Te explicamos qué es el ajedrez y la historia de este juego. Además, cómo es su tablero y los movimientos de sus piezas.
¿Qué es el ajedrez?
El ajedrez es un popular juego de mesa de tradición ancestral, cuya práctica frecuente y deportiva en Occidente data del siglo XV. El juego simula sobre un tablero cuadriculado el enfrentamiento entre dos ejércitos antiguos y asigna a cada jugador uno de los bandos, con el propósito de vencer al contrario y atrapar a su rey.
El nombre del juego proviene del árabe ash-shatranj, a su vez un préstamo de la lengua persa. Su forma inicial en español fue acedrex, que luego pasaría a ser axedrez y finalmente, en la fonía moderna del castellano, ajedrez.
El ajedrez es un juego muy difundido y practicado en todo el mundo y en su momento fue considerado un “juego de reyes” porque era muy común entre la nobleza. El estándar de reglas empleado hoy en día proviene del siglo XIX. Desde mediados del siglo XX se lo considera un juego digno de competiciones internacionales de prestigio, cuyos torneos oficiales se organizan local, nacional, regional y mundialmente.
De hecho, los campeonatos mundiales de ajedrez se celebran desde 1866, y en ellos se han coronado jugadores de nacionalidades muy distintas, como Alemania, Cuba, India, Estados Unidos y, sobre todo, Rusia.
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Historia del ajedrez
No existe consenso respecto al origen exacto del juego de ajedrez. Probablemente fue inventado en Asia por alguna cultura antigua, como la India, cuyo juego chaturanga poseía importantes similitudes, o bien por la China, con su versión del juego conocida como Xiangqi.
Las menciones más antiguas al juego provienen de la antigua Persia, como es el Kar-Namag i Ardashir i Pabagan (“Libro de los derechos de Ardeshir, hijo de Pabag”) del siglo VI, obra en que se narra la fundación de la dinastía persa sansánida por Ardacher I.
El juego pasó de manos persas a manos árabes tras la conquista de Persia y fueron los musulmanes quienes lo trasmitieron a África y Occidente, en especial a las regiones de Europa que fueron controladas por el imperio Islámico y que por ende recibieron una fuerte influencia de su cultura durante las épocas oscurantistas de Europa: Italia y España. Desde allí el juego se extendió a partir del siglo X hacia el resto del continente europeo.
Por su parte, en Asia el ajedrez floreció en variantes que aún existen, como el shogi (ajedrez japonés), el janggi (ajedrez coreano) o el markuk (ajedrez tailandés), todos herederos de la versión china del juego.
El gran éxito del ajedrez en Europa ocurrió en el siglo XV, cuando se popularizó entre la nobleza y fue llevado luego a las colonias americanas. A lo largo de todos los siglos, las reglas y las piezas fueron cambiando, y los europeos hicieron sus aportaciones al mismo (como la dama y el alfil).
Los primeros clubes de ajedrez surgieron en el siglo XVIII y en 1851 se jugó el primer torneo internacional de ajedrez de la historia, con sede en Londres, y en 1886 se coronó al primer campeón mundial de la historia, el austríaco Wilhelm Steinitz. En 1924 se fundó la Federación Internacional de Ajedrez y se organizó la primera Olimpíada ajedrecística. El deporte no ha parado de crecer en fanáticos desde entonces.
Ya en épocas contemporáneas, surgieron los primeros juegos de ajedrez automatizados, de la mano de las primeras computadoras y piezas de software, y la llegada de Internet permitió el juego en línea entre humanos o contra la máquina. Además, en 1997 el superordenador Deep Blue derrotó al campeón del mundo Gari Kasparov.
Piezas del ajedrez
Las piezas del ajedrez son siempre las mismas, aunque son de dos colores diferentes (blancas y negras, o claras y oscuras) y están distribuidas en la misma proporción en ambos bandos enfrentados. Cada una posee un rango propio de movimientos permitidos y una valoración en puntos. De este modo, cada jugador contará con:
- Un (1) rey, del que depende el partido. Es la única pieza que no puede ser capturada normalmente, sino que debe ser arrinconada en una posición tal que no tenga movimientos posibles y se halle bajo ataque de alguna pieza enemiga (o sea, en jaque). Cuando el rey está en jaque y no tiene escapatoria ni modo de defenderse, se dice que está jaque mate y ello sentencia el final de la partida. El rey puede moverse una sola casilla por vez en cualquier dirección deseada, y cualquier pieza que se halle en su trayectoria puede ser capturada por el rey, siempre y cuando ello no implique que el rey se exponga al jaque.
- Una (1) dama o reina, la pieza más poderosa del partido, con un valor de 9 puntos al ser capturada. La reina puede moverse cualquier número de casillas en cualquier dirección que se desee (horizontal, vertical o diagonal), y puede capturar cualquier pieza en las mismas direcciones.
- Dos (2) torres, con un valor de 5 puntos cada una. Estas piezas pueden moverse únicamente en recorridos horizontales y verticales, pero pueden hacerlo tantas casillas como se desee, pudiendo capturar piezas en la misma medida.
- Dos (2) alfiles, con un valor de 3 puntos cada uno. Estas piezas pueden moverse únicamente en recorridos verticales, pero pueden hacerlo tantas casillas como se desee. Por esa razón hay uno en casillas negras y otro en casillas blancas, exclusivamente. Los alfiles capturan piezas en sus respectivas casillas diagonales.
- Dos (2) caballos, con un valor de 3 puntos cada uno. Estas piezas son las más ágiles del juego, y en su recorrido pueden pasar por encima (“saltar”) otras piezas que estén atravesadas, cosa imposible en el resto de los casos. Sin embargo, su movimiento debe siempre trazar una “L”, es decir, dos casillas seguidas en una misma dirección horizontal o vertical (nunca diagonal) y luego una casilla vertical u horizontal. Por lo tanto, para capturar una pieza, ésta debe estar ubicada en esa última casilla de la “L”, y no en las casillas iniciales “saltadas” por el caballo.
- Ocho (8) peones, las piezas con menos valor del juego: 1 punto cada una. Estas piezas pueden moverse únicamente hacia adelante y una casilla por vez, excepto por su movimiento inicial (conocido como “salida”) en el que pueden optar entre avanzar una casilla o dos. Además, los peones sólo pueden capturar las piezas enemigas que se encuentren en sus dos casillas diagonales delanteras inmediatas (diagonal derecha y diagonal izquierda). Sin embargo, cuando un peón avanza sin interrupciones hasta el final de su fila en el costado enemigo del tablero, podrá ser “coronado” y cambiarse por cualquier otra pieza de juego, excepto por el rey.
Existe un movimiento especial conocido como “enroque”, en el que un rey y una torre que no se han movido aún en la partida y no se encuentran bajo amenaza alguna, pueden intercambiar sus posiciones originales, ocupando las casillas intermedias para guarecer al rey. Existe un enroque corto (con la torre del rey) y un enroque largo (con la torre de la dama).
Tablero del ajedrez
El tablero de ajedrez es cuadrado y está dividido en 64 casillas idénticas formando una matriz de 8×8. Mirándolo de frente, la casilla más a la izquierda debe ser siempre blanca (o de algún color claro), mientras que las dos que le siguen (arriba y abajo) deben ser negras (o de algún color oscuro) y las siguientes a esas claras, alternándose sucesivamente.
Cada uno de los dos jugadores ocupará un costado del tablero, enfrentándose el uno al otro y disponiendo sus piezas según la siguiente formación:
Las casillas del tablero de ajedrez normalmente están numeradas del 1 al 8 conforme ascienden verticalmente, e identificadas de la a a la h conforma avanzan horizontalmente. Estos elementos son importantes para la notación ajedrecística, que registra los movimientos de un partido empleando un lenguaje especial.
Reglas del ajedrez
Las reglas del ajedrez se pueden resumir de la siguiente manera:
- Podrán jugar sólo dos jugadores por partida, cada uno a cargo de un bando (el claro o el oscuro). Cada bando debe sortearse antes de la partida.
- El jugador del bando claro siempre tendrá la primera jugada. El objetivo del juego es derrotar al bando contrario capturando sus piezas hasta poder acorralar al rey contrario y conducirlo al jaque mate.
- El juego se desarrolla por turnos. En cada turno un jugador puede mover una (1) pieza por vez. Ningún jugador puede saltarse su turno, ni está permitido retroceder las movidas a turnos previos.
- El turno de cada jugador durará lo que sea necesario, o podrá medirse a través de un reloj. En este último caso, el jugador que agote el tiempo total establecido para la partida en su turno, perderá la partida.
- Cuando una pieza enemiga es capturada, debe ser retirada del tablero y la pieza propia que la capturó pasa a ocupar su lugar. Las piezas capturadas no pueden volver al tablero. A menos que sean capturadas, las piezas en juego tampoco pueden abandonar el tablero.
- El rey es la única pieza que no puede desplazarse para ocupar una casilla amenazada por una pieza contraria. Es decir, el rey no puede nunca exponerse voluntariamente al jaque. Del mismo modo, ningún jugador podrá ignorar un jaque a su rey.
- Cualquier jugador puede renunciar a la partida cuando así lo desee. Ello, sin embargo, se considera otorgarle al otro la victoria.
El juego puede culminar en un empate (llamado tablas) cuando se dé alguna de las siguientes condiciones:
- Ambos jugadores están de acuerdo en suspender la partida sin que haya un ganador declarado.
- A ningún jugador le quedan piezas suficientes para dar al otro jaque mate.
- La misma exacta posición de las piezas en el tablero se repite durante tres turnos consecutivos.
- Sin estar en jaque, el jugador en turno no puede realizar ninguna jugada legal (se dice que está ahogado).
- Cuando transcurren 50 jugadas consecutivas sin que se haya capturado una pieza o haya avanzado algún peón.
Táctica y estrategia ajedrecística
Dado que ambos bandos en juego poseen la misma cantidad de piezas dispuestas de la misma exacta manera, la victoria en el ajedrez depende enteramente de la habilidad del jugador, es decir, de su capacidad de táctica y estrategia.
Por esta razón, el juego no es considerado “de azar”, sino “de estrategia”. Sus aficionados se dedican normalmente al estudio de las secuencias de movimientos y sus variantes tácticas, con el fin de controlar el desarrollo de la partida y reducir las opciones del bando contrario.
En este sentido, los jugadores de ajedrez aspiran a capturar la mayor cantidad de piezas del oponente o capturar sus piezas clave, o bien a conseguir un posicionamiento favorable de las propias piezas para poder avanzar sobre el territorio enemigo en dirección al rey. Es, de hecho, el dominio de la táctica y la estrategia lo que diferencia a los jugadores novatos de ajedrez de los jugadores más avanzados.
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Referencias
- “Ajedrez” en Wikipedia.
- “Historia de ajedrez” en Wikipedia.
- “La historia del ajedrez, un juego milenario” en National Geographic.
- “Etimología de Ajedrez” en el Diccionario Etimológico Castellano En Línea.
- “Chess (game)” en The Encyclopaedia Britannica.
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