Te explicamos qué es la xenofobia, cuáles son sus causas y ejemplos. Además, su relación con el racismo y la discriminación.
¿Qué es la xenofobia?
Se llama xenofobia al miedo, desprecio u odio a las personas que provienen de una nación o una cultura diferente a la propia, o sea, a los extranjeros, incluidas sus manifestaciones culturales, su lenguaje o todo aquello que pueda asociarse a lo foráneo.
La xenofobia oscila en sus manifestaciones entre variantes intensas y violentas, capaces de conducir a delitos (asesinatos, palizas, etc.) hasta formas más mansas de rechazo. Una de las variantes más usuales de la xenofobia es la que se sustenta en las distinciones raciales, es decir, el racismo.
El origen de la xenofobia podría suponerse en los inicios de la civilización humana, cuando los grupos y comunidades eran débiles y primitivos y cualquier extraño representaba para ellos una amenaza a la que debía responderse con fuerza.
Así, los sentimientos de la civilización humana primitiva podrían ser un remanente cultural de nuestra evolución como especie, o bien pueden ser fruto de traumas sociales, o intentos por hallar un culpable conveniente para los problemas que una comunidad enfrenta. No es casual que en los momentos de crisis, sean los extranjeros los primeros en ser acusados como responsables.
Las actitudes, gestos y acciones xenófobas no solamente son éticamente reprobables para la mayoría de las naciones modernas, sino también ilegales: muchos códigos penales los contemplan como delito punible por ley, en un intento por impedir los discursos del odio y las venganzas sociales, que al menos en Occidente suelen provenir de posturas reaccionarias, usualmente de extrema derecha.
Ver además: Movimiento feminista
Ejemplos de xenofobia
Los ejemplos para ilustrar la xenofobia abundan en la historia del ser humano, por desgracia:
- La persecución de los judíos en la Europa del nazismo. El gobierno nacionalsocialista encabezado por Adolf Hitler, desencadenante de la Segunda Guerra Mundial y de la tragedia conocida como el Holocausto Judío, promulgó a mediados del siglo XX una legislación que arrebataba a los ciudadanos de origen judío y a otros pueblos extranjeros considerados “inferiores” (gitanos, eslavos, etc.) todo tipo de derechos civiles y los reducía a la noción de esclavos.
- La segregación en la isla La Española. Esta isla del Caribe alberga dos países distintos: Haití, una de las naciones más pobres del hemisferio, y República Dominicana. La primera es una antigua colonia francesa, la segunda española. Y entre ambas hay una frontera que se sostiene no sólo por la geografía política, sino por el rechazo de los dominicanos hacia sus vecinos más pobres, impidiéndoles el paso y a menudo tratándolos como agentes amenazadores.
- El conflicto árabe-palestino. Con profundas raíces en el siglo XX, este conflicto enfrenta a la nación de Israel, fundada en 1948, contra sus vecinos de origen árabe, especialmente los palestinos, quienes ocupaban el territorio en que se estableció la joven nación judía. Este complejo conflicto ha derivado en hostilidades y guerras entre ambos bandos, y a no pocos actos de violencia xenófoba de parte de Israel, estado más poderoso y aliado a los EEUU, como masacres, expulsiones y apropiaciones ilegales de tierra.
- Frontera México-EEUU. La intensa migración mexicana y centroamericana hacia los EEUU ha motivado enormes tensiones en el área fronteriza de ambos países, ocasionando que los rancheros estadounidenses rechacen violentamente la presencia de los migrantes (a quienes llaman wetbacks, “espaldas mojadas”), y fomentando una política xenófoba de deportaciones y persecuciones, que considera a los mexicanos como responsables de los males estadounidenses.
Racismo y xenofobia
Si bien no son lo mismo, la xenofobia y el racismo suelen ir de la mano. Las consideraciones de tipo racista, que distinguen entre un individuo y otro simplemente por el color de su piel o por su proveniencia étnica, toman a estos individuos como extraños, o sea, como ajenos a la comunidad, aplicando una noción un tanto infantil de “pureza” o “naturaleza” que nada tiene que ver con la historia de la constitución de las naciones, en la que los migrantes y los intercambios culturales y raciales han sido grandes motores del crecimiento y de la riqueza cultural.
Sin embargo, el racismo puede darse entre los individuos de una misma nación, como ocurre a menudo en naciones multiétnicas o producto de orígenes coloniales.
La mayoría de los estados modernos de Occidente ha promulgado leyes en contra del racismo y fomenta la diversidad étnica como un valor, pero una verdadera cultura de la equidad racial está aún por construirse.
Más en: Racismo
Discriminación
Tanto el racismo como la xenofobia son formas de discriminación, es decir, de conceder o retirar oportunidades, ayudas o beneficios a diversos individuos o grupos sociales en base a su nacionalidad, su origen étnico u otras características, como orientación sexual (como lo denuncian las colectividades LGBT), sexo biológico (como lo denuncia el feminismo) o religión.
De manera que la discriminación puede definirse como el rechazo de un cierto grupo humano debido a prejuicios, odios tribales o nociones puristas de la cultura, resultando así en una exclusión y en un desequilibrio de oportunidades. El machismo, por citar un ejemplo, representa una forma de exclusión hacia las mujeres y hacia formas diversas de la masculinidad.
Sigue en: Discriminación
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