Te explicamos qué es el pensamiento lógico y para qué sirve. Además, el pensamiento lógico-matemático y algunos ejemplos.
¿Qué es el pensamiento lógico?
El pensamiento lógico es una forma de razonamiento que establece una serie de relaciones entre los objetos (reales o abstractos) para llegar a una generalización. Proviene de una elaboración individual y utiliza la coherencia y la secuencialidad para analizar información y resolver problemas.
Este tipo de razonamiento implica extraer conclusiones válidas a partir de un conjunto de premisas. Los antiguos filósofos griegos cultivaron extensamente este pensamiento, ya que veían en la deducción y la correlación formal el mejor método para alcanzar la verdad.
Hoy en día, la lógica forma parte elemental del pensamiento científico. Sobre todo, en lo concerniente a las reglas del proceso formal de investigación, que requiere realizar operaciones como la generalización y la clasificación.
Además, el pensamiento lógico es una herramienta fundamental para la resolución de problemas en la vida cotidiana, porque permite a las personas analizar, argumentar, probar hipótesis y justificar sus argumentos.
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¿Para qué sirve el pensamiento lógico?
El pensamiento lógico es una herramienta valiosa que puede aplicarse en distintas áreas. Algunas de sus principales funciones son:
- Argumentación. Contribuye a la comunicación y expresión de argumentos e ideas de forma estructurada y coherente.
- Deducción. Permite llegar a conclusiones generales a partir de casos específicos. Es necesario para analizar e interpretar datos, por ejemplo, estadísticas.
- Resolución de problemas. Posibilita dividir un problema en partes más pequeñas y manejables, para facilitar su análisis.
- Toma de decisiones. Contribuye al proceso de elección entre distintas opciones, considerando las alternativas de forma racional y teniendo en cuenta las posibles consecuencias de cada una.
- Organización y desarrollo de estrategias. Permite desarrollar planes eficientes para lograr un objetivo, mediante la identificación de recursos disponibles, el establecimiento de prioridades y la gestión del tiempo.
Pensamiento lógico-matemático
El pensamiento lógico-matemático es la aplicación de los principios lógicos al razonamiento matemático. Representa la capacidad de usar números, razonar y resolver problemas utilizando patrones lógicos. Es una habilidad que se desarrolla desde la infancia, a partir de situaciones directas, como la observación de imágenes, la comparación de elementos o la clasificación de objetos.
Según el psicólogo Jean Piaget (1896-1980), el conocimiento lógico-matemático se va complejizando durante el desarrollo de los niños. Se construye a partir del pensamiento concreto, que es la experimentación con objetos tangibles y manipulables, es decir, la reflexión sobre una acción real. Luego, los niños comienzan a operar con hipótesis e ideas, y a elaborar teorías, que es lo que caracteriza a las operaciones formales: representan una acción posible.
El pensamiento lógico-matemático permite examinar situaciones, reconocer pautas, plantear hipótesis y buscar soluciones a problemas que implican operaciones numéricas, algebraicas, geométricas o probabilísticas.
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Ejemplos de pensamiento lógico
Algunos ejemplos de pensamiento lógico son:
- El cubo de Rubik. Es un popular juguete de finales de siglo XX, que consiste en un cubo de seis caras compuestas por nueve cuadrados de colores, capaces de moverse de forma vertical u horizontal. El cubo usualmente se desordena y luego se intenta recomponer, lo que requiere trabajar secuencialmente y aplicar algoritmos específicos para cada etapa.
- Los puzzles o rompecabezas. El armado de rompecabezas implica considerar formas, colores y patrones para colocar las piezas en el orden adecuado.
- Los acertijos. La resolución de acertijos requiere realizar un análisis estructurado de las pistas e identificar las relaciones entre ellas para deducir la solución.
- Los juegos de categorías. Son juegos en los que se deben ordenar o agrupar objetos en categorías. Esto supone establecer relaciones lógicas entre ellos y considerar sus propiedades específicas y las características en común. Por ejemplo, el “tutti frutti” o “stop”.
- Las matemáticas. Todo ejercicio matemático pone en práctica el pensamiento lógico-formal. Por ejemplo, al aplicar fórmulas, utilizar algoritmos para resolver problemas de suma y resta, resolver patrones numéricos o deducir la solución en problemas de lógica.
- Los juegos de estrategia. Este tipo de juegos implican pensar acciones por adelantado y tener en cuenta los posibles movimientos del adversario, como en el ajedrez.
- La planificación de un recorrido. Requiere calcular cuánto tiempo se demora en llegar de un sitio a otro, y considerar variables como el tránsito o la demora del transporte.
- La organización. Al ordenar un espacio, como una estantería, es necesario pensar en el lugar disponible y en la cantidad de elementos a acomodar, y analizar cuál es la mejor forma de gestionar el espacio.
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Referencias
- Jaramillo Naranjo, L. M. y Puga Peña, L. A. (2016). El pensamiento lógico-abstracto como sustento para potenciar los procesos cognitivos en la educación. Sophia. Colección de Filosofía de la Educación, 21(2), 31-55. https://sophia.ups.edu.ec
- Medina Hidalgo, M. I. (2018). Estrategias metodológicas para el desarrollo del pensamiento lógico-matemático. Didáctica y Educación,9(1), 125-132. https://revistas.ult.edu.cu
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