Te explicamos qué son los objetivos de una organización, para qué sirven y cómo se clasifican. Además, cómo se establecen y algunos ejemplos.

¿Qué son los objetivos organizacionales?
Los objetivos organizacionales son los cometidos o escenarios que una empresa procura alcanzar en sus distintas áreas de interés. Estos objetivos traducen lo plasmado en su misión y visión, a través de metas concretas y alcanzables.
Como ocurre con todo tipo de objetivo, una vez alcanzadas estas metas empresariales, la organización procede a elegir otras nuevas, y así sucesivamente guiará su progreso a partir de su proyección en el futuro. Puede decirse que los objetivos son los indicadores del camino a recorrer por la empresa.
Los objetivos organizacionales se determinan en base al plan inicial o la dirección estratégica de la empresa, pero también como respuesta a accidentes o imprevistos que surjan del medio ambiente en que se desempeña. La recuperación de situaciones desfavorables, la superación de retos inesperados o el aprovechamiento de coyunturas ventajosas son algunas posibilidades de objetivos organizacionales nacidas dentro del mercado, es decir, de origen externo.
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¿Para qué sirven los objetivos organizacionales?
Los objetivos organizacionales son, en sí mismos, la descripción del lugar donde aspira a encontrarse la empresa en el futuro. Por lo tanto, sirven para marcar el rumbo hacia el cual dirigir sus esfuerzos.
En ese sentido, además, permiten medir el desempeño de la organización, pues toda empresa será más o menos exitosa dependiendo de en qué medida cumpla con la mayoría de los objetivos organizacionales que se ha trazado.
Por último, los objetivos organizacionales le proveen a la empresa de su legitimidad. De no alcanzar sus metas, tampoco logrará convencer a futuros clientes o inversionistas y, por lo tanto, estará destinada al fracaso.
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Tipos de objetivos organizacionales
Los objetivos organizacionales se clasifican en base a su proyección en el tiempo. Pueden distinguirse, así, tres tipos diferentes de objetivos organizacionales: de largo, mediano y corto plazo.
Objetivos de largo plazo
Los objetivos de largo plazo son aquellos de cumplimiento en un tiempo venidero remoto. También se los conoce como objetivos estratégicos, pues guían los de mediano y corto plazo al definir el futuro de la empresa.
Objetivos de mediano plazo
Los objetivos de mediano plazo son aquellos de rango intermedio entre los de largo y corto plazo. Son conocidos como objetivos tácticos, pues sirven para adaptar las áreas de la empresa a los planes necesarios para cumplir con el objetivo general.
Objetivos de corto plazo
Los objetivos de corto plazo son aquellos de cumplimiento inmediato, generalmente en un rango menor a un año. Suelen desglosarse por unidad productiva o incluso por equipo de trabajo, ya que del cumplimiento diario de estos objetivos dependen los de mediano y corto plazo, en el marco de los cuales deben enfocarse.
¿Cómo se establecen los objetivos organizacionales?

Para establecer los objetivos organizacionales de una empresa, hace falta una metodología que tenga en cuenta lo siguiente:
- La misión y visión de la empresa. Todo lo contenido en la misión y visión de la empresa es clave para determinar su objetivo general, y de allí la serie de objetivos específicos que se desprenden. A fin de cuentas, en ellos se expresa el cometido mismo de la organización.
- Las prioridades empresariales y su escala. Se debe planificar la escala de prioridad de la empresa, es decir, cuáles son los cometidos urgentes y cuáles no, cuáles son los más importantes y los superfluos. Solo así pueden tenerse objetivos certeros y aplicables.
- La identificación de los estándares empresariales. Es necesario definir el costo, la factibilidad y el tiempo de cada objetivo, de acuerdo a las capacidades y conveniencia de la empresa. Estas medidas servirán de control y contraloría para el cumplimiento de las metas y su eventual modificación o adaptación.
Ejemplos de objetivos organizacionales
Algunos ejemplos de objetivos organizacionales pueden ser:
- Maximizar las ganancias anuales.
- Crecer hasta duplicar la nómina del personal.
- Expandirse a un nuevo mercado.
- Recuperar el capital perdido durante una crisis.
- Minimizar los riesgos de inversión.
- Incrementar la participación en el mercado.
- Alcanzar las ganancias proyectadas.
- Sobrevivir a la depresión del sector comercial.
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Referencias
- Ballvé, M. A. y Fontana, A. (2021). El propósito de la empresa. Hacia un liderazgo directivo centrado en el bien común. LID Editorial.
- Fernández Ríos, M. y Sánchez, C. J. (1997). Eficacia organizacional. Concepto, desarrollo y evaluación. Ediciones Díaz de Santos.
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