una sociedad en la que se tome en cuenta a la mayor cantidad de segmentos de la población.
Por el contrario, la exclusión tiende a cerrar la participación popular, concentrar las riquezas y las oportunidades en ciertos segmentos de la sociedad y a dejar que el resto se las arregle por su propia cuenta.
Sigue con: Igualdad de oportunidades
Referencias
- “Inclusión (pedagogía)” en Wikipedia.
- “Exclusión social” en Wikipedia.
- “Inclusión” en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española.
- “Sobre la inclusión laboral” en FamiliAvance.
- “Inclusión en la educación” en UNESCO.
- “Los distintos rostros de la inclusión y la exclusión” en por Aldo Mascareño y Fabiola Carvajal en el Repositorio CEPAL.
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